Mujer en performance de danza

“La danza nos brinda otra manera de ver el cuerpo”, Juana del Mar

La artista escénica bogotana Juana del Mar, habló con Idartes sobre su experiencia como residente en danza en Barcelona.

Juana del Mar Jiménez, artista escénica bogotana, se ha dedicado a la danza contemporánea durante más de 10 años, desarrollando una propuesta escénica a partir de la danza y el performance, lo que la ha llevado a trabajar con diferentes directores y artistas nacionales e internacionales como Romany Dear.

Cofundadora de la Compañía Maldita Danza, en los últimos dos años empezó un enfoque más individual con vistas al performance desde lo interdisciplinar. “Si bien me dedico a la danza, en este momento busco interactuar con otras artes como el audiovisual o el sonido; me interesa explorar el sonido como elemento corporal y escénico”, explica.

Fue ganadora de la Residencia Artística Internacional en Danza 2018 del Instituto Distrital de las Artes - Idartes, que se realizó en el Centro de Creación Graner, ubicado en Barcelona, España. Esta beca contaba con las gestiones correspondientes como hospedaje y acompañamiento artístico, algo que la diferenció de los demás estímulos de este tipo, en donde es el participante quien debe gestionar todo. Consulte aquí el portafolio de estímulos en danza.

Juana habló con Idartes sobre su experiencia en España.

¿Cómo fue el proceso de postulación para la residencia?

Me postulé con el proyecto Descíframe, divide x 2, toma tu parte y huye, que es un aforismo que acompaña un collage que hizo mi papá. Me interesó utilizarlo como técnica plástica para pensarlo desde la danza, entonces desde este título hablar sobre la identidad y cómo esta se transforma en el encuentro con el otro.

Para la residencia convoqué a la bailarina española María Carbonell, a la artista visual Violeta Mayoral y en el proceso se unió el realizador Andrés Arismendy. Me interesaba un proceso interdisciplinar, generar este intercambio cultural y poder indagar en la identidad de cada uno. María y yo nos encargamos de la puesta en escena y Violeta y Andrés de la propuesta visual.

¿Qué tal la experiencia en Barcelona?

La acogida del Graner fue muy positiva porque tiene todas las condiciones para que un artista pueda dedicarse a crear. Es un espacio en el que hacíamos residencia y dormíamos, era un trabajo súper intenso en el que la convivencia se volvió una metodología de creación, donde terminamos haciendo una puesta en escena, un video danza y un video de tipo experimental.

Lo que propuso Violeta era una relación entre María y yo a través de Skype, en donde interactuábamos siguiendo las indicaciones que Violeta nos daba. El habitar el espacio desde otro lugar nos permitía entrar en estados diferentes, de alguna manera más escénicos, y lo que surgió de estas llamadas fue una especie de documental experimental.

Al final resultaron siendo como tres piezas: la puesta en escena, las llamadas por skype y el video danza. Fue un vuelco interesante porque nos hizo pensar en la manera de unir varios lenguajes, pero nos faltó tiempo.

 ¿Por qué es importante fomentar los intercambios culturales desde las entidades públicas?

Reivindica, fortalece y evidencia los procesos de danza en el país. También nos da la posibilidad de poder compartir los procesos que ocurren en Colombia y en Bogotá, discutirlos en otros contextos y reivindicar la importancia de la danza bogotana expandiéndola a otros espacios.

Es muy importante no perder el entusiasmo y quitarse miedo a proponer. Hay muchas cosas que por nuestras condiciones culturales y sociales no se viven en otros lugares, cosas que en otros contextos no son motivos de creación o preocupación. Es interesante ampliar esas preguntas y ponerlas a jugar en otro contexto.

¿Cómo lograr que el público vea a la danza no solo como una opción de agenda cultural sino también como una profesión?

Somos un país que baila y que tiene muchas fiestas, debemos lograr ampliar la mente del espectador mostrándole que hay lenguajes interdisciplinares y contemporáneos. Debemos extender un poco la idea de qué es la danza y qué se espera al ir a un espectáculo de estos.

La danza contemporánea, sobre todo, no tiene mucho público, no se trata solamente de ir a ver un espectáculo, también nos brinda otra manera de ver el cuerpo. Si bien la danza es ante todo goce, también nos permite reflexionar acerca del cuerpo desde otros puntos. Además, es un lenguaje que reúne muchas artes por lo que ofrece experiencias estéticas, sonoras, sensoriales, etc.

Si bien en Colombia hay una escena fuerte en folclor, está bien ampliar esa visión y darle la oportunidad a otros lenguajes escénicos, a otros géneros que nos brindan otra mirada del cuerpo. La danza cumple esa labor y por lo tanto debe ser reconocida como una profesión.

¿Cómo se ve al artista colombiano desde afuera?

Para los colombianos que nos hemos formado en el país seguramente nuestra destreza más fuerte no es la técnica, como sí lo es la de los bailarines europeos. No obstante, por el contexto en el que vivimos, hemos creado un lenguaje muy particular que tiene que ver con la recursividad.

Acá estamos acostumbrados a hacer de todo, porque uno es bailarín pero también hace las luces, la música, entre otras cosas. Claro, está bien poder dedicarse solo a la danza, pero la ventaja del artista escénico colombiano es que tiene un conocimiento muy amplio, lo que se nota en las propuestas creativas que son muy bien recibidas al crear un lenguaje diferente.

¿En qué proyectos está trabajando?

Continúo con el proceso que hice en Barcelona, pues esta metodología resonó como una investigación más amplia. Por esta razón invite a la artista Romany Dear, con el interés de seguir provocando intercambios que retroalimenten la inquietud por la identidad, aquello que nos identifica, que se vuelve un sello cultural,  y reconocer en qué momento eso deja de ser propio, se vuelve universal y genera así el encuentro.

Actualmente soy coreógrafa y bailarina de la Beca multidisciplinar de Idartes con la compañía ATi-erra, y estoy trabajando con un director austriaco en un proyecto de videodanza. Finalmente, ando gestionando una invitación a Minako Seki, coreógrafa y bailarina japonesa, que participará en un intercambio con la Universidad de los Andes en donde dará un taller en mayo.

Una invitación para que las personas participen en el portafolio de estímulos:

Los invito a todos a que se avienten a participar, que sus propuestas sean escuchadas. No soy muy partidaria de que todo está arreglado porque la verdad yo me he aventado a participar con propuestas individuales, ha sido muy grato y chévere poder hacer proyectos financiados y reconocidos por una entidad como Idartes.

 

Juana de Mar Jiménez /Demo

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