Idartes rendirá homenaje a Roberto Burgos Cantor este domingo
Roberto Burgos Cantor se bajó de la tarima de Lectura Bajo los Árboles, hace apenas semanas, siendo amable con cada colaborador, agradeciendo con humildad por estar conversando sobre literatura para el público bogotano; sonreía con naturalidad, la tranquilidad parecía ser su sello. Sin embargo, luego de este evento cultural llegó la muerte, como en uno de sus pasajes literarios, sin imaginársela, cambiando el rumbo de la historia.
A sus 70 años, celebrados con una novela de amor desgarrado a su ciudad, con la cual obtuvo el Premio Nacional de Novela, titulada “Ver lo que veo”, cerró, hasta ahora su bibliografía, mientras publican un libro de cuentos póstumo el próximo 2019; pero no su obra, porque la muerte de un autor no es la misma de sus letras, estas, paradójicamente, hasta pueden beneficiarse del luto, darse a conocer más, llegar a quienes no las conocían.
Creyendo fielmente en la potencia de la obra de Burgos Cantor, el Instituto Distrital de las Artes – Idartes de la Alcaldía de Bogotá rendirá un homenaje este domingo 28 de octubre, en el Pícnic Literario que será realizado en el Jardín Botánico (de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.), con una lectura colectiva a viva voz de su obra, porque, como explica Alejandro Flórez, gerente de Literatura del Idartes, “la mejor forma de recordar a un escritor es leyéndolo. Mantengamos viva la memoria del gran escritor cartagenero leyendo su obra literaria”. Usted podrá asistir a este homenaje, leer, decirle hasta pronto al cuerpo del autor de manera simbólica, porque el alma y su literatura seguirán vivas, presentes. La cita será en el Aula Ambiental, un bello espacio del Jardín, en el que vivirá su voz literaria rodeada de naturaleza.
Sobre el autor
Roberto Burgos Cantor se graduó en Derecho, sin embargo, las letras lo atraparon, contar historias, escribir fueron su decisión.
Comenzó su carrera escribiendo cuentos para periódicos y revistas, desde la década de 1970, cuando apenas comenzaba a soñar con ser un autor.
Fue en 1980, cuando publicó su primera obra, el libro de cuento "Lo Amador", que se aventuró más seriamente a la vida literaria. Después, cuando el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Novela, llegó la popularidad, alternada con su labor de director del pregrado en Creación Literaria de la Universidad Central.
“Uno de los más grandes, ¡siempre!”, dijo al conocer la noticia de su muerte el escritor Juan Diego Mejía, director de Cultura de Comfama. A su vez, el editor Juan David Correa, publicó en sus redes: “Rober, buen viaje. Tu voz, tu familia, y tus libros, se quedan con nosotros. Este silencio es inevitable, pero también muy triste”.
Deja una producción literaria amplia, con géneros diversos, así como temas. En cuento: Lo amador (1980), De gozos y desvelos (1987), Quiero es cantar (1998), Una siempre es la misma (2009), El secreto de Alicia (2013). En novela: El patio de los vientos perdidos (1984), El vuelo de la paloma (1992), Pavana del ángel (1995), La ceiba de la memoria (2007), Ese silencio (2010), El médico del emperador y su hermano (2015) y Ver lo que veo (2017). Por su parte, en no ficción: Señas particulares: testimonio de una vocación literaria (2001). Finalmente, en literatura infantil: Juegos de niños (1999).