Roberto Echeverría, un artista en las calles de la ciudad.
Roberto Echeverría Contreras es guitarrista y bajista, desde niño encontró en la música su mejor aliado. Empezó a devengar a sus 14 años gracias a las presentaciones que hacía en diferentes bares de Medellín, eso le permitió conseguir los recursos para estudiar música, ya se había iniciado como artista en las calles de su ciudad, por eso se define como un músico empírico.
Su trayectoria musical lo llevó a ser integrante y director de importantes orquestas, entre las que se destaca Bambú en los años 80 y se convirtió en un conquistador de nuevos públicos en Estados Unidos y Europa.
Tocó junto a Joseíto Martínez, la voz de Latin Brothers, con quien ganó el Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla, sin contar los diferentes escenarios que compartió con salseros de la talla de Richie Ray y Bobby Cruz en las giras que realizaron por Colombia.
Echeverría es un hombre con mucho conocimiento en el quehacer musical y como interprete, compositor y productor, pero la vida le jugó una mala pasada. Todos sus triunfos se empezaron a desvanecer en el momento en el que permitió que las drogas lo consumieran, hasta el punto de perder el control total de su vida y sumergirse 40 años en una adicción que lo llevó a perderlo todo.
“Hasta mi familia me dejo”, afirma el músico que con el tiempo logró darle un giro a su vida, en sus peores momentos las drogas lo convirtieron en un hombre agresivo. Las puertas a nivel musical se cerraron. Ya nadie quería trabajar con él. Las drogas le ganaron la partida. El gran Roberto Echevarría pasa, de ser protagonista en los grandes escenarios musicales, a recorrer destruido las calles más peligrosas de Bogotá, la antigua Calle del Cartucho y el Bronx.
Fueron 15 años los que Echeverría perdió por el consumo de los psicoactivos que lo llevaron a vivir un infierno. Solo la música podía rescatarlo, y así fue. Un reencuentro lo cambió todo, hace más de 10 años se contactó con su viejo amigo Dairo Cabrera, juntos deciden crear Son Callejero agrupación salsera que se convierte en la cura para su alma.
Son Callejero es una agrupación musical, conformada por grandes artistas que también vivieron el infierno de las drogas y perdieron sus carreras, y se ha convertido en una plataforma, una oportunidad y un renacer para estos exponentes de la música.
La agrupación les ha dado una nueva oportunidad, ha sido el espacio para una resurrección que los ha vuelto a poner en los escenarios y las grabaciones. Gracias a eso sus tristezas han desaparecido. Hoy saben que fue la música la que los salvó.
Roberto Echeverría fue uno de los diez maestros homenajeados en el proyecto Relatos Mayores en el año 2017, por su trayectoria y aportes a la música en Bogotá, y su experticia lo llevó en 2018 a ser uno de los maestros que formó parte de la primera versión del proyecto En-Clave de Calle.
Porque pensando en artistas como Roberto, el Instituto Distrital de las Artes – Idartes, crea proyectos como En - Clave de Calle, un laboratorio musical que reúne músicos callejeros que han sido exitosos en el pasado, que han tenido mucha experiencia profesional, que han tocado con importantes agrupaciones y que, además, han sacado discos
Estos artistas comparten sus experiencias con estudiantes de música y juntos tienen la oportunidad de intercambiar ideas, de crear colectivamente nuevos contenidos musicales y de volver a estar en la agenda cultural de la ciudad.
Estos proyectos se dan gracias a la Gerencia de Música que adelanta diferentes acciones enfocadas al sector de los músicos populares de Bogotá, con acciones como la mencionada En - clave de calle, Serenatas al centro y Relatos mayores.
En el 2020 nace Mixtura programa que abarca este grupo de iniciativas y que busca abrir espacios de circulación y socializar desde la voz y el hacer de los músicos y sus prácticas culturales, así como generar conocimiento alrededor de la música popular propiciando el encuentro entre pares, generando transformación propia y de los otros y abriendo la interlocución a través de diferentes escenarios artísticos a la ciudad.
Historias como la de Roberto Echeverría volverán a sonar gracias a este programa de intercambio de saberes, reconocimiento, articulación, transmisión y visibilización de experiencias en torno a la música popular en Bogotá.
Roberto es un andante que ha recorrido muchas calles, hoy las sigue recorriendo, de la mano de su música. Su talento sigue llevando alegría por donde pasa y su experiencia transforma vidas.