Herbario radial: al rescate de las tradiciones ancestrales
La riqueza de la naturaleza, un gran aporte desde hace varias décadas; un regalo para todos los que encuentran en las hierbas un toque de meditación, sanación y conocimiento.
Por un proceso personal, Lorena Hernández, del Colectivo Andariegos, ganador de una de las becas para la creación de radio comunitaria de CKWEB - Idartes, empezó a meditar con el sonido de las plantas, al sentir sus vibraciones y su melodía en la quietud, supo que la naturaleza tenía su lado sensitivo y sonoro, que de por sí el oído humano no alcanzaba a percibir, y que como por si fuera poco, su frecuencia sonora variaba dependiendo del lugar donde se encuentran plantadas, estando en lo urbano o en lo rural. Algo medible y audible gracias a la tecnología MIDI- Musical Instrument Digital Interface.
Con esta experiencia sensitiva de Lorena, y sumándole el trabajo que el Colectivo había desarrollado anteriormente con temas de patrimonio y soberanía alimentaria, continuaron evidenciando la riqueza sonora inexplorada de diversos territorios, fue así como vieron la oportunidad, con la beca, de continuar con la investigación de su Herbario Radial, y decidieron crear una cartografía sonora enfocada en tres territorios que tenían algo en particular: conservaban una parte de la ruralidad que es el 70% del territorio de Bogotá. Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz.
Este arte de curar con la naturaleza ha perdurado desde tiempos inmemorables, razón por la cual el Colectivo Andariegos centró su investigación en la fitoterapia, lo ancestral y lo sensitivo, ejes que le apuntan al bienestar del ser humano.
Lorena se asombra y piensa que es curioso, todo lo que está pasando con la coyuntura actual del COVID-19, porque precisamente Herbario Radial, la apuesta sonora de su Colectivo, trata sobre el uso de las plantas medicinales, y ahora más que nunca lo considera propicio frente a las necesidades de cada uno y como fuente de protección.
“No nos olvidemos de las plantas, de esa agua de panela con limón, ese jengibre, el anís con canela, estas plantas y semillas medicinales, nos pueden ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico, y todo este conocimiento que tienen nuestros ancestros, nuestros abuelos y comunidades campesinas es muy valioso y de gran aporte para lo que estamos viviendo”, anota Lorena.
Ella refleja de nuevo asombro, pues no puede creer lo oportuno que puede ser en estos momentos el contenido de su radio comunitaria dedicado a la fuerza de las plantas, para la soberanía alimentaria, la salud y la sanación mental. Considera que esta situación y la misma madre tierra nos están empujando a volver a esas prácticas tradicionales, a evocar ese tiempo donde se les daba más valor a las plantas.
“Con la radio comunitaria hemos logrado abrir puertas con todas las personas que se desempeñan en áreas como la soberanía alimentaria, los procesos patrimoniales, ancestrales y medicinales, como por ejemplo, los campesinos; es importante que la gente reconozca estas prácticas que aún se mantienen en el tiempo”, puntualiza Lorena.
Prácticas milenarias que se deben rememorar para no olvidar el territorio donde se vive, y conservar esas raíces culturales que impregnan de esencia a una región, así es como se mantiene el relevo generacional de un cúmulo de saberes.
“Fue muy interesante trabajar en estos territorios de ruralidad, ver que los jóvenes están muy arraigados a esas costumbres y aún las preservan. Aunque ellos tengan que desplazarse a la ciudad, no pierden sus raíces, y por el contrario, permanecen fieles a las tradiciones de sus abuelos”, concluye Lorena.
Este es un recorrido que invita a explorar lo maravilloso que hay más allá de lo acostumbradamente visible, un mundo donde la naturaleza prima e invita a retornar a lo esencial.
Por Lina Vásquez