La danza mueve a Los Pastos en Engativá con Es Cultura Local
Rosalba Alpala reconoce que desde que vive en Bogotá recuerda el lugar de donde es, en el Resguardo Indígena de Cumbal. Tiene muchas memorias de ese espacio entre el volcán Azufral y el nevado Chiles, en el departamento de Nariño y muy cercano a la frontera con Ecuador. Parte de la comunidad de Los Pastos, de esa zona, vive ahora en Engativá, por lo que la Fundación Fupaya, de la que Rosalba es miembro, desarrolló el proyecto Recreación de los pasos mágicos de la danza andina para fortalecer su cultura mediante la enseñanza de su danza tradicional en el marco de la tercera versión de Es Cultura Local.
“Es muy bonito e interesante porque uno está como en su territorio viendo lo propio. Se siente uno emocionado. Fue muy bonito verlos con su ropa típica recordando esos tiempos que han pasado y se van reviviendo. Es Cultura Local sirve porque desarrollamos varias actividades. Incluso en otras localidades le dicen a uno que ha habido apoyo para las comunidades que vivimos en contexto de ciudad. Siento que es bueno para nosotros y todos”, cuenta Rosalba sobre el proceso de formación que lideró.
El sentirse en casa fue una sensación que se les pasó por la mente a cada uno de los 10 participantes de los talleres de danza que se llevaron a cabo el primer semestre del 2023. El espacio les sirvió para conectarse con la práctica que sus padres y abuelos llevaban como parte fundamental de los encuentros y fiestas. De la mano de Lucio Rivera Caranguay, fueron aprendiendo los pasos que llenaron de magia una casa del barrio de las Ferias al ritmo de la danza del indio, el sembrador, el sum-sureño, la danza del sol, mamá Chepita, entre otras.
Para Lucio, fue fundamental llevar la muestra artística a personas de todas las edades para promover la cultura de Los Pastos intergeneracionalmente. Según explica, “los mayores teníamos los conocimientos, pero había que transmitirlo. Todos nos sentimos muy bien porque trabajamos con el pueblo nuestro y nos sentimos en familia con ritmos propios que nos recordaron nuestras músicas y pasos. Hubo niños, jóvenes y adultos, lo que permitió una mezcla para lograr impactar a todas las personas”.
El proyecto también tuvo un fuerte componente alrededor de los trajes típicos de la danza andina de Los Pastos. Esta fue la parte visual que permitió fortalecer la formación y animar a la comunidad para que participarán hasta la presentación final que hicieron el 21 de mayo en las calles del barrio Las Ferias, con elementos como los que verían en sus lugares de origen.
Sombreros, ruanas, camisas, blusas, fajas, faldas o folleras, pantalones, alpargatas, sandalias, collares y pulseras nacieron de las manos de artesanas del Resguardo Indígena de Cumbal para la ocasión. Rosalba se emocionó al ver los trajes terminados y sentir el tacto de las ruanas en sus manos, que luego compartiría en Bogotá con los beneficiarios del proyecto: el tiempo de espera por ser un producto artesanal había valido la pena.
Ya en Engativá, los miembros de la comunidad y participantes del proceso de formación recibieron las prendas como un ejercicio de memoria. Fue así para Teresa Juanias, que nunca había tenido la oportunidad de participar de estos bailes pero que recordaba a sus abuelos portando trajes como los que llegaron desde Nariño. Poco a poco, se animó en las actividades y reconoció la importancia de compartir esta cultura e incluso llevó a sus dos nietas para que participaran.
Según cuenta Teresa, “todo ello me conectó con mi territorio; con Guachavés en Nariño. Los trajes son muy bonitos y de nuestro territorio. Había visto a mis abuelos bailar con ellos, pero yo no había tenido la oportunidad. Entonces volví a recordar el sitio, los bailes y la comida de allá. Es muy importante que los niños no lo olviden y rescatar lo de nuestros abuelos y padres. Es muy valioso para nosotros y nuestra cultura porque por estar en Bogotá muy poco viajamos al territorio”.
Por su parte, Rosalba Alpala sabe que las costumbres se han perdido poco a poco, pero que estos son los pasos que desde la danza están dando vida nueva a la memoria y la construcción de una comunidad que no aparte sus ojos de lo que han sido. Piensa para sí misma que es una oportunidad pues considera que esta iniciativa no se debe detener: “que no sea la primera ni la última vez. Ojalá sigamos porque todos nos sentimos contentos”.
En la tercera versión del Programa Es Cultura Local se reafirmó el compromiso de la ciudad con el sector creativo y cultural, promoviendo su estabilidad y sostenibilidad. Desde el Instituto Distrital de las Artes - Idartes y los 16 Fondos de Desarrollo Local – FDL se realizó una inversión cercana a los 14 mil millones de pesos para entregar más de 500 estímulos, beneficiando directamente a agentes culturales y creativos de la ciudad.