Todos queremos ¡Que haiga paz!
Juntos, como país, estamos hoy transitando hacia la paz. El perdón, la reconciliación hacen parte del proceso de sanar esa herida que abrieron en el pecho de todos balas que dispararon a matar; herida que ya no queremos siga rezumando odio, rencor, sangre. Más bien, aprovechando que nos quedó ese hueco en el pecho, pasar una hebra de hilo a través de él, colombiano a colombiano, así unirnos, fortalecernos, perdonar. ¿Qué historias no atravesaría ese hilo? ¿Y si ese hilo nos conecta como sociedad, venas en el cuerpo, ríos a través de todo el territorio? Ese hilo es el cine, permitiéndonos identificar la expresión e identidad de nuestros pueblos, conectando con representaciones, miradas, puntos de vista que se gestan en una pantalla en la que nos estamos viendo, reconociendo como país.
Es esa la apuesta de la nueva franja de la Cinemateca de Bogotá denominada Que haiga paz: campo visual, conflicto y memoria, alianza entre el Instituto Distrital de las Artes – Idartes y la Comisión de la Verdad, que contará, mes a mes, con programación y espacios de encuentro alrededor de la creación audiovisual, reflexionando sobre el impacto del conflicto armado colombiano en la cultura y la importancia de encarar la verdad.
Fue el pasado 29 de octubre cuando esta franja se estrenaba al público con la película colombiana La paz de Tomás Pinzón Lucena, historia que narra las vivencias e ilusiones de un grupo de guerrilleros tras la firma del acuerdo de paz. Tras la proyección, se realizó un conversatorio moderado por Lucía González, comisionada de la Comisión de la Verdad, contando con la participación de Rodrigo Granda, excanciller de las FARC; Martín Cruz Vega, militante del Partido FARC en proceso de reincorporación; Alejandra Chávez, apoyo a la reincorporación, y del director de la película. Se abordaron temas clave como el perdón y la convivencia dentro de una ciudadanía plural, que no olvida el pasado, sino que construye futuro a partir de él. Siendo este encuentro un primer adelanto de lo que se vivirá, mensualmente, dentro de la programación de Que haiga paz.
"Esta alianza con la Comisión de la Verdad, representa para el Idartes un avance fundamental para que las prácticas artísticas y culturales se conviertan en actores fundamentales para el fortalecimiento del tejido social, la construcción de la memoria, la reparación simbólica y la convivencia, entre otros factores, de aquellos territorios que han sido afectados por la violencia", afirma Catalina Valencia, directora del Idartes; mientras que, en representación de la Comisión de la Verdad, Lucía González declara: "Que haiga paz pretende ampliar la audiencia frente, no solamente a los relatos de violencia que ha vivido el país, sino también, hacia la fortaleza cultural que han desplegado las comunidades que se han visto afectadas por la violencia”.
Como parte de la franja Que haiga paz, se mostrarán trabajos audiovisuales locales y nacionales que aportarán al diálogo social sobre conflicto armado desde temas como esclarecimiento —aquí se rescata la importancia, el valor de la verdad para entender lo que pasó y lo que es necesario transformar—, narcotráfico, desplazamiento, despojo, poblaciones afro, indígenas, LGBTI, niños y niñas, campo y ciudad, jóvenes y violencias, mujeres y resistencias, hechos victimizantes, hechos reconciliadores; temas propicios y necesarios, reconociendo que nuestro cine ya viene hablando de ello.
Así, Que haiga paz: campo visual, conflicto y memoria realizará mensualmente la proyección (virtual o presencial) de un largo colombiano (documental o ficción), seguida de un conversatorio que permita la reflexión de las temáticas planteadas, contando con la participación de los realizadores, miembros de la Comisión de la Verdad, y, asimismo, víctimas o personas que hayan vivido de primera mano historias en relación. Del mismo modo, se presentará, virtualmente, un corto de creación local (documental o ficción), seguido de un conversatorio, igualmente virtual, sobre procesos de resistencia a partir de la representación y creación cinematográfica, moderado por miembros de Línea de Arte y Memoria sin Fronteras, con la que Idartes pretende descentralizar la oferta artística, y que además estará a cargo de la curaduría local de la franja, mientras que la curaduría nacional será de la Gerencia de Artes Audiovisuales del Idartes
Próxima programación
Desde el 12 de noviembre llegará a la franja Que haiga paz la película Pirotecnia (2020) del director Federico Atehortúa Arteaga. Desde una perspectiva experimental, explora la relación que existe entre trágicos eventos recientes de la historia colombiana, como los falsos positivos, y los orígenes del cine en el país. El conversatorio se llevará a cabo a las 8:00 p.m. al finalizar la función de las seis de la tarde del 13 de noviembre en la Sala Capital de la Cinemateca de Bogotá y será transmitido vía streaming a través del Facebook Live y del canal de Youtube de la Cinemateca.
La torta de cortos Verdad Indígena-Programa 1 estará disponible el próximo 19 de noviembre de 5:00 p.m. a 6:30 p.m. por la redes de la Cinemateca. Verdad Indígena-Programa 2 podrá apreciarse, en el mismo horario, el 3 y el 17 de diciembre. Ambos programas comprenden los cortos (dirigidos por Macroterritorial Amazonía y Dirección de Pueblos Étnicos - Comisión de la Verdad):
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El llamado del pueblo Jiw es por la dignidad y la autodeterminación.
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Acuerdo de paz firmado entre el resguardo de Gaitanía y las FARC EP.
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Una historia de fortaleza, Resguardo Inga Calenturas.
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Los Nükak, del nomadismo al exterminio.
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La supervivencia del pueblo Kechwa.
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Videoclip de la canción "Luz y paz" de Linaje originarios
Que haiga paz: campo visual, conflicto y memoria promete desde ya un 2021 con mucho contenido relevante en temas de paz y, por ahora, estará cerrando el año con la proyección, el 11 y el 12 de diciembre a las 6:00 p.m. —posterior conversatorio el 11 a las 8:00 p.m. --, de la película La Sirga que llegará a la franja durante el último mes del 2020.