Hernán Cortés y parte del grupo de músicos emberá
Crónicas

Cuando la música sobrepasa las barreras del lenguaje

Un artista formador y un grupo de estudiantes que no hablaban el mismo idioma, encontraron en la música una herramienta para entenderse.

Hernán Cortés Vergel es músico de profesión y hace más de seis años que está vinculado al Programa Crea del Idartes. Sin embargo recuerda el 2017 como un año especialmente prolífico y un claro ejemplo de cómo una adversidad puede convertirse en motivo de una gran dicha, dependiendo del ángulo desde el que se la mire.

“Fue un año bastante productivo, yo creo que más para mí que para ellos, porque aprendí muchas cosas de su cultura”, dice Cortés cuando empieza a narrar el proceso creativo gracias al cual fue posible hacer una grabación sonora de la música emberá en la que se reflejan las tradiciones ancestrales de este grupo étnico.

Y es que en esa época, Hernán estaba vinculado a la línea Converge Crea del Programa Crea del Instituto Distrital de las artes - Idartes, la cual genera procesos de transformación social en poblaciones diferenciales. Así, tuvo entonces la fortuna de ser asignado para trabajar mancomunadamente con la comunidad emberá.

Pese a la emoción que le generó al artista formador la noticia, al principio, las barreras del lenguaje verbal le parecieron inquebrantables. “Infortunadamente hubo un problema de comunicación verbal porque muchos no entendían el español y yo no entendía el emberá y la única comunicación que teníamos era a través de la música”, indica Hernán.

De hecho, el artista formador recuerda que el primer encuentro de trabajo resultó ser un gran desafío del que casi no sale victorioso. “La primera sesión fue catastrófica, no sabía qué hacer (…) Un complique porque no me podía comunicar con ellos. Posteriormente y gracias a mucho esfuerzo y a un compañero de ellos, logramos interactuar a través de un español un poquito malo”, explica Cortés.

Pero precisamente allí, en la dificultad para entenderse con palabras y gracias a la capacidad de transmisión que tiene la música, el artista formador y la comunidad encontraron un punto de convergencia para hacer de las sesiones de música y danza, toda una experiencia sensorial que transgredió los límites de la verbalidad.

“Hubiera sido interesante poder interlocutar con ellos en alguno de los dos idiomas pero se posibilitó a través de otro lenguaje, que es el lenguaje musical y gracias a él, nos pudimos comunicar y lograr un resultado interesante”, añade Hernán Cortés.

Según explica el artista formador, la idea inicial era realizar las sesiones de música aparte de las de danza que estaban a cargo de su colega Lady Álvarez. Sin embargo, la comunidad emberá tuvo una idea más ambiciosa en la que ambas disciplinas se articulaban perfectamente.

“El espacio era que cada uno trabajara su área en un espacio diferente pero se nos dio la posibilidad de que apenas empezaba a sonar la música, las compañeras emberá empezaban a ponerse sus vestuarios y alistarse como si  cada sesión de trabajo fuera una presentación… ellas se engalanaban, se ponían sus vestuarios, sus aditamentos.”, añade el artista formador.

De esta manera y como el mismo Hernán explica, gracias a que “el transcurso del tiempo que fuimos ganando su confianza (…) Se hacían unas sesiones de trabajo riquísimas, muy potentes”.

Fue allí, en medio de los sonidos de instrumentos de viento, cuerdas y percusión que al artista se le ocurrió la idea de grabar esta música emberá que refleja las tradiciones ancestrales de este grupo étnico. Así, durante poco más de un mes, se realizaron sesiones especiales para lograr capturar la esencia de estos sonidos.

En estas grabaciones, al igual que en los encuentros previos, participó un grupo muy amplio de personas. Según cálculos de Hernán, podrían ser cerca de 30 emberás entre los 11 años de edad y los 82, quienes realizaban “todos los ensayos con el mismo entusiasmo y la misma energía y vitalidad”.

Para el artista formador Hernán Cortés, la importancia de este ejercicio radica en que “a pesar de las circunstancias, pudimos lograr su confianza para que ellos brindaran su saber musical y pudiéramos dejar grabada su cultura musical. Para mí también era importante que quedara en una memoria su saber sonoro”.

El proceso de postproducción duró también poco más de un mes y las grabaciones estarán próximamente disponibles para el público como  parte de la celebración de la versión 2020 del Festival Crea, que este año se llevará a cabo digitalmente.

Finalmente Hernán invita a disfrutar de este increíble material sonoro “Deben escuchar esta producción porque es la narración de un sector de colombianos muy importante (…) En esa grabación está la vida de un sector de la comunidad colombiana que tiene unos desarrollos musicales importantes”.

Y por supuesto, el artista formador también hace hincapié es que en tiempos tan convulsos como éstos, haría bien dejarse contagiar por “La potencia de la alegría que transmiten” estos sonidos.