Proyección en Cinemateca Distrital

Diana y un día de cine que rompió la rutina

Idartes habló con una espectadora de la Cinemateca Distrital

En la tarde del 27 de junio, en la Cinemateca Distrital de Bogotá, la novedad eran los espectadores que estarían en ella, además del motivo que los congregaba, en un escenario que poco o nada suelen visitar.

La cita fue a las 4:30 p.m. y la película seleccionada: Amalia la secretaria. Poco a poco fueron llegando estos espectadores, invitados por la Alcaldía de Bogotá, quienes arribaron con una pinta que sólo los acompaña a la llegada y salida de su trabajo, el resto de la jornada cargan botas, overol y casco para su protección … eran los obreros y colaboradores de la  construcción que se alza en la rotonda de la carrera 3ª entre calles 19 y 20, con un área de 8.500 metros cuadrados y que promete ser el Centro Cultural de las Artes Audiovisuales de la ciudad, la Nueva Cinemateca de Bogotá.  

La película inició pasadas las cinco de la tarde y terminó a las siete de la noche. Mientras transcurría la película algunos colaboradores salían a llenar su bolsa con más crispetas, porque la invitación fue, como ellos mismos dijeron “con todos los juguetes”.  

Algunos se fueron antes, porque vivían muy lejos, y esto les impidió esperar hasta el final de la película, se despidieron de sus compañeros sin saber sí Amalia, protagonizada por la actriz Marcela Benjumea, rompería su rutina aceptando la invitación de Lázaro, personificado por el reconocido actor Enrique Carriazo.  

Pero Diana Vanessa López sí esperó hasta el final, ella se sentía identificada con Amalia, porque sus días son rutinarios entre la obra y su casa. Diana vive en Soacha, tiene 32 años, es de Barrancabermeja - Santander, y desde el 2007 trabaja en seguridad industrial, “me gusta mi trabajo porque aprendo de mis compañeros y además cuido a las personas”, cuenta.

Diana vive sola en Soacha, tiene un hijo de 4 meses Axl Stiven Cajamarca (nombre en honor al vocalista de los Guns N' Roses), él no vive con ella porque el clima de Bogotá lo enferma y en un acto de amor lo mandó a vivir con su mamá a Barrancabermeja. Pero en Barranca no son sólo ellos dos, los acompaña Peluchín un perro mini Schnauzer que le regaló su mamá cuando Diana tenía tres meses de gestación, tan pronto se conocieron Peluchín consiguió el milagro de la primera patada de Axl en su vientre.


“Apenas se acabe el proyecto de la Cinemateca lo primero que voy a hacer es ir visitar a mi hijo, aunque estoy tratando de viajar antes ojalá el festivo de julio. Para llegar a Barranca son diez horas de viaje por carretera me da emoción pensar que voy a alzarlo, abrazarlo, besarlo y también a mi mamá”.

 

Fachada cinemateca Distrital

 

¿Cuál fue la última película que vió en una sala de cine?, fue la pregunta siguiente. Ella dijo que “fue el 19 de junio de 2017, vi Rápidos y Furiosos”, la exactitud de su respuesta genera curiosidad, ante lo que da curiosidad saber por qué la tiene tan clara: “Ese día fuí con el papá de mi hijo, la relación fue bonita hasta que duró, él se alejó, se desentendió de nosotros, pero yo soy feliz con Axl, el papel de papá y mamá lo disfruto mucho porque mi bebé es mi motor”.  

Rápidamente cambia el tema, para que no se le borre la sonrisa que ha tenido desde el inicio de la conversación. ¿Estando en la obra se ha soñado cómo se vivirá este lugar el día que lo entregue Idartes?, es una nueva pregunta para Diana, quien responde que “va a ser muy lindo, ahí se va a generar cultura y cine, no sólo para colombianos sino para turistas. También me imagino a los universitarios, a las familias, a los papás enseñándoles a sus hijos sobre la cultura de Bogotá y las películas que se van a proyectar”.  

Llega el momento de la despedida, casi a las ocho de la noche, y ninguno de sus compañeros la está esperando. Ella tiene que caminar hasta la estación Universidades de Transmilenio. Mañana su día iniciará a las 4 de la mañana, se movilizará en el transporte público y terminará a las 8 p.m., el turno esta largo para poder adelantar la obra.

Diana asegura que todo deja una enseñanza: “el día que termina sino aprendimos algo es como si se hubiera perdido, hoy con la película aprendí que a una persona rutinaria le puede llegar otra que le cambie el mundo”.