foto de la obra
Crónicas

El arte colectivo en circulación

Un recorrido por el centro de Bogotá bajo la mirada de un colectivo artístico.

Alguna vez se ha imaginado un mapa que no lo ubique geográficamente sino que le muestre experiencias, que lo invite a recorrer Bogotá de una manera cotidiana e interactiva, y que en estos recorridos lo lleve a cuestionarse sobre lo que es visible y sobre las experiencias que son inmateriales, a ver la ciudad desde otra óptica y a sumergirse en su día a día.

Esto es el Atlas del centro de la ciudad, una obra que lleva al espectador a encontrarse con esos retratos que ofrece la Candelaria, ese acontentecer, casi siempre invisible para las personas, o que simplemente se acomodan a la cotidianidad hasta mutarse con el paisaje. Pero cada persona tiene una historia. Cada estudiante, profesional, turista o vendedor tiene algo que contar, en cada uno se esconden un sinfín de experiencias que aportan a la construcción colectiva de una ciudad que no para.

El Atlas del centro de la ciudad es una apuesta artística que se da gracias a la Beca libro de artista - cartografías urbanas, que ofreció en el  programa Distrital de Estímulos 2018 de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño - FUGA y que se consolido con la Beca para proyectos editoriales independientes - 45 Salón Nacional de Artistas  del Instituto Distrital de las Artes – Idartes como parte de oferta pública dirigida a los artistas. Estos estímulos le dieron la oportunidad el Colectivo Taller Circular para pensar en cómo, por dónde y cuándo empezar a construir una historia que pudiese contarse a través del arte.

El resultado de esta experiencia se da gracias al aporte y la unión de los intereses o gustos de sus cuatro integrantes. Uno quiso trabajar desde lo que es la carga, el peso físico y mental que tiene que ver con el cuerpo; otro, desde su pasión por los mapas, las cartografía y las narraciones de estos.

En el proyecto se plasma, también, el interés por la ciudad visto desde el ojo de un arquitecto y, por último, el interés por el mismo acto de caminar y recorrer un paisaje enorme.

El Altas es un trabajo con comunidad e investigación en artes, su propuesta permite evidenciar y repensar las cargas físicas y simbólicas de nuestro entorno, que se traducen en la manera de desplazarnos, de comunicar y de comprender al otro en nuestros trayectos cotidianos, en medio de otras cartografías posibles que revelan fragmentos de vida y matices de nuestra realidad.

“Los espacios para los artistas son imprescindibles, ya que la obra del artista se activa cuando se pone en circulación, especialmente mediante espacios expositivos. Cuando el arte se activa sirve como un punto de reflexión al ojo y a la sensibilidad del espectador, en ese sentido es muy importante para nosotros los artistas contar con un espacio físico para mostrar nuestras obras”, afirma David Guarnizo integrante del colectivo.

David es un joven de 34 años que empieza su vida artística desde muy niño, en el colegio da sus primeros pasos gracias al acompañamiento de grandes maestros que lo llevan a descubrir que esta era su pasión. Pero, por cosas del destino, al culminar sus estudios de bachillerato, cuando sus allegados pensaban que se inclinaría por una carrera artística, no fue así. David fue seleccionado para estudiar una ingeniería en la Universidad Distrital, una carrera en la que empieza a adquirir otros conocimientos, a ver el mundo diferente, a explorar nuevos caminos. Sin embargo, después de dos años, descubre que la ingeniería no es lo suyo y decide presentarse a la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Nacional.

Hoy sabe que tomó la mejor decisión, su vida universitaria era otra, su compromiso y su pasión lo llevaron a graduarse en el 2012 como Maestro de Artes Plásticas y en el 2010 empieza a participar en diferentes exposiciones individuales y colectivas, decide no parar de estudiar y con especializaciones y maestrías afines continúa en su tarea y configura la que sería su primera obra.

¿Cuál es la distancia del horizonte?, así tituló su primera obra de investigación sobre paisajes, territorios y seres humanos que lo recorren, que construyen paisajes desde su experiencia, desde sus memorias y desde su educación.

Sus trabajos artísticos, han sido posibles, en gran medida gracias a las becas, residencias y pasantías, distritales y nacionales que ha obtenido. Con Vanesa Nieto, Natalia Mejía y César Faustino conforma el Colectivo Taller Circular. Entre los años 2018 y 2019 aparecen nuevos retos, ideas y sueños, entre ellos las ganas de investigar cómo sería una obra de taller, por eso, participan en diferentes becas del distrito y obtuvieron un espacio para circular su proyecto Atlas del centro de Bogotá en el 45 Salón Nacional de Artistas que durante 2019 estuvo a cargo del Instituto Distrital de las Artes – Idartes. Proyecto que fue realizado con la colaboración Lina Ávila y Santiago Ramos.

“Para nosotros fue muy importante el diálogo que tuvo nuestra obra con las otras obras del 45 Salón Nacional de Artistas. Fue interesante ver  cómo nuestro proyecto se activo dentro de la curaduría Llamitas al viento curada por Manuel Kalmanovitz. Al mismo, nos pareció valioso la convergencia entre las diferentes curadurías que conformaron el salón, que dio origen a un gran entramado de obras que articulan una mirada del arte contemporáneo en Colombia”, afirma.

La obra Atlas del centro de Bogotá, que nos permite ver Bogotá más allá de lo visible, cuestionar y experimetar otras formas de habitar la ciudad, hace parte hoy del Centro de Documentación de la Galería Santa Fe, un espacio para la investigación en artes plásticas y visuales que cuenta con más de 3.500 títulos entre libros, revistas, material audiovisual y catálogos especializados en el campo de las artes plásticas y visuales. Varias de sus publicaciones tienen acceso abierto y se encuentran disponibles para su lectura y descarga.

por: Eliana Osorio