Creando universos infantiles
El programa Nidos - Arte para la primera infancia habló con los ganadores de las becas de creación para público infantil del Programa Distrital de Estímulos del año 2019 sobre sus reflexiones acerca de crear contenidos para los niños, lo que no se ha pensado y de dónde nacieron sus ideas.
El teatro de sombras - Caja de Colores
La metodología de cocreación con niños y niñas menores de seis años, y la idea de trabajar con sombras como un recurso visual que se combinara con la música nació hace un par de años cuando Caja de Colores era un jardín infantil en el barrio Santa Bárbara. A través de la imaginación, los niños creaban los personajes usando la información que obtenían de las sombras. Lo mismo pasaba con las canciones. Esa idea se transformó en un repertorio de canciones que hicieron a partir de una producción gráfica y de los juegos que suscitaron a partir de una creación de personajes que realizaron con niños de dos jardines infantiles. Con esa propuesta, la productora Caja de Colores fue la ganadora de la Beca de creación de repertorios sonoros.
Para Nicolás Rojas, músico y cineasta, un producto pensado para la primera infancia debe tener pensarse desde la actualidad. “Un componente alto de reconocimiento de esos niños. Producir canciones o piezas audiovisuales para niños desde la nostalgia del niño que fuimos puede ser una mala idea. Yo fui niño hace 30 años, el mundo giró, las cosas cambiaron. Ser niño hace 30 años era una cosa. Lo difícil para un creador es desprenderse del niño que fuimos y conectarse con los niños de hoy”, dice.
Cortesía productora Caja de Colores.
“Falta hablar de la muerte, de la diversidad sexual, del dinero, de la injusticia. De los grandes temas de los que nunca les hablamos. Algunos adultos piensan que no es el momento, que la realidad del mundo es para después. Podemos hablarles de todo adaptando los discursos a sus imaginarios”.
Según él, el mejor consejo para los creadores es tener contacto con los niños, conocerlos, indagar sobre sus gustos, ver y escuchar cosas que les gustan.
El Árbol de la vida: estaciones y sensaciones - Espiritrompa Teatro
Tomando como base su experiencia como artista escénica y pedagoga, Ximena Argoti y su compañía Espiritrompa Teatro crearon una obra escénica interdisciplinar que tenía como objetivo permitir que los niños transitaran por 4 espacios, las cuatro estaciones climáticas. Fue una provocación para los sentidos: los niños y las niñas podían jugar, oler, tocar, cantar, escuchar diferentes sonidos, entre otras cosas. Eran los protagonistas de un viaje a través del Árbol de la vida. Esta obra fue el resultado de la Beca de creación en Artes Escénicas para la primera infancia.
Para Espiritrompa Teatro, los procesos de creación para la primera infancia deben tener en cuenta dos aspectos. “El cómo es mucho más importante que el qué. A los niños se les puede hablar de cualquier cosa. No quiere decir que al infante se le lleve o muestre cualquier cosa, sino que los padres a veces piensan que no se les puede hablar de ciertos temas. Consideramos que lo importante es la forma en la que se les presentará y la intención del artista creador. También es importante desaprender, en nuestro caso, los códigos que nos ha enseñado el teatro convencional”, comenta Argoti.
Cortesía Espiritrompa Teatro.
“Insisto en dejar a un lado el teatro infantil que tiene contenidos pedagógicos: moralejas, que dejen enseñanzas. Prefiero sumergirnos en el trabajo interdisciplinar, una apuesta del programa Nidos y de esta beca en particular. Debemos entender que los niños tienen una percepción holística y, por lo tanto, crear experiencias”.
Siguiendo su apuesta por la creación de experiencias, para Argoti, se debe pensar en lo espacial: cómo los niños interactúan con los lugares propuestos; la interacción: despertar los sensorial; la mirada interdisciplinar: que incluyan diferentes lenguajes artísticos; la improvisación: esto permite muchas posibilidades e interacciones, y la versatilidad de los artistas.
Peludos Consentidos - Corporación Maskarada
Esta obra, que cuenta la historia de unos monos que disfrutan de una gran aventura en su bella selva, fue una de las ganadoras de la Beca de creación en artes escénicas para la primera infancia. La Corporación Maskarada presentó una propuesta multidisciplinar que marcó el proceso creativo: incluía la danza, el teatro y la música, que se convirtieron en las herramientas principales durante las sesiones de experimentación que llevaban a cabo los actores durante el proceso. Eso, la experimentación, permitió que los actores lograran resignificar instrumentos y darles nuevas identidades para los niños.
Según Andrés Castañeda, coordinador de comunicaciones de Maskarada y actor, la creación de contenidos para niños es un reto. “Nosotros como organización, como actores, tenemos una idea de qué es lo que vamos a presentar. Tenemos una planimetría, una estructura. El desafío es realmente escuchar al niño y seguir esa estructura. También incluir lo que dicen los niños, ellos tienen muchos pensamientos que merecen ser escuchados”, cuenta.
Cortesía Corporación Maskarada.
“Falta que involucremos a los niños en las obras. La interacción, que los escuchemos, que hacemos uso del espacio en donde ellos están. Eso debe estar presente en toda propuesta”.
Para Castañeda, es necesario que todos los artistas y creadores dejen de pensar como adultos y empiecen a imaginar como niños, que se den el espacio de escucharlos y entren en un espacio de reflexión sobre sus intereses.
¡Críquiti, Crac! - Agrupación Bucaneros
Esta idea que tuvo Andrés Prieto, ilustrador de la Agrupación Bucaneros, después de escuchar algunos sonidos extraños en su casa hace varios años, fue la ganadora de la Beca de creación de libro digital interactivo.
Para Prieto, lo complejo de la creación de contenidos para niños es la percepción de los adultos sobre la niñez. “La gente tiende a pensar que hay que hablarles de cierta manera, subestirmarlos. Ese es un error. Debemos entender que esos contenidos los van a recibir seres que pueden ser más inteligentes que los adultos”, cuenta.
Cortesía Agrupación Bucaneros.
“Lean, consuman productos para primera infancia. A medida que uno empieza a leer, a encontrar la oferta cultural, se dará cuenta qué es lo que realmente consumen los niños”.
Según él, falta hablar de temas trascendentales, de esos que implican emociones fuertes y decisiones importantes.
Mi granja urbana: golosinas audiovisuales - Colectivo Katapulta Producciones
Este laboratorio audiovisual fue inspirado en la fauna urbana bogotana. La idea de las golosinas nació de unos filminutos que realizó años atrás Julio César Castro, uno de los coordinadores del Colectivo Katapulta Producciones, sobre el gozo al jugar. También, de un proceso que el colectivo llevó a cabo en la biblioteca comunitaria Simón el Bolívar, en la que exploraron varias etapas del juego para la creación de un largometraje infantil. Cuando surgió la Beca de creación de laboratorio audiovisual de la primera infancia, decidieron presentarse aprovechando su trayectoria de creación e investigación.
Durante el laboratorio, generaron una exploración creativa entre niños y adultos con el objetivo de narrar para niños menores de 6 años inspirada en las nociones de infancia. El resultado fueron 5 piezas audiovisuales, que hablan sobre animales y en las que usaron objetos obsoletos de proyección como retroproyectores y marionetas hechas en acetato para hacer animación. Al finalizar, realizaron una instalación interactiva en la Sala Rayito de la Cinemateca de Bogotá.
Para el Colectivo, se deben tener en cuenta varias cosas al momento de crear contenidos infantiles. “Hay que alejarnos de un tema común: el juego. Ellos son más que eso. Debemos explorar otros temas, como el fin, la muerte. No se hablaría de la misma manera, pero es importante. También la empatía, la sociedad, el conocimiento a sí mismos”, dice Castro.
Cortesía Colectivo Katapulta Producciones.
“Se deben incluir todos los sentidos en la imagen. Eso es posible a través de las texturas, de la luz, del sonido. Hay que intentar que todas las piezas, además de contar una historia, sean muy sensoriales para los niños y niñas en primera infancia”.
De acuerdo a sus percepciones, para Castro, una de las cosas más importantes que debe hacer un artista o creador es explorar la línea gráfica de los niños, la forma en que dibujan, en la que mezclan los colores. Para él, se deben sumergir en esa sensibilidad artística tan profunda que muchos adultos han perdido. La curiosidad y la sorpresa son necesarias.
Sobre el Programa Distrital de Estímulos 2020
Este año, el programa Nidos entregará alrededor de 200 millones de pesos en seis becas que premiarán la creación y circulación de contenidos para la primera infancia. Actualmente están abiertas las convocatorias de Beca de creación de libro digital interactivo y la Beca de circulación escénica multidisciplinar. De la misma manera, si le interesa, puede inscribirse en el Banco de jurados para estas y otras becas del Instituto Distrital de las Artes - Idartes.