Instalación en la terraza del Planetario de Bogotá
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Estímulos sonoros y visuales alrededor de la conductividad

Socialización de resultados del laboratorio La conductividad como fuerza natural: energía creadora de mundos audibles y visibles.

El colectivo CasaQuemada,  integrado por David Esteban Gil, Elsa Quicazán, Diego Castaño y Daniel Buitrago, junto a los participantes del laboratorio La conductividad como fuerza natural: energía creadora de mundos audibles y visibles, se tomaron la terraza del Planetario de Bogotá el pasado 16 y 17 de agosto por medio de  una instalación interactiva, la cual fue desarrollada a lo largo del proceso del laboratorio.

En la instalación, se considerarón aspectos de  la arquitectura efímera, el videomapping y el uso de kokedamas interactivos, las cuales reproducían estímulos luminosos y audibles, así como esculturas paramétricas del negativo y el positivo de una crisálida.

Terraza del Planetario de Bogotá


El laboratorio, proyecto ganador de la Beca Plataforma Bogotá en arte, ciencia y tecnología 2021, contó con sesiones práctico-teóricas a lo largo del mes de julio, en las que se exploraron la conductividad eléctrica de la materia orgánica e inorgánica, la construcción de instalaciones efímeras, la programación para realizar mapping, iluminación y sonido.

El software MyDMX explorado, contó con protocolos MIDI y DMX, interfaces digitales para elementos lumínicos dimerizables e instrumentos musicales. Asimismo, también se implementaron desarrollos con Arduino Leonardo, tarjetas que  permiten conectar señales digitales a dispositivos análogos,como sensores de diferentes tipos

En el laboratorio también se abordaron temáticas como la historia y usos de la arquitectura efímera en espacios públicos, la programación y deconstrucción musical, desarrollos de la arquitectura paramétrica en el software Rhinoceros y Grasshopper, programas que permitieron generar algoritmos paramétricos que fueron modelados en visualizaciones 3D. 

“El proceso en torno a las temáticas de estudio exploradas dentro del laboratorio le permitió a los participantes el desarrollo y construcción de forma colectiva de una instalación artística en la que se programaron distintos elementos para lograr generar interacción por parte del público. Esto se hizo con el fin de generar una exploración sensorial que permitiera reflexiones en torno a nuestra relación física con el universo que nos rodea”, afirma CasaQuemada. 

Proyectos del laboratorio.

Instalación artística con kokedamas.

Kokedama

Las kokedamas instaladas fueron cableadas y programadas, con el propósito de generar un componente interactivo. Al tocarlas, las plantas generan estímulos luminosos y audibles, como sonidos de tormenta. Este proceso se logró por medio del control del software DMX, a través del Arduino Leonardo y la construcción de una red eléctrica, que incorpora la materialidad del cuerpo humano como parte de un solo circuito eléctrico. 

Escultura paramétrica del negativo y positivo de una crisálida.

Escultura paramétrica

 

Por medio de algoritmos se creó una crisálida interactiva en tecnología CNC –control numérico por computadora- por medio de los programas Rhinoceros y Grasshopper, la cual se iluminaba al entrar en contacto con ella. 

Proyecciones de videomapping.

Arquitectura efímerA

Durante el laboratorio se crearon piezas audiovisuales, las cuales  fueron proyectadas en la superficie exterior del domo del Planetario. Como parte de este componente audiovisual se creó un sistema de circuito de video en tiempo real, el cual permitió al público interactuar con lo que sucedía ahí mismo. 

Túnel de acceso.

Los participantes del laboratorio diseñaron, desarrollaron y construyeron una arquitectura efímera, la cual dio  acceso a la terraza,  utilizando materiales reciclados, e instalando componentes interactivos, como las kokedamas.

El laboratorio La conductividad como fuerza natural también contó con la participación de invitados como Fabián Aristizábal, arquitecto enfocado en el desarrollo de instalaciones paramétricas, quien asesoró a los participantes en el desarrollo de la crisálida; Edilberto Fonseca, músico experimental que trabaja con el sonido y sus posibilidades de configuración armónica, quien desarrolló un taller de apreciación musical; y Pedro Luis Mendoza, productor creativo de contenidos audiovisuales y experiencias interactivas en el espacio público, quien ayudó a los participantes a utilizar software para transformar estímulos táctiles o sonoros a respuestas luminosas y/o sonoras.

En este laboratorio participaron: Jenniffer Silva, Carlos Andrés Ardila, Hugo Alberto Trujillo, Laura Paola Herrera, Jose Guillermo Paiva, Ignacio Aury, Ana María Ramirez, Omaira Andrea Joya, Sule Damaris Suarez, Juanita Prieto Macia, Frank David Velasco, Andrea Paola Salamanca y Juan David Ballén.