Idartes lamenta la ausencia de Samurái y su poesía
“Cantarle de frente a la calle/ Sin esperar nada a cambio y al contrario/ Ofrecerle música y cultura al vecindario”, era lo que el rapero Héctor Everzon Hernández, Samurái, había hecho desde 1997, como lo dejó escrito en su canción Dios nos libre, uno de los éxitos con los cuales sus seguidores lo recordarán en adelante, luego de que hoy fuera confirmada su muerte, por Medicina Legal y sus familiares, quienes reconocieron su cuerpo sin vida, tras su desaparición el pasado diciembre.
Samurai hizo parte de las actividades artísticas y académicas de la Alcaldía de Bogotá, programadas por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes, siendo además guía de muchos de los procesos que desde lo público se han venido liderando, en pro de apoyar al movimiento Hip-Hop.
Diana Avella, curadora del Festival Hip-Hop al Parque 2017, precisa que el Idartes acompaña a sus familiares y amigos en este momento de duelo para el movimiento hip hop de la ciudad. La confirmación de la ausencia del rapero es una gran pérdida para el género, en cuanto siempre se mostró como un líder que buscaba la paz entre los artistas y fans del ritmo urbano.
“Lamentamos enormemente la confirmación de la muerte de Samurái, a quien puedo definir como uno de los mejores letristas de Colombia, en el género Rap”, precisa Avella, para quien este artista, procedente de la localidad de Ciudad Bolívar, consiguió la notoriedad porque “basaba sus letras siempre en el Nadaísmo, en los poetas malditos. Su narrativa se consolidó totalmente distinta a la de los demás raperos, porque su rítmica, métrica y letras estaban estructuradas desde la poesía”.
Según explica, “los raperos normalmente están hablando del barrio, del gueto, de la vida, de la fiesta, pero no hay muchos que elaboren sus canciones desde la poesía, como sí lo hacía Samurái, quien además de rapero fue productor y poeta, creador del sello independiente Sangre Oculta Récords, a través del cual grabó los dos discos MC: Letras para el alma (2005) y Sangre sobre el pentagrama (2009), un mixtape junto a MCKano de Medellín titulado La edad de la demencia. Sus influencias fueron letras de escritores como Edgar Allan Poe, Baudelaire, Rimbaud y Nadaístas como Gonzalo Arango.
Siempre estuvo trabajando de la mano con Idartes para acompañar las decisiones relacionadas con el Hip-Hop, así como para agitar los corazones de los bogotanos con sus versos. Por su talento, este rapero fue Invitado Distrital 2014 al Festival Hip-Hop al Parque, en el que, haciendo homenaje a su trayectoria, el equipo lo eligió para que se subiera a la tarima como uno de los artistas estelares. Además, viajó a México para hacer parte de un intercambio cultural gestionado por el Idartes, estuvo presente en el programa Serenatas al Centro y llegó a los barrios de la capital junto al Escenario Móvil Armando de la Torre. El pasado 2017 colaboró como docente en el Taller de Composición del Festival, emocionando a los participantes con su sensible y poética manera de rimar vivencias, reflexiones, sentimientos, emociones.
“Fue un apoyo indispensable como canal de interlocución de lo que estaba pasando en el sector del Hip-Hop, acompañando nuestra parte misional, fue parte de esta entidad. El movimiento Hip-Hop reclama justicia, porque el mensaje de Samurái siempre fue muy pacífico”, concluyó la curadora de Hip-Hop al Parque 2017.