Un menor edad toma entre sus manos una pequeña figura de plastilina.
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“Hablar del Programa Crea, hace que brillen mis ojos”: Alexandra Castañeda

La transformación artística, cultural y social que produce el Programa Crea, bajo la mirada de Alexandra Castañeda.

Dando continuidad a la serie iniciada con la entrevista a Daniela Martínez, artista formadora del Instituto Distrital de las Artes – Idartes y su Programa Crea en Lucero Bajo, quien sin conocer directamente el programa aplicó a una convocatoria laboral y fue elegida para trabajar en el programa Crea en el que ya completa cuatro años de permanencia, llega otra historia:

Se trata de la experiencia vivida por Alexandra Castañeda, beneficiaria y egresada del proceso de formación en el programa Crea, y quien logró vincularse como artista formadora del Centro Crea del barrio Gustavo Restrepo  para “devolver” algo de lo recibido en su proceso formativo.

Alexandra Castañeda nació en Bogotá, se autodenomina “hija de la universidad pública”. Es artista formadora especializada en teatro, pertenece al cabildo indígena muisca de Suba, lleva un año y medio vinculada con el Programa Crea (del que fue beneficiaria) y le encanta trabajar con las comunidades diversas.

Idartes: ¿Qué recuerdos tiene de su paso como beneficiaria del Programa Crea?

A.C.: Recuerdo que participé en todos los talleres. Me apasionaba la música, la danza, el teatro, la literatura, la pintura, etc. Ante todo, sentía una atracción predominante hacia las artes escénicas. De hecho, como estudiante del Programa Crea, alcancé a formar dos grupos de teatro y logramos mantenernos activos por espacio de dos años y medio.

Idartes: ¿Qué sucedió con los grupos de teatro?

A.C.: Entré a la universidad y ya no contaba con el tiempo suficiente para sostener los ensayos y las presentaciones. Lo mismo sucedió con otros compañeros.

Idartes: ¿Cómo ocurre la transición de ser beneficiaria, a convertirse en artista formadora del programa Crea?

A.C.: Al terminar mi etapa de formación en el programa, ingresé a la universidad pública para adquirir herramientas que complementaran el proceso artístico que inicié con el Programa Crea. Terminé mi carrera, me gradué y se presentó la oportunidad de aplicar a una convocatoria laboral: me postulé y fui reclutada para colaborar con el Programa Crea como artista formadora. ¿Pueden ustedes imaginarse mi felicidad? ¡Para mí, eso fue lo máximo! ¡Aun lo sigue siendo! Por supuesto, llegué con toda la actitud para entregarle al programa todo lo recibido en mi época de beneficiaria y me comprometí a aportar sin reservas todo el conocimiento académico adquirido en la universidad. 

Idartes: ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde su regreso, ahora en el rol de artista formadora? 

A.C.: Después de mi regreso, ha transcurrido año y medio.

Idartes: ¿Qué diferencias encontró Alexandra entre su etapa de formación y el inicio de sus labores como artista formadora?

A.C.: Cuando fui participante, el Programa Crea tenía todo lo que yo anhelaba:. Los artistas formadores, la metodología, la flexibilidad en los procesos, los puntos Crea, la oferta pedagógica. Sin embargo, al volver ya como artista formadora, encontré un crecimiento notorio en aspectos como el montaje e infraestructura de algunos Centros Crea y una evolución artística muy marcada desde la parte profesional y por supuesto, también desde el factor humano. Los equipos de trabajo del Programa Crea cuentan con personas calificadas y cualificadas en el campo artístico, que con sus aportes pedagógicos enriquecen la interdisciplinariedad permitiendo la integración del quehacer artístico bajo otros enfoques. Esto facilita los aspectos colaborativos para abrir espacios de procesos creativos perdurables.

Idartes: ¿Podría describir algunas actividades que realiza desde su rol de artista formadora en el Programa Crea?

A.C.: Nosotros, los artistas formadores, desarrollamos nuestra labor en rotación constante. Esto significa que participamos en los procesos de formación de otros puntos Crea. Ese aspecto, nos ayuda a movilizarnos hacia otras localidades para liderar procesos con otras comunidades, a identificar las necesidades de las personas para priorizar sus intereses en los talleres y en los procesos individuales y colectivos del aprendizaje, buscando impactar a los beneficiarios desde múltiples contextos. Entonces, por ejemplo, yo soy parte del área de teatro, pero no necesariamente estoy enseñando siempre en los talleres de artes escénicas, puedo trabajar otras áreas, puedo aportar desde otros campos artísticos porque es permitido acá. Este aspecto fortalece los procesos de los formadores porque aporta una madurez pedagógica para enfrentar nuevos retos, a través de otros lenguajes. 

Idartes: Desde su perspectiva ¿cuál es el aporte social del Programa Crea a las comunidades que impacta?

A.C.: El Programa Crea aporta muchísimo a la transformación positiva de las comunidades, ayudando en el desarrollo de habilidades sociales para la vida. Los talleres permiten que las personas se suelten en su proceso de desinhibición -culturalmente hablando– y que puedan utilizar la sensibilidad del arte para resolver conflictos y optimizar la interacción con otros. Es inventar desde la estética del arte la construcción de lo que queremos ser, socialmente hablando. 

Idartes: De manera general ¿cómo responde la comunidad ante el Programa Crea?

A.C.: La comunidad es muy receptiva. Por ejemplo, en la línea de Arte en la Escuela los padres o cuidadores se comprometen con los procesos artísticos de sus niños. También los maestros y tutores que los acompañan en los talleres. De igual manera, los jóvenes y adultos mayores beneficiarios del Programa Crea asumen su compromiso con pasión, disciplina y diligencia. Los vecinos, se acercan a los Centros de Formación para informarse de los talleres. Poco a poco, todos van encontrando el camino.

Idartes: ¿Podría mencionar un momento satisfactorio y uno no tan satisfactorio del proceso?

A.C.: Yo diría que hay muchos momentos satisfactorios. De hecho, hablar del Programa Crea, hace que brillen mis ojos. Cada momento vivido, cada espacio compartido, cada estrategia implementada para que los estudiantes se apropien del programa… eso no tiene comparación. Respecto a los momentos no satisfactorios, tendría que referirme a los procesos que iniciaron, pero que por alguna razón no continuaron. Las personas que se retiran del programa, dejan un tremendo vacío en nuestros corazones…como artistas formadores y soñadores que somos, siempre abrigamos la esperanza de que vuelvan.