Entre Moradas: un libro que da voz a mujeres en Usaquén
La librería La Verbena se llenó de gente el pasado 9 de julio para el lanzamiento de la antología de cuentos Entre moradas. Algunos sentados y otros de pie, escuchaban atentamente a las autoras que contaban sus experiencias al frente del público entre estanterías llenas de libros. Amigos y familiares comentaban a la persona más cercana el parentesco que tenían con alguna de las escritoras que publicaron por primera vez de la mano de una editorial, gracias al proyecto Recorridos Narrativos Locales, ganador de la tercera versión de Es Cultura Local.
Pensamientos Imperfectos Editorial lleva seis años de trabajo y la iniciativa fue la oportunidad para publicar a 16 escritoras con trayectoria corta de Usaquén. En manos de algunos asistentes y autoras es posible ver la portada, de fondo morado y con rostros de diferentes tipos de mujeres mirando a diferentes direcciones, como un reflejo de su diversidad: jóvenes y mayores con diferentes ocupaciones e historias por contar.
A Claudia Camacho González se le ve contenta entre sus compañeras mientras las escucha, pone en orden un par de veces su cabello rizado y espera su momento de hablar. Para ella, los talleres de Idartes han sido una puerta a escribir nuevamente pues ha participado en varios. Mientras habla, no puede evitar contar la emoción que le provoca ver el resultado de presentar su manuscrito, compartir con las autoras en un taller de cuerpo y literatura, un taller de cuento y ver el nuevo hogar de su voz en este libro.
“Estoy absolutamente agradecida con Idartes y con todo este proceso literario formativo porque es el punto de encuentro de muchas personas como yo con la escritura. Estoy convencida que la óptica femenina es diferente y hay muchas cosas por contar. Es grato encontrarme con más escritoras y que todas estén contando historias que necesitaban salir a la luz y sin Idartes no sería posible para una persona común y corriente que por primera vez quiere dar a conocer un escrito”, dice.
Tras el resultado del libro hay un gran equipo de trabajo que aportó en el desarrollo y producción. Las autoras, como los asistentes, lo reconocen con aplausos cada vez que interviene alguna de las personas que hicieron posible este día de presentación. Escucharon y aplaudieron las menciones de las escritoras ausentes, así como la llegada de la editora del libro, Carolina Rueda. Según explica Claudia, la recibida afectuosa se debe al trabajo paciente y dedicado que les llevó a recorrer el camino de transformar sus relatos.
Para Carolina, el desarrollo de la edición fue especial por las personas que se encontró mientras leían sus historias con algunas riendo u otras entraron en crisis durante el proceso creativo. Dice que “a todas las he ido conociendo en el proceso y fue un descubrimiento trabajar desde la localidad y con autoras de la localidad porque nos permitió encontrarnos, reunirnos y ver un montón de referentes compartidos. Ahora tenemos un montón de encuentros. En este momento estoy editando otros dos libros con las mismas autoras: muchas cosas se despiertan”.
Así como cada una recibió el proceso de edición de forma diversa, así mismo son sus historias. El libro como morada les permitió abrirse y explorar con libertad. Aunque algunas de las historias suceden en algún lugar de Usaquén, otras son más etéreas. Cada una escribió y alimentó el libro desde sus vivencias. En el caso de Laura Rodríguez Mejía, se permitió verse como escritora aún cuando su rol venía desde el otro punto de vista como correctora de estilo y editora. Cuenta que pudo encontrar las palabras desde los sentimientos y los recuerdos en un restaurante que otrora fuera una casa colonial a la que no le da nombre en su cuento.
Según cuenta, “haber decidido cambiar el chip y decir que puedo escribir fue muy gratificante para entender a mis futuros autores. Nunca pensé estar en el centro y en un evento mucho menos. Como editora uno hace todo para que brillen los demás, pero no brilla uno y es muy bonito ver el apoyo y la acogida que tenemos todas con los amigos, los familiares y los conocidos. Vale la pena apostar a esos circuitos de la cultura que con la publicación de este libro se logra”.
Por su parte, Ángela López, coordinadora editorial y agente de prensa, reconoce la importancia de la labor de Pensamientos Imperfectos al ver el resultado del evento. Aún con su trayectoria en editoriales de mayor envergadura, sabe que esta propuesta da una perspectiva única. Recalca que “se cumplió el proceso en el sentido que pudimos sacar a la luz esas escritoras que nadie conocía de la localidad. En ese sentido nuestra editorial percibe a las escritoras de otra forma y la idea es que estas escritoras encuentren la voz”.
Aunque el evento llegó a su final, el trabajo no acaba allí. Algunas de las escritoras van saliendo y otras, como Claudia Camacho, van charlando entre ellas o con algunos de los asistentes sobre lo sucedido y sobre lo que falta por hacer. Aunque una de las labores que queda es difundir la publicación, Claudia tiene claro que el fin último es inspirar para “abrir camino a las nuevas generaciones de mujeres para que se empoderen y sientan que son libres. Ellas pueden hacer lo que quieran y es un camino que hay que empezar a recorrer”.
En la tercera versión del Programa Es Cultura Local se reafirmó el compromiso de la ciudad con el sector creativo y cultural, promoviendo su estabilidad y sostenibilidad. Desde el Instituto Distrital de las Artes - Idartes y los 16 Fondos de Desarrollo Local – FDL se realizó una inversión cercana a los 14 mil millones de pesos para entregar más de 500 estímulos, beneficiando directamente a agentes culturales y creativos de la ciudad.