‘Crónica de una ciudad que fue’, la Bogotá de los años 40
El director colombiano Jorge Caballero, recientemente anunció en redes sociales que su nuevo proyecto audiovisual de realidad virtual, Crónica de una ciudad que fue, tendrá su estreno mundial en SXSW virtual cinema del 8 al 17 de marzo en Austin, Texas.
El anuncio se destaca por dos razones poderosas; es la primera vez que una producción colombiana participa con un estreno mundial en este festival y este proyecto de Caballero recibió un estímulo de la Cinemateca Distrital en 2017 al ser ganador de la Beca de creación audiovisual con nuevos medios de la Cinemateca.
La Cinemateca conversó con Caballero sobre la beca, el festival y por supuesto de la Crónica de una ciudad que fue.
¿Cuál es la idea principal del proyecto?
Está inspirado en las obras de un cronista de los años 40 en Bogotá, se llamaba José Joaquín Jiménez. Él firmaba sus crónicas como Ximénes. Fue un cronista muy importante para su época, pero ha estado un poco olvidado por los ciudadanos. Jiménez fue uno de los padres de la crónica negra en Bogotá, murió en 1946, justo antes del Bogotazo, y a mi me parecía muy interesante la manera como describía la capital en sus escritos que eran publicados en diferentes medios de comunicación, uno de ellos el periódico El Tiempo.
En los años 40 Bogotá era una ciudad de unos 4.000 habitantes, lograr imaginarla hace 70 años, siendo un pueblo, donde Jiménez y los cronistas de la época sentían que podría ser un Chicago, es increíble y esto se refleja en sus crónicas donde la dibujaba de una manera muy particular.
José Joaquín escribió muchas crónicas judiciales con sucesos que emulaban un poco la actividad frenética que una ciudad podría llegar a tener en esa época, es decir, siento que ellos (Toledo, Jiménez y todo ese grupo de cronistas de la época), de alguna manera tenían la necesidad de inventarse una Bogotá más trepidante de lo que era, una que tenía a su propio Al Capone y a nuestro propio John Herbert Dillinger, un reconocido asaltante de bancos de Estados Unidos.
¿Jiménez realmente fue famoso en su época?
El asunto es que Jiménez se hizo famoso por varias cosas, la primera es que empezó a registrar el mundo marginal de la época, los bares, los prostíbulos, las calles de Bogotá y todo describe muy bien el ambiente, un poco sórdido de la ciudad, y cómo se podía vivir allí. Te lo imaginas todo muy bien, cuando lo lees, el ambiente que se podía respirar en la época y eso a mi me parecía absolutamente fascinante.
Pero en particular se hizo famoso por dos cosas; el tipo se inventó un personaje que se llamaba ‘El Rasca muelas’ que tenía en jaque a la policía durante varios meses. También creó otro personaje que se conoció como ‘El Poeta de los suicidas’, en esa época muchos de los suicidios que se cometieron en Bogotá eran en el Salto del Tequendama, entonces Jiménez describe cómo en los bolsillos de los suicidas aparecen pequeños versos de un tal Rodrigo de Arce. Y con este tal Rodrigo de Arce, poco a poco se empezó a fabular la idea de que tenía el poder de inducir al suicidio, con la palabra.
La historia se mueve un poco entre la leyenda y la realidad, ver cómo este personaje fue el precursor de las fake news desde el punto de vista del periodismo más narrativo, lo que muchos años más tarde harían Gay Talese y Truman Capote (periodistas estadounidenses).
Salto del Tequendama. Fotografía tomada de El Tiempo
¿Cómo fue la investigación para descubrir al cronista?
Jiménez escribió muchísimas crónicas, lo he venido siguiendo hace varios años, con el equipo hicimos una investigación amplia en las hemerotecas del país indagando un poco cómo era la historia de este personaje, incluso empezamos un proyecto de largometraje de ficción con él. También nos basamos en parte de la novela de Andrés Ospina que se llama Jiménez. Estuvimos en contacto con su hijo, Joe Jiménez, quien es el único primogénito que tuvo y quien prácticamente no lo conoció porque murió cuando él estaba muy niño, actualmente vive en Estados Unidos y sin embargo estuvimos indagando con él un poco, la vida y su vertiente más familiar.
Todo esto despertó mi interés por ese José Joaquín que hizo de todo por la Bogotá tan particular de esa época, tras leer un montón de sus crónicas y unos libros con siete de sus crónicas publicado por Idartes con Libro al Viento, se me ocurrió la idea del largometraje de ficción, que está en desarrollo, crear este proyecto de realidad virtual Crónica de una ciudad que fue que básicamente recoge un poco esa particularidad de las crónicas de Jimenez.
¿Qué tenia Jiménez que era muy particular?
La manera que tenía de dibujar las calles con palabras, realmente este hombre era capaz de imaginar una ciudad llena de letras, dónde pasaban sucesos absolutamente fascinantes, entonces de esta manera lo que tratamos de hacer fue imaginarnos, cómo sería el centro de la ciudad de Bogotá, algunas de sus calles de la Candelaria, si fueran letras.
¿Cómo fue el proceso de construcción del proyecto?
Con la ayuda de un arquitecto mapeamos y escaneamos cerca de veinte calles de la Candelaria y alrededor de la Plaza de Bolívar, un trabajo casi arquitectónico alrededor de estas vías.
En el equipo estaban un arquitecto, ingenieros civiles, especialistas de arquitectura para remodelación, con los cuales levantamos un plano en 3D de todas esas calles a una resolución media de todas las fachadas, el proceso se llama Fotogrametría y lo que hacemos es levantar nubes de punto y modelos tridimensionales, muy parecido a lo que hace google maps cuando pasa con los carritos haciendo fotos en 360 grados, hicimos eso con diferentes calles de Bogotá.
Cuando lo tuvimos todo mapeado, revisamos cuáles eran las crónicas de Jiménez que se acomodan mejor a esas calles, él tiene toda una serie de crónicas alrededor de diferentes calles de Bogotá: La calle sola, La calle de las esmeraldas, El patio de las brujas y diferentes tabernas, eran el escenario perfecto para poder oír las crónicas de Jiménez.
Nos dimos cuenta que esas calles eran las más apropiadas, que se mantenían un poco como las originales de los años 40, o que por lo menos mantienen el nombre, La calle Yerma, La calle sola.
¿Cuál es el resultado final?
Cuando tuvimos el mapeo en 3D lo volvimos nubes de puntos para luego ser convertidos en letras, físicamente en letras. Lo que tu ves en el proyecto es el centro de la ciudad de Bogotá con una fachada hecha por letras, poco a poco vas caminando por estas calles descubriendo que todos son letras.
Después le dijimos a Sandro Romero Rey que hiciera la voz de Jiménez y escogimos algunos extractos de sus crónicas sobre esas calles para que finalmente el espectador, mediante unas gafas de realidad virtual, recorra y descubra la ciudad de Ximénez.
También se puede circular a partir de un computador, pero está creado para ubicarse dentro de ese espacio tridimensional, caminar por las calles oyendo las crónicas de Jiménez narradas por Sandro y descubrir cómo era la ciudad en esa época, en un recorrido muy sutil y sugerente, donde simplemente recorres las calles de Bogotá.
Trailer
Crónica sobre una ciudad que fue es una producción de Gusano Films. Una propuesta hecha gracias al Programa Distrital de Estímulos 2017, bajo la dirección de Jorge Caballero, el diseño y la programación de Taller Estampa, la producción ejecutiva de Rosa Mercedes Ramos, el diseño de experiencia a cargo de Caballero y de Anna Giralt, la investigación estuvo en manos de Adriana Bernal y Rosa Mercedes Ramos.
El Diseño de sonido y música es de Alejandro Gallón, la locución en inglés es de Aoife McLoughlin, en español fue de Sandro Romero Rey en el estudio Sonata Films.
Finalmente la traducción al inglés estuvo a cargo de Sally Station y el 3D Scanner es de Rodrigo Torres y Arplan Arquitectura y Planeación.