Colectivo El Fuelle: la llama que rehúsa extinguirse

En 2013, José Luís Díaz cursaba Monólogo, una de las últimas materias de la carrera de Artes Escénicas de la Academia Superior de Artes ASAB. Para el trabajo final, Díaz, con ayuda de su compañero Fabio Castro, presentó la obra Madre nuestra que estás en los suelos, una propuesta ambientada con música carranguera, que reivindicaba y reconocía la labor del campesino colombiano. La acogida de la obra fue tal, que salió de los límites académicos y comenzó a ser presentada en diversos escenarios y festivales.

Ese mismo año, el maestro Jorge Velosa invitó a Díaz y a Castro al Festival Convite Cuna Carranguera, en Tinjacá, Boyacá, para que presentaran su obra. Antes de que fuera su turno, les preguntaron cómo se llamaban como grupo; cosa que ellos no habían pensado, pues hasta el momento no se visualizaban como grupo. No obstante, lo pensaron algunos minutos y decidieron que sí, que tenían madera como grupo y que en adelante se llamarían Colectivo El Fuelle, “en razón de lo que significa esa palabra: el objeto con el que se enciende la llama”, comenta Díaz.

La experiencia marcó un antes y un después en sus carreras, pues asumieron dicha obra de teatro como el inicio de su proyecto. A finales del 2013, Díaz se fue de intercambio a la Universidad de Guadalajara, en México, convencido de presentar su obra en algún espacio artístico de esa ciudad. Allí se contactó con algunos artistas que lo llevaron al Festival de Teatro Universitario Casa Inverso y al Foro El Embarcadero, donde logró presentar su obra, que fue bien recibida por el público. 

En 2014, Díaz postuló la obra al Festival Alteatro, donde finalmente ocupó el primer lugar. El premio consistió en dos presentaciones de Madre nuestra que estás en los suelos en el Teatro La Candelaria, uno de los espacios más importantes para él entonces, y en Teatrova, otro escenario del centro de Bogotá. Alentado por haber ocupado el primer lugar, Díaz decidió seguir intentando por el lado de las convocatorias, lo que lo llevó a presentar su obra en el Festival de Teatro de Bogotá, uno de los más importantes del país, y en algunos espacios dispuestos por BibloRed. 

Dos años después, ocurrió algo muy importante para El Fuelle: se ganaron una beca de creación teatral y circense del Ministerio de Cultura con la obra Retumban fuera de sus tumbas, bajo la dirección y dramaturgia de Díaz. Por casi un mes, tuvieron temporada de la obra en la Corporación Colombia de Teatro y en El Galponcito de Umbral Teatro.

Después de ese evento, el proyecto se detuvo momentáneamente. Por motivos personales, Díaz viajó a Barcelona, España, donde permaneció dos años. En 2019, volvió con la idea de continuar con el proyecto y apuntarles a escenarios aún más grandes de los que ya habían sido testigos de sus obras. Por esa razón, postuló la obra Madre nuestra que estás en los suelos, que fue seleccionada para ser presentada en el Festival Internacional de teatro de Girona, en España. Además de presentar su obra, el colectivo llevó a cabo una coproducción con ese mismo festival, denominada Experimento autoficción, en la que compartieron tarima con artistas de Marruecos, Cataluña, Brasil, entre otros.  

El 2020 los recibió, como a todos, con un evento inadvertido. En medio de la cuarentena, Díaz se ha dedicado a escribir obras, en vista de que la apertura de espacios para las artes escénicas no parece cercana. Junto a La Guarida, a principios de este año, se dio a la tarea de desarrollar Los viejos Robles, una serie de seis cápsulas teatrales protagonizadas por Don Abedul Roble y Don Acacio Roble, dos adultos mayores que, en medio de la cuarentena, aprenden sobre tecnología y, a la vez, les enseñan a sus familiares más jóvenes conocimientos valiosos y útiles que sobreviven, en muchos casos, gracias a quienes ya han llegado a la tercera edad.

Desde inicios de junio, todos los martes a las 5:00 p.m., a través de la web idartesencasa.gov.co, el Colectivo El Fuelle, junto a La Guarida y el programa Cultura en Común del Idartes, presentan los capítulos de la serie, seis en total, en el que los hermanos Roble les enseñarán a las familias bogotanas sus conocimientos ancestrales. El próximo será sobre cómo hacer una huerta en casa. 

De acuerdo con su director, José Luís Díaz, el Colectivo El Fuelle ha logrado consolidarse como un espacio de creación, en el que los productos son su sello, independientemente de las manos que intervengan y contribuyan en la creación artística. “El Fuelle no es necesariamente ese equipo conformado, sino que es ese espacio de investigación, en el que pueden participar todos aquellos que indaguen y se cuestionen sobre las artes escénicas”, comenta enfático.

Por: Sebastián Hernández Noreña