DC en Vivo termina su primera temporada con gran
El programa DC en Vivo que se realiza a través del Idartes, ha significado una gran oportunidad para la administración de Enrique Peñalosa en su intención de dinamizar el sector de la música en vivo de Bogotá y fortalecer la designación de Bogotá como Ciudad Creativa de la Música, otorgado por la UNESCO en 2012. En esta primera temporada del programa que se realizó en el segundo semestre de 2017, se fortaleció la escena musical de la capital mediante más de 80 conciertos de 38 agrupaciones musicales de distintos géneros, en 16 Escenarios de Música en Vivo – EMV, ubicados en la mayoría de las localidades de la capital.
Además, el programa se ha enfocado en brindar una oferta académica contundente para suplir las principales necesidades de formación presentes en el sector. En esta primera temporada se realizaron un total de cuatro talleres DC en Vivo, en los que se beneficiaron más de 140 agentes entre representantes de escenarios, organizadores de eventos y músicos. Así mismo, se programaron varios encuentros networking entre agentes del sector de la música, con el objetivo de propiciar la creación y el fortalecimiento de relaciones profesionales, a estos asistieron más de 130 personas.
Los 16 escenarios de música en vivo dedicados a la cultura y el entretenimiento en la capital no sólo tuvieron en sus tarimas a los músicos seleccionados, sino que sus instalaciones sirvieron de salones de clase en los que se dictaron ocho módulos de capacitación con temas como la gestión de patrocinios, las alianzas con marcas, los modelos de negocio, la coproducción de eventos musicales, la articulación y la agremiación.
Las voces de los escenarios
“Es un apoyo muy interesante para los espacios como nosotros. Pudimos escoger músicos de muy buen nivel para que tocaran en nuestro escenario y tuvimos acceso a capacitadores profesionales, que nos enseñaron a desarrollar ideas nuevas”, dice Jean Christophe Vandekerckhove encargado del escenario A seis manos, un lugar ubicado en el centro de la ciudad donde no sólo hay música, sino exhibiciones de arte y todo tipo de eventos culturales.
Por su parte, José Armando García, propietario de Son Salomé, un tradicional sitio dedicado a la salsa, afirma que DC en Vivo significó un reconocimiento a este tipo de establecimientos por parte de la Alcaldía que, según él, estaban olvidados. “La divulgación que se hizo de estos eventos nos ayudó a ser más visibles y nos recordaron muchas cosas que se nos escapan en la parte práctica de hacer en un evento, relacionados con la legislación, nuestros deberes, derechos y con el Código de Policía”, manifiesta.
Con él concuerda Oscar López, de Canterbury, ubicado en la localidad de Kennedy, un bar que ideó el Festival de los Cuentos Musicales de Canterbury, “La experiencia ha sido positiva porque ayuda a la profesionalización del oficio de producción de eventos de la música en vivo, tanto para las agrupaciones como para los programadores y gestores musicales”, asegura.
Los estímulos económicos que entregó el programa a estos escenarios no sólo permitieron las presentaciones en vivo de artistas, sin que los EMV asumieran el costo de sus honorarios, sino que generaron otras dinámicas de distribución y producción. Por ejemplo, RPM Records, una tienda de discos en la que se programan varios conciertos a la semana con entrada libre para el público, gestó un proyecto llamado Audiofilia en el que por mutuo acuerdo tres de las agrupaciones vinculadas a DC en Vivo: La Paralela, V for Volume y Whites, sumaron estos estímulos económicos para grabar un disco en vivo, en el marco de sus shows del programa, con la colaboración de patrocinadores de la empresa privada.