Hacerse escritor en Bogotá: una entrevista con Yulieth Mora Garzón
En estos días Yulieth se dedica a sobrevivir, “como la mayoría”, dice. Considera que la categoría queer es una etiqueta para quitar etiquetas pero que pone otra encima. Si la gente la considera de esta manera no le molesta o incómoda; cree que todos estamos en movimiento constantemente.
Sobre su historia como artista son muchos los aspectos que pueden destacarse. Ha sido ganadora y finalista de concursos y premios literarios distritales, también nacionales. Y hay otro aspecto: buena parte de su trayectoria la ha realizado a través de talleres de escritura, entre ellos están tres Talleres Distritales de Escritura Creativa gestionados por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes a través de su Gerencia de Literatura y el programa Escrituras de Bogotá.
Yulieth Mora Garzón contesta esta entrevista sobre su experiencia en espacios dedicados a la creación literaria, que metodológicamente funcionan de manera grupal y que suelen estar dirigidos por autores con una experiencia amplia en las escrituras creativas. También cuenta sobre los temas que le obsesionan o que analiza a través de sus creaciones, y por supuesto de Movimientos involuntarios, novela que resultó de un proceso que comenzó en un taller de escritura.
¿Qué es lo que más te estimula a escribir en este momento?
Normalmente, no sé bien qué me estimula a escribir, tal vez es que quiero deshacerme de algo cuando escribo y quizá siento que lo logro cuando pongo punto final. Ahora, en una situación tan extraña como la que estamos viviendo me parece que el estímulo es borroso, rarísimo.
En uno de tus cuentos mencionaste a Margarita García Robayo. Decías que en esos días preferías leerla despacio. Esto me hace pensar en lo que García Robayo ha dicho en algunas entrevistas, que son pocos los temas que le obsesionan. Todo autor tiene estos temas sobre los que indaga y escribe. ¿En tu caso cuáles son?
El texto del que hablas es Machorra, lo escribí para la Revista DIEZ, una publicación LGBTI y que la revista Arcadia publicó en su portal. Por alguna extraña razón la revista decidió etiquetar mi texto como un cuento, pero lo que dice el texto no tiene nada qué ver con la ficción. Justamente, la homosexualidad es uno de los temas más importantes en lo que hago, es otro tema que me atraviesa, me rodea, me habita y me obsesiona.
Como en la literatura, los autores experimentan un momento bisagra que se traduce en un acontecimiento o en alguna idea que tuvieron. Cuéntanos cómo llegaste a la idea de Movimientos Involuntarios.
Cada vez que pienso en esto me doy cuenta de que la idea del padre ausente siempre estuvo ahí, porque es un tema que me atraviesa. Ahora, no sé si la idea de escribir un libro sobre el tema nació en un poema o durante algún torpe encuentro con mi padre pero cada vez que le echo un ojo a mis libretas encuentro la semilla en alguna anotación lo que quiere decir que la idea ha estado allí desde hace tiempo.
Los talleres de escritura tienen detractores. Sin embargo, para otros son espacios que propician el proceso creativo y de escritura. ¿Qué han representado para ti?.
En mi caso los talleres han sido vitales. Yo los veo como espacios de lecturas, de amigos, de literatura sin pretensiones. Yo empecé participando en el Taller Local de Suba en el 2014 y luego en los Taller Distrital de Cuento en el 2016 y el de novela en 2019. Allí tuve la oportunidad de conocer novelas, cuentos, autores, a los que seguramente hubiera llegado por mi cuenta, pero me hubiera tomado mucho más tiempo. De pronto, los detractores de los talleres no tienen tan claro que para gente como uno, tener clases cada semana con una escritora como Fernanda Trías, sin pagar un solo peso, es una oportunidad que no se presenta todos los días.
Movimientos involuntarios fue mi proyecto de novela para entrar al taller de Fernanda Trías. Lo trabajé durante todas las sesiones hasta conseguir un manuscrito final. La idea ya existía, hace años, pero solo el taller me dio la oportunidad y el ejercicio de ejecutarla y terminarla, porque una de las cosas que uno aprende en el taller es a hacer y a terminar.
¿Consideras que los talleres de escritura hacen a una persona escritora?
Hacer talleres de escritura no te hace escritor, pero te da disciplina, te abre caminos a nuevas formas y miradas, te brinda nuevos lectores, gente con sensibilidades similares a las que puedes acudir, son espacios para no sentirse tan solo leyendo y escribiendo.
¿Trabajas en algún proyecto nuevo?
Ahora mismo estoy trabajando un manuscrito de un libro de cuentos sobre mujeres y sus relaciones homosexuales. Y bueno, también producto de los talleres de Idartes creamos, junto a unos amigos, Mil por Mil, un colectivo de publicaciones emergentes. Recientemente, publicamos la segunda edición de 20 textos de escritores emergentes. Son descargas gratuitas y puedes enviarlas a través de WhatsApp las veces que quieras. Lo que hacemos es serio, pero no somos una editorial, ni una máquina de publicaciones, nos tomamos nuestro tiempo para hacer lo que se nos dé la gana. No tenemos agenda, ni miedo, ni nada que perder. Así que con seguridad vendrá la tercera edición completamente diferente a la anterior.
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La Gerencia de Literatura del Idartes celebrará el sábado 11 de julio el Encuentro Distrital de Escrituras Creativas, que tradicionalmente tenía como invitado principal a un escritor o escritora con reconocimiento en el sector editorial. Este año los invitados principales serán los estudiantes de los Talleres Distritales de Escritura Creativa del primer semestre de 2020, quienes dialogarán con sus respectivos directores de taller sobre sus procesos de creación. El evento será a través del Facebook del Idartes a partir de las 4:00 p.m. y hasta las 6:00 p.m. Este evento marca también el inicio de la Red de Talleres Locales de Escritura que tuvieron inscripciones abiertas hasta el 6 de julio.
Yulieth Mora Garzón (Bogotá, 1992) es comunicadora social y periodista, y especialista en creación narrativa de la Universidad Central. Obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2017 con su libro de cuento La Mara (Editorial Universidad Central). Ganó el Premio Distrital de Cuento Ciudad de Bogotá 2018 (con un relato publicado en Cuentos Seleccionados II, Cangrejo Editores) y fue finalista del VIII Premio Nacional de Cuento La Cueva 2019. Recibió una mención de honor en el Concurso de Cuento Relata 2017 (Antología Relata. Crónica, cuento, novela, dramaturgia, poesía y opinión, Taller de Edición Rocca). Recientemente, publicó su primera novela Movimientos involuntarios (Editorial Milserifas). Es cofundadora de vidasenobra.com y el colectivo Mil por Mil.