Lambe Lambe en el Teatro el Parque

Teatro El Parque abre las puertas al mundo de las Cajas Mágicas

Este escenario inició sus actividades de este año con un laboratorio de Teatro Lambe-Lambe o Teatro Miniatura.

Son las 7:00 a.m. Suena la alarma. Es momento de que Gancho se levante. Como todos los días, bosteza, se despereza y une su cabeza con su cuerpo. Acto seguido, se baña y viste para ir a trabajar. Valiéndose de sus características morfológicas, Gancho toma un bus y se sujeta de las varillas. Como sosteniendo ropa.

Finalmente llega a su trabajo: un tendedero, de cuyos bordes está siempre colgando Gancho. Al ritmo de la música de un bajo, sube una y otra vez por las cuerdas del tendedero disfrutando de su quehacer. En un momento se encuentra con un tapete colgado, del cual intenta sostenerse a toda costa. Con tan mala suerte, que, justo en ese momento, alguien sacude y barre el tapete para limpiarlo.

Los movimientos son tan fuertes y la cantidad de polvo es tal, que hacen que Gancho comience a toser y finalmente se caiga del tendedero. En el transcurso de la caída libre, Gancho se da cuenta de que hay un ave que podría salvarlo de un impacto fatal. Efectivamente, Gancho, con la firmeza que le da su boca para sostenerse, agarra una de las alas del ave, que termina siendo su salvadora, y se va volando con ella. El ave, por su parte, tiene un destino ya definido: el sol. Así las cosas, continúa su camino, con Gancho en una de sus alas y se dirige de frente hacia al sol, donde poco a poco se queman el ave y Gancho…

-¡PLOP!

De repente, Gancho se despierta abruptamente. Así es: ¡todo se trataba de un sueño!

Como es habitual, se está arreglando frente al espejo para salir a trabajar, pero esta vez nota algo atípico: ¡tiene alas!, ¡alas para volar!

Daniel Poveda, artista plástico y autor de este micro relato, reflexiona sobre la idea de que hay trabajos que nos cortan las alas. Pero que siempre hay maneras de salir volando, como Gancho.

La historia de Gancho es una de las trece que se desarrollaron en el laboratorio Cajas Mágicas- La Grandeza de la Miniatura, que se llevó a cabo este 16 de marzo en el Teatro El Parque, el escenario de los niños bogotanos, una actividad dirigida a artistas de todas las disciplinas y lenguajes, y con la cual se iniciaron las actividades académicas de este espacio del Instituto Distrital de las Artes- Idartes, de la Alcaldía Mayor de Bogotá. 

El Teatro Lambe-Lambe o de Cajas Mágicas tiene el propósito de explorar el lenguaje artístico del teatro en miniatura, que supone la construcción de un microuniverso dentro de una caja, acompañado de animaciones, audio, escenografía y personajes. Los micro relatos están pensados para ser muy concretos, no durar más de cinco minutos y ser presentados a un solo espectador por función.

De acuerdo con Omayra Martínez, artista escénica y realizadora, quien además dirigió la actividad, en Latinoamérica el Teatro Lambe-Lambe halla sus orígenes en 1989 con dos maestras de escuela brasileñas: Ismine Lima y Denise Dos Santos. Entonces, las docentes tenían la idea de explicarle a sus estudiantes cómo sucedía un parto, pero no sabían cómo hacerlo. En principio intentaron con un títere, pero la imagen era muy fuerte, muy grotesca, afirma Martínez.

Un día, buscando entre las herramientas que tenían en su taller, se encontraron con una caja de un fotógrafo ambulante, que databa más o menos de inicios de 1900. A aquellos se les denominaba fotógrafos Lambe-Lambe, porque literalmente lamían la foto para saber si estaba lista o no, de acuerdo a la alcalinidad de la foto.

De esa forma, las maestras decidieron ver qué podían hacer con el agujero de la caja, o si incluso podrían hacerle uno, e intentar recrear la escena del parto. Les llamó la atención que, gracias a la caja, podrían hacerlo de una forma personalizada, en miniatura y con algo más de tacto en lo que suponía la intimidad de la caja. En efecto, las maestras lograron su objetivo y recrearon el parto con la fuerza y sutileza que suponía hacerlo. Ese suceso marcó el inicio de un gran número de obras que se desarrollaron en este lenguaje y supone además el descubrimiento de una manera de compartir historias en el uno a uno, de una forma más cercana y honesta. 

Cajas Mágicas en el Teatro El Parque 

Con la idea de crear un espectáculo de Teatro Lambe-Lambe con los trece participantes del laboratorio, Omayra Martínez partió de la construcción de la dramaturgia de cada uno de los asistentes y luego se ocupó de cuestiones técnicas como el diseño y la realización de escenografías, los títeres y objetos, la iluminación y el mundo sonoro, enfocando cada uno de estos elementos en la particularidad de este lenguaje de las cajas mágicas. (Mira más fotografías del laboratorio).

Una vez tuvieron claras las cuestiones técnicas y de contenido, laboratorista fijó tres pilares imprescindibles para la creación de estos microuniversos. El primero, debe haber conflicto o tensión, sin que sea una dramaturgia tradicional necesariamente. El segundo, tiene que ser simple y rápido, pues hay que ocuparse del escenario, los sonidos y los personajes al tiempo y, finalmente, es necesario que haya una transformación o resolución del conflicto, no necesariamente convencional, pero sí muy clara para el espectador.

Pero, ¿por qué la necesidad de hacer un laboratorio artístico de Teatro Lambe-Lambe? María Paula Atuesta, coordinadora de Teatro El Parque, explica que la Subdirección de Equipamientos Culturales del Idartes busca que los escenarios de Bogotá promuevan la innovación desde los diversos lenguajes artísticos y “se conviertan en lugares vitales e inspiradores para la experimentación artística, así como espacios participativos y cercanos a la ciudadanía”.

Por Sebastián Hernández