Parqués y rana para reconstruir la memoria en Rafael Uribe Uribe
Iván Darío Celis, miembro de la organización Niñxos por la Paz, recuerda con alegría el tres de junio pasado, cuando personas de todas las edades disfrutaron en comunidad un torneo de juegos populares con parqués gigantes y pequeños, ranas y boliranas en Rafael Uribe Uribe. Le sorprendió la competitividad demostrada incluso por los más mayores que luchaban por ganar alguno de los premios en el marco del proyecto El Retorno de Turmequé, ganador de la tercera versión del Programa Es Cultura Local.
Este torneo, realizado en la sede de la Corporación Casitas Bíblicas, junto a otro más realizado el 18 de junio, en el Polideportivo Molinos, fue la culminación de un proceso de tres fases para reconstruir la memoria histórica en la localidad mediante los juegos tradicionales. La primera fase incluyó talleres en los que cerca de 100 personas disfrutaron de jugar con parqués gigantes en cuatro espacios comunitarios de Rafael Uribe Uribe.
De esta forma, poco a poco fueron construyendo espacios de juego compartido entre niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Las actividades fueron fundamentales para que los adultos mayores contarán sus memorias alrededor de los juegos. Día a día surgieron historias con las que Iván reconocía que el juego significaba mucho para estas personas que recordaban jugarlo en el trabajo o en la casa con sus familias, compañeros y amigos.
“A veces creemos que el derecho a jugar no es importante y nos dimos cuenta que jugar no ha sido cualquier cosa en la vida de los colombianos. Por ejemplo, para nuestros adultos mayores el juego era una cosa escasa, se la pasaban trabajando. Decimos que jugar es una cosa que hay que resignificar; no es solo un instrumento, sino es un derecho que a veces se subvalora”, cuenta Iván tras reafirmar la importancia de iniciativas como esta para las comunidades.
Los talleres alrededor del parqués se fueron transformando a medida que se escuchaba a los asistentes. De un juego principal como el parqués, las personas pidieron incluir otros juegos como la rana y la bolirana. Se convirtió en un proyecto construido en comunidad, que vería su forma física en la construcción de cuatro nuevos parqués gigantes y ocho pequeños con diseños temáticos, propuestos con imágenes de la vida campesina, la cultura alimenticia y la naturaleza.
José Gabriel Chacón fue una de las personas que se involucró en el diseño de estos juegos. Al principio se acercó como uno más de los participantes en los talleres pues conocía a Iván y se enteró por redes sociales de la iniciativa. Ser parte de estos espacios lo llenó de nostalgia recordando las largas jornadas de juego de parqués con su familia donde aparecían, según cuenta, muchas risas con el ventajoso, el dormido o el que no se conocía las reglas.
Como diseñador, José quiso dar mucho más y siguió aportando en la etapa de creación de juegos pues, “este tipo de juegos han estado olvidados pues la tecnología los ha rechazado. Es importante porque genera recordación de nuestras tradiciones y culturas. El propósito de Es Cultura Local se cumple pues las actividades generan esos espacios culturales donde la gente se sienta a compartir y fortalece la comunidad”.
Del proceso también surgieron otras ideas innovadoras como parqués desarmables en forma de rompecabezas, esféricos o pirograbados. Cada uno de estos juegos producidos en colaboración con los beneficiarios fueron los protagonistas de los torneos que reunieron a cerca de 170 personas los dos días con jornadas llenas de risas y competitividad.
Leonardo Días Ortiz, director de la Corporación Casitas Bíblicas, recuerda lo sucedido en los talleres y en el primer torneo, considerando que es fundamental seguir con iniciativas como esta. “Compartimos las raíces de la educación popular en donde estamos convencidos que a través del juego y la lúdica podemos hacer un aprendizaje recíproco e intergeneracional. Este tipo de iniciativa ayuda a motivar y reivindicar las tradiciones y el aprendizaje desde los recuerdos y la catarsis”, explica.
Por su parte, Iván Darío Celis recuerda que todos querían ganar una rana y bolirana de premio y no dejaban que los jueces se retiraran por un instante o se unían al coro de “garantías”. Ya fuera un grupo de adultos mayores o una familia de 20 personas, reconoció que el juego sigue siendo un espacio ideal para construir memoria y comunidad. Por ello se siente en la obligación de seguir creando puentes hechos de fichas de parqués.
En la tercera versión del Programa Es Cultura Local se reafirmó el compromiso de la ciudad con el sector creativo y cultural, promoviendo su estabilidad y sostenibilidad. Desde el Instituto Distrital de las Artes - Idartes y los 16 Fondos de Desarrollo Local – FDL se realizó una inversión cercana a los 14 mil millones de pesos para entregar más de 500 estímulos, beneficiando directamente a agentes culturales y creativos de la ciudad.