Formando líderes, transformando sociedades
Andretti Menjura es un líder, habitante de Ciudad Bolívar, lleva toda su vida viviendo en esta localidad, recuerda que llegó aquí cuando solo existían tres barrios y no contaban con servicio de agua potable, ni energía, ni transporte público.
Hoy en día tiene 29 años y vive exactamente en el barrio Bella Flor de la localidad. Es profesional graduado de trabajo social y su historia de vida es admirable, pues a raíz de un accidente que tuvo, ha forjado su liderazgo y ayuda a la población infantil y adolescente de Ciudad Bolívar a erradicar de manera práctica y pacífica la problemática social que afrontan de violencia y pandillismo.
“Soy una persona en condición de discapacidad por un accidente que tuve a los 18 años, me pegaron unos tiros y quedé en silla de ruedas, la verdad quedé muy mal, pero poco a poco me he recuperado, estoy bien, me capacité, me rehabilité y la idea es mostrarle a la gente que una discapacidad no es física sino mental, entonces la silla no ha sido impedimento para hacer lo que quiero. No me gusta que me traten de pobrecito, ni invalido, al contrario me gustan los retos, superarme y demostrarme a mí y a las personas que una discapacidad no limita a nadie”, afirma Andretti.
Su historia de liderazgo se remonta a los tiempos en los que su mamá hacía parte de la Junta de Acción Comunal como conciliadora y él la acompañaba, ya que las reuniones se realizaban en su casa. Andretty empezó a conocer por su cotidianidad cómo funcionaban estos mecanismos de organización barrial y en la medida que fue pasando el tiempo sus amigos lo incentivaron para que hiciera parte de la Junta en el rol de presidente, pero él no era muy crédulo, pues aseguraba que no le gustaban esos temas, hasta que llegó el momento en el que tomó la decisión y asumió el reto, contando con el respaldo de la comunidad.
“Esta experiencia para mi fue una escuela, porque a pesar de que acompañaba a mi mamá y conocía algunas cosas, sentía indecisión porque nunca había ido a una alcaldía a hacer una gestión, ni a una institución pública, ni privada. Mi trabajo era otro, pero cuando asumí el reto empezamos a trabajar en equipo y nos fue muy bien. Con la gestión logramos legalizar el barrio, trajimos el colegio distrital, se realizaron pavimentaciones y legalizamos los servicios públicos, además hicimos parte del proceso para hacer posible la creación del Parque Illimani, que es el principal de la localidad. En la parte social también realizamos un trabajo interesante, ya que para esa época había incidencia del paramilitarismo en la parte alta de Ciudad Bolívar y con diferentes acciones empezamos a trabajar en pro de la defensa, la vida y la seguridad de los jóvenes”, afirma este líder.
Pasado el tiempo llega el momento en que Andretti debe dejar su rol de presidente de la Junta de Acción Comunal, sin embargo no quería apartarse del proceso social construido con los jóvenes y los niños, y es así como decide conformar la fundación Nugesi 21 - Nueva generación siglo 21, con asesoría del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal - IDPAC.
Esta fundación centra sus esfuerzos en la formación de líderes para transformar sociedades, y hace un despliegue de innumerables estrategias orientadas en la educación, la cultura y el deporte con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes bajo el lema "Ciudad Bolívar no es como lo pintan sino como nosotros la pintamos". Entre sus principales estrategias se encuentran la Escuela de Artes Integrales en la que se crean relaciones interculturales donde los jóvenes, niños y adolescentes entre los 8 y 26 años de edad se apropian de espacios de formación en el teatro, audiovisuales, inglés, hip hop, break dance, dibujo y diseño. Asimismo cuenta con la Ruta de la Esperanza una iniciativa que nace cuando comenzaron a construir el Transmicable; una apuesta para generar turismo cultural y al mismo tiempo cambiar la percepción de imagen de la localidad.
“Cuando nos surgió esta idea comenzamos a investigar los procesos que se llevan en la comuna 13 de Medellín y en las favelas de Brasil, queríamos tener algo similar en Ciudad Bolívar y fue así como empezó todo; se empezó a materializar, ya vamos para el tercer Festival de la Ruta de la Esperanza, después de que pase la pandemia. Con esta iniciativa hemos logrado hacer turismo comunitario e incentivar diferentes emprendimientos en la localidad”, señala Andretti.
Para Andretti gracias al arte y la cultura se han logrado realizar grandes transformaciones en los territorios, pues asegura que son herramientas que tienen cabida en todas las poblaciones, niños, jóvenes, adultos, madres, abuelos etc., y esta ha sido la mejor manera de enfocar la mayoría de sus acciones en la fundación. Mediante estos elementos han encontrado un recurso para contar historias que acerquen a locales y visitantes a ver las potencialidades que tiene la localidad.
La fundación Nuguesi 21 es una de las organizaciones que la Línea de Arte y Memoria sin Fronteras del Idartes, quiere fortalecer y vincular sus proyectos para el cuatrienio, aunando esfuerzos que le permitan al arte y a la cultura romper barreras para una verdadera transformación social.
"Me parece interesante esta estrategia trasversal del Idartes de apoyar y visibilizar a las organizaciones y diferentes colectivos que trabajamos por el bienestar de toda la comunidad”, concluye Andretti
Por Lina Vásquez