Crónicas

La traducción literaria como proceso artístico

Juan Manuel Caycedo ganó la Beca de traducción categoría inglés en 2019. Tradujo los cuentos de la colección Relatos de fantasmas.
Juan Manuel Caycedo, ganador de la Beca de traducción categoría inglés 2019.
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Traducir no se trata de encontrar equivalencias entre un idioma y otro. Esta es una de las premisas que Juan Manuel Caycedo establece al hablar de traducción literaria. Prefiere definirla como un trabajo artístico.

El traductor constantemente se encuentra con problemas intelectuales que debe atender, que debe resolver. Muchas veces, para tomar una decisión ética, la mejor opción será, por ejemplo, alejarse del texto para investigar entre diccionarios e ir hasta la etimología de las palabras.

Juan Manuel Caycedo es estudiante de literatura de último semestre en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, en donde está terminando su tesis en traducción literaria. En 2019 fue el ganador de la Beca de traducción en la categoría inglés del Instituto Distrital de las Artes – Idartes y su Gerencia de Literatura. El libro de cuentos que tradujo se titula Relatos de fantasmas, de la escritora norteamericana Edith Wharton y hace parte de la colección de Libro Al Viento. En esta entrevista compartió algunos de los retos a los que se enfrentó al trabajar en la obra de la autora, al igual que la manera en que los resolvió.

¿En qué consiste el trabajo del traductor?

Es un trabajo personal. Cada quien desarrolla su propia técnica. En mi caso empiezo por leer el texto completo. En el caso de Relatos de fantasma lo que hice fue leer los 5 cuentos a un nivel analítico y formal. Luego procedí a trabajar directamente en la traducción, por unidades temáticas, es decir, partes que sean similares. El traductor antes que todo debe ser el mejor lector de una obra. Muchos creen que traducir es encontrar equivalencias entre un idioma y otro. Sin embargo siempre hay unas pérdidas y unas ganancias. Se toman decisiones, se predomina una cosa sobre la otra. En ese sentido, si se piensa en términos de equivalencia es imposible hacer el trabajo. La traducción es un trabajo de lectura profunda: al hacerla se ven los tejidos y los mecanismos que usó el escritor. 

¿Qué es lo que más disfrutas al traducir?

No creo que el proceso sea siempre disfrutable. Es más bien un padecer: es un trabajo arduo, tiene muchos tropiezos. La recompensa y el goce están al final. El ver cómo logro sortear las dificultades para llegar a un texto que es una responsabilidad ética, y permitir que personas lo lean en el idioma al que se está traduciendo.

¿Qué te motivó a presentarte a la convocatoria?

Estaba tomando un taller de traducción literaria y pasaba mucho tiempo pensando en los problemas intelectuales que presenta, en los retos que ella implica. Por eso cuando apareció la beca del Idartes acepté el reto.

¿Cuánto tiempo te tomó la traducción?

Me tomó dos meses. Me propuse traducir 5 páginas al día, aunque hubo momentos en los que sencillamente no pude. La traducción literaria es un trabajo artístico, no mecánico. Me encontré con estancamientos, en los que el cerebro paraba. Pasaban dos días en los que no hacía nada. Los tiempos en la traducción son inconmensurables.

¿Qué fue lo más difícil?

El estilo de Edith Wharton. El lenguaje que utilizaba era decimonónico, aristocrático. Por momentos recargado, frases complejas, largas, encadenadas, que es algo poco común en la prosa contemporánea anglosajona, o por lo menos en la que estoy acostumbrado a leer.

¿Cómo abordaste estas dificultades?

La traducción involucra investigación, consultas al diccionario (usé cuatro: Merriam Webster’s Dictionary, The American Heritage Dictionary, Oxford English Dictionary, Collins English Dictionary). Revisaba todas las definiciones, las juntaba para pensarlas. Traducir es un trabajo investigativo.

¿Qué significó para ti esta beca?

Fue la mejor manera de asegurar mi interés en la traducción.

***

Entre algunos de los criterios de selección que se tuvieron en cuenta para otorgar el reconocimiento a Juan Manuel estuvo la fidelidad de la traducción, la redacción, la claridad, el manejo del lenguaje y el uso de recursos literarios. A Relatos de fantasmas lo conforman cinco cuentos: Los ojos, Después, Kerfol, Hechizado y Semilla de granada.  

Juan Manuel Caycedo Molina (1991) es traductor literario. Realizó estudios de música en el Colegio de Bachillerato Musical del Conservatorio del Tolima y la Pontificia Universidad Javeriana. Es estudiante de la Carrera de Estudios Literarios en la misma Universidad y actualmente está traduciendo al español In our time de Ernest Hemingway.

En 2019 el Idartes entregó Becas de traducción en los idiomas inglés y alemán. En lo que va corrido del 2020 en mayo se cerraron dos convocatorias (francés e italiano), y se estima que en el futuro cercano operen nuevas oportunidades para los artistas dedicados al arte de traducir.

Por David Escobar De Lavalle
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