La localidad Rafael Uribe Uribe está ubicada al sur oriente del Distrito Capital. Surge contemporánea al antiguo municipio de Usme y la conformación de grandes haciendas y fincas, entre las que se destacan Llano de Mesa, Santa Lucía, El Porvenir, La Yerbabuena, San Jorge, El Quiroga, Granjas de San Pablo, Granjas de Santa Sofía, Los Molinos de Chiguaza y La Fiscala, que fueron dando paso a la expansión urbana de la ciudad. En el Siglo XX, en el marco del conflicto armado, se da un éxodo interno en el país que produce grandes migraciones de población que huye de la violencia del campo hacia la ciudad y se asienta en la localidad.

El Alcalde Mayor, Alfonso Palacio Rudas, denominó el sector en el año 1974 con el nombre del abogado, ideólogo del partido liberal colombiano antioqueño, Rafael Uribe Uribe, bajo el Acuerdo 007 de 1974 del Concejo del Distrito, designó a la localidad el número 18 dentro de la nomenclatura distrital. 

La localidad se destaca por el nutrido inventario patrimonial declarado por medio del Decreto 606 de 2001, con los siguientes bienes de interés cultural: el hospital San Carlos y el cementerio Hebreo del Sur (bienes de conservación monumental), la parroquia San José Obrero, el Liceo Femenino de Cundinamarca, la Universidad Antonio Nariño, la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la Iglesia del Claret y la hacienda Los Molinos (bienes de conservación integral).

Algunos bienes de la localidad no incluidos en este decreto tienen para la comunidad una gran importancia cultural y patrimonial. Entre estos, la zona Chircales de tradicionales fábricas artesanales de ladrillos; algunas construcciones de la penitenciaria La Picota, fundadas a mediados del siglo XVII; la plaza de toros ubicada en el parque Santa Lucía; la concha acústica San Agustín y las glorietas del Barrio Inglés. 

En cuanto al patrimonio inmaterial de la localidad, el proyecto del Acuerdo 063 de 2003 declaró como celebración tradicional de interés cultural el Encuentro Musical Juvenil. También, aun cuando no han sido reconocidas formalmente, en la localidad hay expresiones culturales intangibles que han sido identificadas por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural IPC como la celebración de la Semana Santa en la parroquia de San Luis Gonzaga y las actividades desarrolladas en torno a la plaza de mercado del Barrio Inglés. Como actividad reconocida y destacada por la comunidad está la que realizan algunas mujeres llamadas “las lavanderas”, quienes lavan ropa en torno a un nacimiento natural de agua. 

En la localidad se identifican los recorridos patrimoniales, entre los que se destacan la Ruta Obrera, la Ruta Ancestral, la Ruta Ambiental y la Arquitectura de las Glorietas, la Hacienda los Molinos, los Miradores y la zona gastronómica reconocida en el sur de Bogotá por la venta del tamal y la lechona tolimense de alta calidad. También, es un referente el Parque Estadio Olaya Herrera, en la práctica del fútbol aficionado bogotano. Desde 1959, alberga la realización del tradicional torneo Hexagonal del Sur, que se cumple entre diciembre y enero de cada año y tiene la posibilidad de albergar a 2.500 fanáticos de este deporte. 

En el aspecto cultural, se destacan eventos barriales y locales tradicionales que cuentan con un amplio reconocimiento. La participación comunitaria en estos eventos está dividida en dos áreas geográficamente diferenciadas: la zona alta de la localidad (UPZ Marco Fidel Suárez, Marruecos y Diana Turbay) y la zona baja (UPZ San José y Quiroga). Los artistas, colectivos y organizaciones artísticas y culturales en auge y en proceso de consolidación se caracterizan por la capacidad de aliarse con el sector educativo, equipamientos recreo deportivos y las Juntas de Acción Comunal en el desarrollo de los procesos de formación y circulación del arte y la cultura, en escenarios multifacéticos ante el déficit de infraestructura cultural.