Delio Escamilla
Crónicas

La estatua humana, un artista en espacio público 

Es la historia de Delio Escamilla, un artista que con su performance le da vida a la carrera séptima.

Al caminar por las calles de Bogotá, se vive una ciudad dinámica, llena de los contrastes propios de las metrópolis, donde los ciudadanos pueden hacer uso y disfrutar de los espacios públicos y las diversas actividades que en ellos se desarrollan. Salir a la calle es una experiencia que invita a relacionarse con los demás y con la ciudad. En ese espacio, que es de todos, se encuentran también quienes cotidianamente comparten su talento en la calle. Son artistas que dinamizan el recorrido diario de los ciudadanos y brindan experiencias de arte, música o teatro que les permiten a los transeúntes interactuar en el espacio público de una forma más amena, agradable y reglamentada. 

Este es el caso de Delio Escamilla,  un hombre de 43 años oriundo de Mariquita, Tolima, que se desempeña como artista en el espacio público en la famosa carrera séptima de Bogotá, ejerciendo su actividad como estatua humana del popular videojuego Halo.

Delio llegó en el año 2000 a Bogotá por casualidades de la vida, pues fue enviado a la capital como delegado de la pastoral juvenil y realizó este viaje sin pensar que se iba a instalar en Bogotá de manera permanente. 

La mayor parte de su vida la ha dedicado a dos dimensiones; la dimensión artística y cultural y la espiritual. “Desde siempre me ha gustado el arte dramático, he trabajado en puestas en escena, me gusta la declamación y el poema llanero.  De hecho, durante esta pandemia me he dedicado todas las tardes a subir mis poemas y declamaciones a Facebook.  Me gusta mucho la parte cultural, los títeres, las marionetas, todo lo que tiene que ver con el arte en pro de generar una conciencia cultural.  Por el otro lado he trabajo toda la vida la dimensión espiritual, me dedico a procesos espirituales de convivencias en algunos colegios”, afirma Delio al mencionar que, por la actual pandemia, no ha podido salir en los últimos meses a desempeñar su rol de estatua humana en el espacio público y mientras tanto se dedica a su otra pasión la poesía. 

Al preguntarle por el origen de su quehacer como estatua humana, se le vienen gratos recuerdos a su mente, pues evoca su oficio anterior de mimo y dice que gracias a un gran compañero empezó amar esta labor que hoy en día es su pasión. “Antes de ser estatua humana, trabajé como mimo, en varias partes de Colombia, hasta que en una ocasión por el año de 1996 me encontré un gran compañero en la Dorada, Caldas, y es con él donde por primera vez yo empiezo a ver un trabajo de estatua humana, la verdad no había visto eso nunca hasta ese momento”.  

Delio destaca que fue algo curioso cuando él se encuentra por primera vez con este oficio, ya que se contagia de una fiebre artística. Comenta que ese día llegó al hotel y permaneció alrededor de tres horas mirándose al espejo tratando de imitar la estatua humana. De ahí surge su  idea artística con la que interpreta a Halo, personaje de videojuegos de ciencia ficción. 

Este artista, producto del auge que tiene en las calles de la carrera séptima, asegura que aprecia este personaje, pues se da cuenta que tiene una estrecha relación con niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. 

“Tengo experiencias muy bonitas con este personaje, me acuerdo un día en el que un joven se quiso tomar una foto con la estatua humana de Halo y se puso a llorar, y yo le preguntaba ¿Hermano usted por qué llora? Y él me dijo 'es que usted me acuerda a mi infancia porque yo perdí el año jugando Halo, para mí ese videojuego era una adicción'. Es algo muy bonito y gratificante”, asiente Delio. 

Entre las figuras de estatua humana que ha recreado, además de Halo, destaca un Marqués y el performance de Michael Jackson que retomará una vez pase la cuarentena y pueda retornar a la carrera séptima, espacio que para Delio, como para muchos otros artistas, que ejercen en las calles se conjuga con un encuentro de nuevos y diversos mundos donde confluyen las diferentes expresiones del arte y la cultura.

Es así como este artista describe un espacio público, que para él más que ser fuente de ingresos es el lugar donde ha hecho más amigos. “Para mi la séptima es magia, es sueño, es un encuentro de cultura, es untarnos de arte.  Ir a la séptima es encontrarse con el pasado, con el presente y con el porvenir.  Pasar por este espacio es untarse de una cantidad de artistas que detrás de sus trajes están sus historias ¡Nuestras historias! Algunas tristes, otras alegres. Darse uno una caminata por este sitio emblemático para Bogotá es sencillamente volver a su infancia; cuando vemos al que está jugando trompo, al que maneja la coca con tal perfección, es ver al rapero, al bailarín, a las estatuas humanas, en fin. La séptima significa recorrer cuadra a cuadra escenarios artísticos”, puntualiza. 

Sin embargo, dada la contingencia que se enfrenta a nivel mundial, Delio como muchos artistas más que hacen uso adecuado del espacio público bajo la regulación del Idartes, no pueden salir a las calles a ejercer su oficio, razón por la cual en el marco de la estrategia Bogotá Solidaria en Casa de la Alcaldía Mayor, se eligieron algunos artistas en espacio público que presentaban mayor vulnerabilidad, y fue así como se le brindó un apoyo económico a Delio como respaldo a su situación.

“Para mi fue motivante cuando me llaman de Idartes unos días atrás y me dicen que había clasificado para una ayuda económica por motivo de la pandemia. Ese gesto a mi me motivó y me lleno mucho de orgullo; le tengo tanta gratitud a esta institución que vela por nosotros, y encarna las necesidades de los artistas, sobre todo de los artistas que carecemos de apoyo y no tenemos asegurado el diario vivir”. 

Al referirse al espacio público y al Idartes, Delio asiente que esta es una entidad que le ha aportado mucho, y no solo de forma económica, si no por la credibilidad que tiene, por darle categoría y valor a los artistas que dinamizan día a día las diferentes calles de Bogotá con arte y cultura.

“El apoyo que yo he sentido por parte de Idartes es el ser reconocido por una institución tan seria, tan prometedora; que me hayan dado la oportunidad desde hace más o menos 12 años empezar un proceso. Ha sido muy bonito sentir ese apoyo y ver la constante preocupación que tiene la institución por organizarnos y crearnos espacios de participación donde nosotros los artistas de calle aprendamos a integrarnos, a convivir en medio de cada trabajo artístico”, concluye Delio al manifestar que el instituto se ha encargado de darles un respectivo permiso para ubicarse en ciertos espacios, sin problema de que venga la policía a impedirles que trabajen libremente. 

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Sobre la regulación

El Instituto Distrital de las Artes -  Idartes y la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte - SCRD reconocen el valor del espacio público y su relación con las actividades artísticas como un activo que fortalece la ciudad y genera, con acciones corresponsables, nuevas maneras de disfrutarla. Es por ello que con el fin de concebir una ciudad incluyente, la administración distrital le ha apostado a regular la actividad de los artistas que usan el espacio público como escenario con el fin de garantizar su circulación y salvaguardar sus prácticas artísticas, para que estas gocen de protección y se relacionen de manera armónica con el entorno, propiciando el pensamiento colectivo, gracias a la generación de procesos corresponsables, coordinados y concertados entre los distintos actores involucrados.

Todas las personas que sean artistas y quieran hacer un aprovechamiento económico del espacio público, podrán encontrar en Instituto Distrital de las Artes  y la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte toda la asesoría para que conozcan la regulación y hagan parte de una ciudad incluyente bajo un nuevo contrato social que reivindique el valor de las artes en la ciudad.