El arte como acto de transformación
Desde el Instituto Distrital de las Artes - Idartes, a través de la línea estratégica Arte para la Transformación Social hemos entendido la importancia del arte como elemento transformador, ya que por medio de este se descubre una voz y se cuenta una historia lo que nos permite empoderarnos, conocernos y conectarnos por medio de nuestras pasiones y talentos. Este ha sido el denominador común entre jóvenes, educadores y gestores del IDIPRON y de Idartes con quienes, desde el año 2017, hemos estado realizando proyectos articulados.
Durante el 2019 y gracias al apoyo a la gestión de Crea Producciones, la Fundación Colectivo Atempo, el equipo de espiritualidad y El Conservatorio del IDIPRON, llevamos a cabo un proceso de formación de 16 sesiones de improvisación, voz, creación, lectura, interpretación, expresión corporal y artes plásticas, con 60 jóvenes, que dio como resultado la obra músico-teatral Diario de barrio.
La expresión corporal, el acto comunicativo, la escenografía, el vestuario, el juego y la exploración del territorio a partir del cuerpo son las dimensiones de las artes escénicas y artes plásticas que desarrollaron los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de IDIPRON a través de talleres de formación. El resultado fue un proceso de apropiación, desarrollo de habilidades socio - emocionales y la puesta en escena musico-teatral de la obra Diario de barrio en los teatros La Victoria, Servitá y el Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán.
El proyecto se articuló con la estrategia intersectorial Habitar mis Historias de la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte, que mediante procesos de cocreación artística visibilizan relatos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en condición de vulnerabilidad y restitución de derechos, promoviendo el autoconocimiento, el reconocimiento del otro y el afecto social por la diferencia.
Para el guion de la obra Diario de barrio se consolidaron más de cien relatos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de la Unidades de Protección Integral del IDIPRON que dan cuenta de muchas historias de vida, a través del testimonio narrado en primera persona, y que posibilitaron el espacio para aprender con el otro, fundamentados en el respeto y la construcción de identidades.
El relato de esta obra sucede en diversos barrios de Bogotá y representa, a través de situaciones cotidianas, lugares comunes y protagonistas sensibles, las historias de tres personajes jóvenes y un abuelo, que, en medio de las adversidades encontraron en su pasión por la música, el gusto por la cultura urbana y el liderazgo comunitario, el punto en común para salir adelante.
Los relatos de los participantes entre ellos, facilitadores, educadores, artistas y los niños, niñas, adolescentes y jóvenes son evidencia de las potencializadades del arte y la cultura, como muestra de ello a continuación se destacan los testimonios de Yerson González Palacios (2019) quien menciona: “Aprendí a trabajar en equipo […] y nos conectamos para hacer este proyecto realidad, lo que más me gusto fue la alegría del público y de mis compañeros” y el maestro formador en Arte DramáticoTao Sierra (2019) quien resalta la importancia de divertirse y trabajar en equipo advirtiendo: "Yo vine a este lugar a divertirme y a crear una familia. Cuando se trabaja en equipo, cuando se trabaja en armonía, cuando se escucha, cuando se hacen las cosas sencillas, con frescura, la vida es más tranquila, más alegre, más bonita” y Jhon Fredy García Robayo, de la Línea Arte para la Transformación Social de Idartes afirma: “Estamos convencidos que la memoria de la ciudad reconoce en el escenario habitar mis historias una apuesta por la diferencia, respeto y la construcción de tejido social, donde las artes asumen un papel transformador”.
Trabajar de la mano con IDIPRON ha sido una decisión acertada para sumar esfuerzos y lograr la intervención con la calidad humana de los equipos de ambas entidades; de esta manera hemos entendido que además de un proceso de formación, una gran puesta en escena y su circulación, se llevó a cabo una transformación mayor trabajando con los jóvenes, generando confianza y espacios de encuentro, ya que muchos de ellos no se conocían por pertenecen a diferentes UPIs de IDIPRON. Lo que vimos en la marcha, fue construcción de respeto, apoyo mutuo y reconocimiento de ser y del otro. Este proyecto generó un gran impacto en los jóvenes y docentes, y como afirmó el Padre Wilfredo Grajales, Director de IDIPRON en el evento de graduación: “En el acto de querernos es que se dan las mayores transformaciones” y este proceso, permitió que los participantes tejieran lazos afectivos fuertes y se reconocieran en el otro y en sí mismos.
Por: equipo ATS