La danza como motor de empoderamiento femenino en Suba
Lucy Trujillo veía a su hija Ana María, mientras seguían las instrucciones en la clase de danza árabe el pasado 22 de abril en la Biblioteca Francisco José de Caldas. Llegó allí pues reconoció la importancia de un espacio de formación como este que hace parte del proyecto Subaile en escena: mujer, danza y talento de la agrupación Ayuni Danza Oriental. Con esta iniciativa, ganadora del Programa Es Cultura Local, han impactado la vida de 50 mujeres de la localidad con talleres de iniciación y espacios de creación coreográfica.
Lucy es una de esas mujeres que está convencida del valor del baile como herramienta para su vida. Por eso se animó cuando le contaron de la iniciativa en la Manzana del Cuidado en el Centro Felicidad Fontanar del Río. Animó a más mujeres a participar y llegó con alegría al taller. No le molesta hablar de su peso porque es consciente que la danza también le ayuda a su transformación física y emocional. Se mueve con toda la energía mientras Yeny Martínez, docente y directora de Ayuni Danza Oriental, va dando indicaciones a las casi 20 mujeres que la ven desde la tarima del auditorio de la biblioteca.
“Siempre había sido un sueño para mí aprender a bailar danza árabe y ahora puedo. A través de todos los programa que tiene la alcaldía como Es Cultura Local, precisamente me ha pasado que me he empoderado de mí misma. He aprendido a valorarme, a cuidarme y a quererme. Ya que me ha ayudado, ahora yo las ayudo a decirles sobre las actividades porque me ha llenado la vida”, dice Lucy mientras respira profundo y deja caer en su frente el sudor que denota el esfuerzo realizado.
Desde la tarima, Yeny Martínez anima a sus estudiantes a seguir sus movimientos. Les enseña sus dedos y les indica la importancia de los movimientos delicados y circulares en este tipo de danza. Las ve con una sonrisa cuando les sale bien una postura y les dice “¡hay posibilidad de movimientos¡”; en seguida le responden: “sí, todavía” y todas sueltan una carcajada que las une aún más. Yeny quiere que no pierdan la concentración y les pide un poco más de movimiento marcando el compás de la música e indicandoles ir adelante y atrás.
Yeny explica, “también fui alumna y esto le trae a uno mucha paz mientras se aprende. Esta danza tiene beneficios que nos aportan. No solamente es danzar, sino que tiene un contexto muy femenino en el que venimos y compartimos. Las mujeres salen contentas. Es Cultura Local nos da la oportunidad, tanto a los artistas como a la comunidad, de unirnos en un mismo espacio para poder integrarnos a través de la cultura”.
Lo simbólico también es importante para unir a las mujeres alrededor de la danza. Yeny toma unos cinturones de monedas de danza árabe y se los ofrece. No son muchos y varias mujeres dan pasos rápidos para alcanzar uno. Quieren verse como su profesora pues esta es tan solo la preparación para dos presentaciones que protagonizarán en espacios culturales. Otras 10 mujeres, con experiencia como bailarinas, también son beneficiadas con espacios de creación coreográfica para presentarse en espacios comerciales como cafés, restaurantes y bares.
Dennis Gómez no alcanzó a tomar uno de los cinturones, pero eso no la desanimó a seguir. Es una de las mujeres más jóvenes del ensayo, mostrando que hay personas de todas las edades que se animan a unirse alrededor de la danza. Aunque a sus veinte años se considera tímida, una de las pausas le sirve para tomar aliento e intercambiar palabras con esas otras mujeres que, según le parece, están empoderando sus capacidades en ese auditorio.
Para Dennis, la danza es algo profundo: ”nos muestra que nosotras, a parte de ser mujeres, podemos mostrarle al mundo lo que nosotras también podemos hacer con los movimientos, mostrando lo que somos como mujeres. Vale muchísimo la pena que exista algo como Es Cultura Local porque siento que es muy importante incluir la cultura de esta forma. Estos proyectos son muy importantes para nosotras”.
Ya con los cinturones puestos y tras terminar la pausa, Yenny las invita a subir a la tarima. Les recuerda que se van a presentar y las ánima a sentirse empoderadas en el escenario. Lucy es una de las que se atreve. Sabe para qué está allí y ahora será protagonista. Sube dando aplausos como para animarse y se toma el escenario con los pasos y rutinas que ha venido aprendiendo. Sonríe a su hija mientras la ve y se alegra por lo que la danza le da. “Ahora sirvo de motivación para las demás mujeres… siempre hay mucho por hacer”, dice.
En la tercera versión del Programa Es Cultura Local se reafirmó el compromiso de la ciudad con el sector creativo y cultural, promoviendo su estabilidad y sostenibilidad. Desde el Instituto Distrital de las Artes - Idartes y los 16 Fondos de Desarrollo Local – FDL se realizó una inversión cercana a los 14 mil millones de pesos para entregar más de 500 estímulos, beneficiando directamente a agentes culturales y creativos de la ciudad.