Ilustración.
Crónicas

Las Tunjuelitas Informativas, una emisora 100% femenina

Mujeres lideresas de la localidad número seis de Bogotá.

Las Tunjuelitas Informativas son un grupo de mujeres lideresas de la localidad número seis de Bogotá que convirtieron sus voces e ideas en armas para luchar contra el machismo y la violencia de género.  

Como la antítesis de un cuento de hadas, esta historia comienza cuando escasean las perdices y no hay un ‘felices para siempre’. Aunque, hay que admitirlo, pese a la ausencia de un hada madrina, este relato contiene una buena dosis de magia que permitió convertir el final de una relación amorosa en el principio de una lucha por los derechos de las mujeres.

Cuando Sandra Sarmiento Rodríguez se separó de quién hasta entonces había sido el hombre de su vida y compañero sentimental por más de 21 años, nunca imaginó que los caminos que emprendería para superar la ruptura amorosa la llevarían a convertirse en una reconocida lideresa en la batalla contra la violencia de género.

Y es que cuando dio por terminada su relación, “de curiosa”, como ella misma lo explica, empezó a asistir a una Escuela de Derechos Humanos que se estaba llevando a cabo en la Personería Distrital. Allí, como si le quitasen una venda de los ojos y gracias al módulo sobre derechos de las mujeres, se dio cuenta de que durante muchos años, había sido víctima de violencia de género. 

“Yo fui víctima de violencia y no me di cuenta porque en ese tiempo no se hablaba de eso. Lo que se vivía en un hogar era visto como normal”, recuerda Sandra. Justamente, esa reflexión inicial y personal, fue la inspiración que necesitó esta mujer de 53 años para hacer parte desde el primer instante de las Tunjuelitas Informativas, un pequeño proyecto que busca la transformación social y que con el tiempo se convirtió en un espacio para que las mujeres compartan sus experiencias y se apoyen entre ellas.  

“La transformación empieza desde el propio ser. No puedo cambiar a otros si yo misma no me cambio. De igual manera, no puedo esperar que otros evolucionen si yo sigo siendo la misma. Por ejemplo, a mí me tocó reconocer que yo también era violenta y tenía defectos”, dice la lideresa.

Posteriormente, Sandra, haciendo uso de los espacios de participación local y distrital, logró incidir en la toma de decisiones administrativas para incluir en la agenda pública políticas de equidad de género que ayudaran a crear estrategias con enfoque diferencial. 

La lideresa se enorgullece al decir que la Secretaría de la Mujer existe gracias a que “nosotras las mujeres lideresas le apostábamos a hacer un ejercicio en el que las niñas, las adolescentes, las mujeres y las abuelas supieran que habían unos derechos que había que hacer visibles al Estado”.

Pero el ímpetu creador de Sandra estaba lejos de detenerse. Tantas eran las ganas de compartir sus conocimientos, que junto a otras lideresas decidieron crear un espacio en el que sus diferentes luchas pudieran darse a conocer a la ciudadanía. Lo primero que se les ocurrió fue una revista virtual. El reto no era pequeño, pues ninguna contaba con formación profesional en periodismo. Así que buscaron ayuda en el Centro de Formación Crea de la localidad de Tunjuelito. Y allí, de la mano de la artista formadora María Alejandra Mora, desarrollaron las habilidades de redacción y escritura necesarias para llevar a cabo el proyecto. “Nuestra vida es un libro. La redacción es sentarse a tocar las fibras que lo hicieron moverse a uno”, dice Sandra.

Reconociendo el poder transformador de la escritura y la manera en que puede convertirse en una “herramienta excelente para hacer más visibles nuestros liderazgos”, Sandra aprovechó los conocimientos adquiridos en el Crea Tunjuelito para escribir cuentos. Yo soy Fiorella, su texto autobiográfico más reconocido, fue publicado por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes y ha servido como material pedagógico en sus charlas sobre violencia de género.

“Yo les leo a las niñas esta historia para que tengan pensamientos más grandes que los que tuvimos las mujeres de mi época. Que sepan que los tiempos y la educación han cambiado y que ahora pueden soñar en grande”, afirma la lideresa.

Aunque los textos se leían y tenían buena recepción, Sandra y ocho de sus compañeras lideresas querían llegar a más y más mujeres por lo que decidieron atreverse a crear una emisora virtual, misión en la que el Centro Crea Tunjuelito fue fundamental ya que fueron apoyadas por sus artistas formadores quienes les permitieron hacer uso de las instalaciones para establecer la emisora.

“Conseguimos las cajitas de los huevos y todo eso para insonorizar el sitio y que todo se escuchara bonito. Además tomamos cursos sobre locución y trabajo de voz con los artistas formadores del Crea”, explica Sandra cuando habla de las Tunjuelitas Informativas, nombre con el que bautizaron su proyecto.

La emisora no solo difunde noticias de interés para la comunidad, sino que se producen podcasts que son en su mayoría historias reales o de ficción, que tratan temas como la violencia de género, la discriminación, contenidos escritos y narrados por las lideresas (puede escuchar algunos de los programas aquí).

De momento, ante la imposibilidad de acceder a los espacios físicos por la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19, estas mujeres continúan con su formación artística en escritura creativa a través de la plataforma virtual, con el ánimo de que cuando pase la pandemia puedan tener un gran acervo de material para difundir a través de sus medios de comunicación.

Sobre los centros de formación Crea

El programa Crea, del Instituto Distrital de las Artes - Idartes, genera procesos de transformación social a través de programas de formación en artes y del fortalecimiento y desarrollo de capacidades artísticas, ofreciendo mejores oportunidades de vida para todos los ciudadanos.

Ante la emergencia Sanitaria frente a COVID-19, el programa Crea, que atiende a ciudadanos de 18 localidades de Bogotá, está desarrollando sus procesos de formación en http://creaencasa.idartes.gov.co/, un aula virtual creada para darle continuidad a las actividades del programa, y que se habilitó para que toda la ciudadanía pueda acceder a estos espacios desde casa. 

A través de esta plataforma virtual los artistas formadores acompañan las experiencias artísticas y la construcción y el fortalecimiento de proyectos de vida en torno al arte.

 

Por Margareth Sánchez