Tres días para soñar con escenarios sustentables
Los medios de comunicación ajustaban sus cámaras frente al escenario del Teatro Al Aire libre La Media Torta. La tarima estaba ambientada con flores y plantas diversas, en medio de las cuales se erigían cinco pantallas que reproducían el color del cielo. Esta era la escenografía del I Foro Internacional Respira el Arte, el evento que abría la conversación sobre la necesidad de tener espacios culturales sustentables en Bogotá.
El grupo Krash de danza urbana hizo su aparición. Valiéndose de objetos reciclados y cotidianos como baldes, botellones y palos hacían música percusiva que sonaba como un engranaje, perfectamente coordinado.
Acto seguido, subieron al escenario la alcaldesa de Bogotá Claudia López, el secretario de cultura Nicolás Montero, y la directora del Idartes Catalina Valencia. Los tres iniciaron la conversación en torno al nuevo contrato social que tenemos como ciudadanos en relación con el medio ambiente. "Mil gracias por proponérselo, por reflexionar y por hacerlo real", señaló tajantemente la mandataria bogotana.
Durante los tres días, además de las intervenciones de experiencias de otros países como la de Broadway Green Alliance, una iniciativa que educa, motiva e inspira a la comunidad teatral a implementar prácticas más amigables con el medio ambiente en Broadway y más allá; Lotus Producciones, encargados de producir el festival Lollapalooza Chile; y Julie's Bicycle, una organización benéfica con sede en Londres que apoya a la comunidad creativa para actuar sobre el cambio climático y la sostenibilidad ambiental, el foro tuvo como invitados a reconocidos arquitectos colombianos que han hecho historia con sus propuestas ambientales, como Mauricio Cárdenas quien mostró los proyectos que ha llevado a cabo alrededor del mundo usando bambú.
También participaron invitados nacionales con experiencias líderes en generación de energía en eventos y en escenarios de Colombia, además de académicos que han dedicado sus carreras al trabajo con las comunidades, para hacer de los proyectos verdaderamente sostenibles, o investigadores que ya han hecho realidad cambios de infraestructuras para convertirlas en lugares más amigables con la naturaleza.
Las intervenciones de aquellos se llevaron a cabo tanto a través de una plataforma virtual como en la presencialidad. Entre tanto, el escenario de La Media Torta estaba vacío, sin público, pero siendo el epicentro de una conversación muy importante, que suscitó varias reflexiones en torno a la necesidad de transformar los equipamientos culturales de Bogotá en espacios sustentables.
Respira el Arte también incluyó un espacio para la reflexión, en el que cualquier ciudadano podía participar para hacer análisis o sugerir ideas que pudieran contribuir a la transformación ambiental de los equipamientos culturales de Bogotá. Se trató de las Jornadas para imaginar, en donde se hicieron grupos de discusión con niños y adultos, quienes tuvieron algunos aportes, que nutrieron la reflexión que justamente buscó el evento. En cada grupo, los integrantes se dedicaron a imaginar alguno de los equipamientos culturales, protagonistas de este evento.
Entre aquellas ideas estuvo la de Francisco Vera, activista de 11 años, quien con una gran elocuencia y lucidez señaló la necesidad de pensarse los teatros y los escenarios de Bogotá como “espacios para la vida”. “Los niños deben ser los protagonistas dentro del arte y de los teatros, que no solo son la estructura sino la naturaleza que nos rodea”, dijo el niño, que hace parte del movimiento ambientalista Guardianes por la vida.
En la Jornada para imaginar de los niños, dedicada al Teatro El Parque, fueron ellos los protagonistas. Su genuina espontaneidad y capacidad de análisis han demostrado que su generación ha sido la más comprometida con el cuidado del medio ambiente en años. Esa fue una de las reflexiones de Jorge Melguizo sobre el foro; consultor internacional y conferencista en gestión pública, proyectos urbanos integrales, cultura y participación, a quien se le encomendó la relatoría del evento.
Melguizo también señaló que mejorar los equipamientos culturales no era solo un asunto estético, sino ético, pues el medioambiente y la cultura son las dos grandes riquezas de una nación. De ahí la importancia de que los creadores y productores de arte y cultura asuman el impacto ambiental que implica su quehacer y contribuyan a la reducción de la huella de carbono por medio de la adaptabilidad de sus espacios.
La clausura de este foro internacional tuvo lugar el pasado 2 de octubre en las instalaciones del Teatro El Parque, en medio de la tranquilidad que evoca el Parque Nacional de Bogotá. Mauricio Galeano, Subdirector de Equipamientos Culturales del Idartes, agregó además que el de la regeneración ambiental de los espacios culturales es un camino largo y no tendrá resultados inmediatos. “Reducir el consumo energético a partir de la renovación tecnológica ya lo estamos haciendo. Pero adaptar las energías solares y eólicas, por ejemplo, no es algo que sucederá de la noche a la mañana”, afirmó.
Con una presentación final del grupo de danza Krash, un espectáculo lleno de música, danza, acrobacia y humor que le recuerda al público la importancia de cuidar el planeta, finalizaron estos tres días de reflexión sobre un tema que, aunque no es inédito, aún representa un largo camino, en el que los creadores y productores pueden tomar como referentes las experiencias mundiales que tuvieron lugar en este espacio que lideró la Alcaldía de Bogotá, a través del Instituto Distrital de las Artes - Idartes.
“En medio de estas tremendas crisis, a Idartes le dio por anticiparse, por salir del laberinto por arriba y ver en el horizonte, a través de la niebla, oportunidades para el medioambiente y la cultura, y para la cultura y el medio ambiente. Es decir, Respira el Arte nos habló de oportunidades, de esperanza y de belleza. Y esto, por supuesto, es una maravilla”, concluyó Melguizo.