Un personaje ha descubierto que “la tierra es plana” y viene entusiasmado a compartir con el espectador todas las vicisitudes y fundamentos que apoyan su nuevo mundo imaginario. Durante este diálogo se apoya de elementos llamativos como proyecciones visuales globos y un paraguas para capturar la atención de los niños y jóvenes e invitarlos a cuestionarse. Intermitentemente cambia de personalidad y los lleva a un nuevo espacio, a la caída al vacío y la ruptura de sus ideales.

Aparenta vivir en una realidad, pero constantemente es atormentado por las personalidades que habitan dentro de él, condenándolo a vivir en un espacio interior de ensueño, fantasía y reflexión.