Muestra de resultados: Mensajes, cápsulas y señales para el futuro
El 25 de marzo, los participantes del laboratorio Mensajes, cápsulas y señales para el futuro, a cargo del colectivo FAIL, presentaron aquellos testimonios que, desde sus propias reflexiones, reflejan nuestra época, contexto, anhelos, esperanzas, y aprendizajes. Los resultados fueron diversos, pues se generaron proyectos que iban desde lo audiovisual, el bordado, lo escrito o lo construido, entre otros.
Este fue uno de los laboratorios ganadores de la Residencia Plataforma Bogotá - Exploratorio del Programa Distrital de Estímulos 2020 del Instituto Distrital de las Artes - Idartes, se enfocó en la posibilidad de codificar, preservar y enviar mensajes a un futuro, próximo o lejano, mediante distintas técnicas, incluyendo el bordado, la animación, la fotografía y la escritura.
Todo lo que se decidió crear quedó almacenado en la página ‘Cápsula de cápsulas’, creada en HotGlue, una herramienta para crear sitios web directamente desde el navegador. Esto se hizo con el fin de visibilizar los procesos de manera comprensible, en caso de que sean recibidos o interceptados por otras personas, o especies.
FAIL es un colectivo de creación conformado por Salomé Rojas y David Sepúlveda, artistas visuales que decidieron trabajar de la mano en proyectos que transiten entre la interacción del arte con la tecnología, desde distintos tipos de manifestaciones.
Cápsula para un presente y un futuro de seguridad alimentaria
La investigación de Xiomara Zapata encontró que el plástico es uno de los materiales que más tardan en descomponerse bajo la tierra, por lo cual una botella con este material haría más eficiente y simbólica su cápsula, pues su principal preocupación reside en la crisis ecológica que vivimos actualmente, consecuencia de nuestros malos hábitos con el planeta.
Para ella, entonces, uno de los problemas fundamentales es el de la soberanía alimentaria y las semillas, particularmente sobre cómo estas están siendo privatizadas, patentadas y modificadas genéticamente por grandes empresas. Su dispositivo-cápsula contiene abono y semillas de plantas como maíz y fríjol, junto con un mensaje en código morse que hace referencia a esta crisis que afecta de manera global a la humanidad.
Isaria, no ser
Jannina Suárez Pinzón generó una filmación casera para demostrar, mediante un escarabajo hueco, cómo la ausencia o la presencia de algo puede llevarnos a repeler y/o a atraer. Esta idea surgió a partir de un viaje en el que descubrió la presencia de un hongo llamado Cordyceps, el cual toma el control de su huésped. Como del insecto, no queda más que un esqueleto que se convierte en evidencia de vida.
Temporalidad de lo gravitacional
El proyecto de Sofía Mora combina distintas ideas y parte del biodiseño, aunque se hila principalmente a partir de la molécula del agua, aquella que está en todo el planeta y la que se busca en otros ajenos al nuestro. Desde su gran interés y curiosidad por la Antártida, su investigación estuvo principalmente en esta región del mundo. En el proceso se encontró que hay un liquen, organismo que surge a partir de la simbiosis entre un alga y un hongo, que puede ayudar a trazar la degeneración causada por el Alzheimer.
A partir de la teoría de los lugares y la memoria que utiliza, Sofía se basa en este hallazgo para encapsular el bioindicador en una resina especial que sirve para visualizar las huellas en dónde alguna vez hubo algo.
Puntos medios
El proceso de Daianna Sierra fue colaborativo y partió de su reflexión de tres premisas clave: el mensaje, el tiempo y el contenedor. Sierra ha trabajado en diversos proyectos relacionados con el cuerpo, y en este caso lo abordó como un contenedor para estos mensajes y señales, razón por la cual cataloga su proyecto final como una obra viva en el que el trazo en la piel, desde el tatuaje, genera lo que se quiere contar.
Su trabajo se basó, entonces, en reunir a un grupo de personas para conocer sus opiniones y pensamientos sobre lo que les podría deparar el futuro en 10 años, o qué mensajes se dejarían así mismos, en este momento, para recibir en esa temporalidad. Puntos medios se basa en el concepto de pospresente, el cual reflexiona sobre los espacios vacíos en el tiempo, que no se pueden definir de manera concreta, toma en cuenta entonces un ti
Ecos
Desde una cápsula audiovisual, Valentina Aguilar retrata los pensamientos de personas cercanas a ella. Tras una pequeña convocatoria, Valentina envió una serie de preguntas sobre la proyección del futuro, pero también desde el presente, entre los temas abordados están ‘¿cómo te imaginas los humanos en el futuro?’ o ‘¿qué sonido llevarías a Marte?’, entre algunas otros.
Desde un principio, Aguilar supo que quería conservar la voz, por lo que recolectó los audios y unos cortos videos de las personas que respondieron sus preguntas. El propósito es, entonces, entregarle esta cápsula, titulada Ecos, a cada participante el 18 de julio de 2026 en el Día de la Escucha.
Cybertopia
El proceso de Lupita -Cynthia Paredes- surge enteramente a partir de Internet, de todo lo que tiene por detrás y de todo lo que puede salir de este. Sus ideas parten también de las narrativas expandidas que usan diversos lenguajes para expresarse. A partir de esto, Lupita menciona que pensó en que, cuando mezcla gifs, el código es visible una vez se pega y, esta visualización del código le hace recordar la ilusión de Internet y de todos los números y textos que hay detrás de las imágenes. Mediante el lenguaje Hydra - javascript- creó unos gifs para contar historias cortas inspiradas en lo verosímil. Esto, en parte para demostrar posibles escenarios reales en un universo paralelo, que Lupita considera el Internet mismo, o un futuro, pues el espacio digital es como el espacio físico, dado que es construible, y la página web es como una instalación dentro de este mundo. Su proyecto articula el código, la imagen y su propia narración.
Cronoglifo
Diego Araque, del colectivo Plano Imaginario, generó un artefacto análogo como cápsula, llamado Cronoglifo el cual se dejará a la vista y será testigo de un cambio. Esta contiene una imagen, un sonido y una iconografía que representa, o describe, la situación plasmada en la fotografía. Entonces, a partir de este material, la persona o especie que reciba el artefacto, interpretará el mensaje a su manera.
Para Diego, la creación de esta caja se debe a que, para él, la nube, la red e Internet, son los lugares vulnerables a donde arrastramos nuestras memorias, debido a que la información se puede perder fácilmente. Sus mensajes están escritos en íconos, porque para él son la manera más fácil de comunicarnos, pues no sabemos si en el futuro en el que este sea interceptado, hablemos el mismo lenguaje.
Microhistorias de alguien que estuvo ahí
Natalia Guadalupe concibe que las imágenes de Internet son como cápsulas de texto casi ocultas, pues detrás de ellas existe información; descripciones, etiquetas y metadatos, que no solo son las características de la imagen como tal, sino que demuestran la intención del autor que las publica. Estas imágenes y textos incógnitos de la red generan microhistorias que para Natalia, en esencia cuentan lo mismo; que alguien estuvo ahí. Razón por la cual el proceso de la Natalia consistió en filtrar las fotografías en Internet -derechos reservados o de dominio público- con las palabras alguien, estuvo y aquí.
A quien le interese
Juanita Prieto Macía desarrolló una cápsula para ella misma, aunque también puede atravesar otras poblaciones de manera indirecta. Pegó una serie de frases escritas por ella alrededor de la ciudad en puntos en los que interactúa o ha interactuado y así encapsuló pensamientos de su propia vida.
Cuenta que esta idea surgió a partir de un proyecto que realizó con anterioridad en el que capturó sus años de vida entre los 23 y 25 años por medio de una fotografía diaria en Instagram, algunas de ellas a veces acompañadas de textos. De esta manera, sus mensajes íntimos también se tornaron globales mediante la exposición que les dio en el espacio público.
Fotometrías-del-ayer
Juan Camilo León tiene un especial interés por los objetos cotidianos, razón por la cual los escogió para representar o guardar información sobre su presente, y decidió hacerlo mediante la fotometría. Utilizó una herramienta de código libre llamada Mesh Maker que permite reconstruir objetos en 3D mediante fotografías comunes. Su objetivo era poder visualizar estos objetos mediante cualquier dispositivo.
Su idea surge, inicialmente, a partir de un suceso personal que lo llevó a mudarse dentro de la ciudad; con la llegada a cada espacio o casa, encontraba características y objetos distintos. Cada objeto digitalizado en la bitácora de Juan Camilo tiene una geolocalización. Una persona que recorra la Ciudad de México podrá encontrarlos si sigue su ubicación. Su página también contiene un audio de uno de los recorridos realizados, con el que ambientó la forma de su búsqueda de lugares y objetos interesantes a retratar o guardar.
En común
El resultado de Stephanie Barbosa es un un proyecto comunitario que generará lazos con otros a partir de un mensaje conductor. Su base fue crear una narración autobiográfica, sobre cómo nos identificamos nosotros mismos a partir del ‘yo’ y de los demás. Entonces, su cápsula es un libro de tela bordado, el cual se propone como una señal, que sirve para dar cuenta de que alguien existió mediante la inserción de una muestra biológica de la persona que reciba el libro y con lo cual se permitirá develar la corporalidad de cada participante, cada vez que este libro sea enviado a una nueva persona
Dentro de esta página web, también podrán encontrar los indicios de los proyectos desarrollados por Mauricio Rodríguez, Lina Duarte Tovar y Alejandro Arcila Rodríguez.
Para ver la socialización de estos proyectos ingrese aquí.