Monstruos que habitan el teatro
En 2008, al terminar su carrera, la maestra en artes escénicas Lorena L’amoroux, en compañía de un grupo de colegas de la Academia Superior de Artes de Bogotá -ASAB-, decidió conformar el colectivo Elixir Teatro, del cual es directora y gestora.
Sus primeros proyectos fueron una iniciativa de formación artística y cultural que involucraba a diferentes audiencias; especialmente a población vulnerable. Después de avanzar en procesos con comunidades, decidieron adentrarse más en su oficio: la creación artística desde el arte dramático, enfocados en montar obras dirigidas principalmente a público infantil y familiar.
En ese camino de lucha y amor por el teatro, según Lorena, tuvieron “todos los obstáculos”: económicos, de espacio, emocionales, entre otros; sin embargo, desde la perspectiva de artista romántico en su afán de transformar el mundo, nada era visto como una dificultad.
El proceso de formación empezó como una iniciativa propia de carácter social. Todo se hacía con recursos propios. Siempre fueron conscientes que para crecer como colectivo no se podía pensar desde la lógica económica como objetivo principal. Después de algunos años, en un punto en el que estaban ‘exprimidos’, decidieron crear nuevos formatos y actuar, montando así sus propias obras; enfocándose en aquello de la estética infantil, donde un mundo mágico y colorido hacía que todo fuera posible.
Lograron fusionar expresiones artísticas como danza, música, artes plásticas, títeres, recursos audiovisuales y mucho más. Haciendo posible unificar esto en pro del lenguaje teatral para niños. Otra manera de descubrir sabiduría y salirse del paradigma del teatro convencional.
Enfocándose en propuestas infantiles, después de tocar puertas en diferentes escenarios de la ciudad, deciden madurar su idea de creación y participar con su proyecto en las convocatorias del Portafolio del Instituto Distrital de las Artes – Idartes, que hacen parte del Programa Distrital de Estímulos para la Cultura, resultando ganadores en algunas de estas. Lorena expresó que, la primera vez que el colectivo Elixir Teatro recibió recursos distintos a los suyos, fue gracias a las convocatorias del Idartes.
El secreto de la artista para que su proyecto fuera seleccionado consistía en no aplicar por aplicar, el hecho de postularse significaba tener muchas ventajas. Dedicar el tiempo que fuera necesario, meter toda la energía, la información, las ganas; hacer las cosas bien, así fuera una única vez. Gracias a todos estos esfuerzos, han ganado diferentes convocatorias de arte dramático en circulación y creación.
En 2018, motivados por la idea de quedarse con un estímulo de $25 millones para el desarrollo de su propuesta, deciden postular su proyecto titulado inicialmente como ¿Dónde habitan los monstruos? a la Beca Ciudad de Bogotá de Creación en Arte Dramático. En el proceso, el nombre de la obra fue modificado por El Rey de los Monstruos y es una adaptación del cuento ilustrado Donde Viven los Monstruos del autor estadounidense Maurice Sendak.
La puesta en escena que involucra cinco actores se desarrolla en la habitación de un niño, donde la tristeza, el odio y el miedo son los tres monstruos protagonistas que logran despertar grandes interrogantes relacionados con esos entes imaginarios que habitan en el interior del ser.
La propuesta del colectivo, a pesar de tener un enfoque infantil, logra el disfrute de todos los asistentes, desde niños hasta adultos de la tercera edad. Todo ello ha sido posible, gracias a la estética de la obra que llama mucho la atención por la inclusión de títeres, vestuarios, coreografías, canciones inéditas, proyección de animación y personajes; en general, el arte en su esencia.
“Se aprovecha lo que cada expresión produce, tratando de tocar fibras y llegar lo más que se pueda al interior de cada espectador. Es interesante sacar todos los monstruos a flote, hasta los más oscuros, esos que nadie sabe que existen pero que están ahí; reflejados para perderse en ellos, para finalmente encontrarse en el amor, después de tocar fondo para volver a renacer”. Afirmó L’amoroux.
Ella fue la principal testigo de la evolución del proyecto y del crecimiento de Elixir Teatro en general, después de haber ganado las convocatorias del Idartes. A pesar de las acciones propias de los procesos de creación, donde el tiempo se convierte en una limitante para cumplir con todos los compromisos, se sorprendió por el evidente interés de su equipo y la inspiración para poder generar un factor diferencial.
Aunque el proyecto inicial ha ido madurando en el tiempo, la recepción y aceptación del público ha sido significativa, razón suficiente para seguir perfeccionándolo, sin dejar a un lado la posibilidad de participar en futuras convocatorias del Programa Distrital de Estímulos para la Cultura.
Lorena, Juan Hormaza, Camilo Rondón, Andrés Ocampo, Sandra Zabala, Mauricio Mariño y Camilo Cárdenas, quienes hacen parte del proyecto, expresan que ha sido una experiencia gratificante hacer cosas diferentes a través del teatro. Los aplausos, las lágrimas, las sonrisas y todos esos sentimientos que transmiten los asistentes son la mayor motivación y la respuesta para inferir que se están haciendo las cosas bien.