La obra La Colmena agotó boletería en el Jorge Eliécer Gaitán

A veces una puesta en escena se destaca entre otras por la manera en la que se contó una historia, así haya sido contada mil veces. Otras veces, es el contenido el que logra hacer la diferencia, aunque esté puesto de forma sencilla en el escenario. También, hay obras llenas de elementos rimbombantes que ofrecen un rato de entretenimiento de la mejor calidad al espectador y otras que, sin adornos, logran reacciones profundas en la audiencia.

El caso de La Colmena es particular. A una gran reflexión sobre las relaciones entre los seres humanos y al funcionamiento de las abejas como colectividad, se suman arte sonoro, video mapping, danza aérea, cámaras infrarrojas y una docena de drones, que también participan de las coreografías de la obra.

Este proyecto es producto de la investigación de dos años de Edna Orozco, su experiencia como artista visual y sus conocimientos como profesional en estudio literarios. Con su compañía ATI-erra se ganó la Beca de creación multidisciplinar de mediano formato, aunque el resultado final corresponde a una obra de gran formato, y se estrenó la última semana de mayo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y luego en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, que el pasado fin de semana marcó un récord, con la mayor asistencia a una obra ganadora de una beca del Instituto Distrital de las Artes - Idartes.

Cientos de personas se sintieron atraídas por la descripción de esta obra y por el equipo de profesionales involucrados para La Colmena con ATI-erra. Algunos de los nombres son las coreógrafas Juana del Mar Jiménez y Diana Casas, el diseñador de video Juan Carlos Orozco, la diseñadora de iluminación Giulia Ducci y la escenógrafa Ángela Bravo, entre otros talentosos artistas.

Desde el inicio de La Colmena, las luces marcan un ambiente amarillento, mucha penumbra y bailarines moviéndose en grupo por patrones bien definidos, al tiempo que no parecen lograr la armonía entre ellos. Se hacen pausas y se proyecta la construcción de dibujos y esquemas con explicaciones académicas, no solo en la tarima sino en las paredes de la sala, para darle paso a un científico que explica, analiza, verbaliza y saca de la abstracción algunas de las escenas de la obra.

Sin duda, hay una sorpresa que le da peso al aspecto científico de esta creación. Se trata de la aparición de Brigitte Baptiste, directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, que muestra sus dotes para la actuación en la tarima, además de su autoridad en el tema conservacionista.

La Colmena invita a reflexionar sobre la relación de los humanos con la naturaleza, sobre el orden de las abejas y el desorden de las personas, una puesta en escena que atrajo al teatro a quienes disfrutan de la ciencia, el arte y la tecnología, pero, sobre todo, de los contenidos artísticos que logran una sinergia perfecta entre estas tres áreas.