¡Esto se compone! Un banco de ideas para la música

Sergio Mejía, La 33, en salsa al parque
Entrevistas

¡Esto se compone! Un banco de ideas para la música

Sergio Mejía, bajista y fundador de La 33, nos cuenta su experiencia en este proyecto de creación colectiva

En un 2020 en el que los escenarios se apagaron y la música, la creación y el contacto vivo de las artes permaneció en silencio, la Gerencia de música del Idartes creó el proyecto ¡Esto se compone!, una convocatoria pública para la creación colectiva de canciones que aportaran mensajes contundentes sobre el cuidado del planeta, la igualdad social o la construcción de paz. Productores, compositores, instrumentistas e ingenieros se reunieron en torno a este desafío de crear juntos aún sin conocerse e invocar el poder del sonido para romper el silencio.

Para esta primera edición del proyecto, participaron 162 músicos, que fueron distribuidos en 18 grupos de trabajo, cada uno conformado por ocho a diez integrantes con diversidad de perfiles e intereses musicales. El resultado fueron 18 grabaciones de temas inéditos y una inversión de más de 390 millones de pesos para beneficiar los procesos de creación y producción. 

Sergio Mejía, bajista y fundador de La-33, la emblemática orquesta de salsa bogotana responsable de éxitos como La pantera mambo o Soledad, fue uno de los participantes del primer volumen de ¡Esto se compone!, quien trabajó junto a un grupo variado para crear la canción Soy planeta Tierra. Hablamos con Mejía para conocer su experiencia en este proyecto de creación colectiva.

¿Qué le llamó la atención del proyecto?

Me pareció muy interesante ese esquema de trabajar con personas escogidas aleatoriamente, cada una muy buena en su disciplina, lo cual me parece que amplía las perspectivas para conocer a otra gente y hacer una composición diferente.

¿Qué le aporta al sector un proyecto como este?

Me parece muy importante para el sector porque creo que estamos muy diseñados para competir y para buscar quién es mejor que el otro, y no tanto a veces para compartir. Me parece que este tipo de experiencias hacen que el sector se una, que uno se conozca con otra gente y pueda generar relaciones de trabajo a futuro. 

¿Cómo fue el proceso de creación colectiva?

Fue una experiencia muy bonita, desde un comienzo me reuní con el productor para pensar muy bien cómo podíamos aprovechar este grupo. Y con base a los músicos y a los perfiles que teníamos, decidimos usar este género de afrobeat champetero, pues vimos que era un género mediante el cual todos los intérpretes podían poner su grano de arena. Fue muy chévere ver todo el proceso, desde la maqueta hasta el resultado final del cual quedamos muy satisfechos.

¿Cuál es el mensaje que quisieron dar con esta canción?

Es un mensaje ambiental para decirle a la gente que el planeta y los humanos somos uno y que debemos ayudarnos mutuamente para seguir habitando este espacio. Es un mensaje de conciencia y de cuidado. 

¿Qué espera que suceda con este proyecto?

Me parecería muy chévere que se siguiera haciendo, fue una experiencia súper enriquecedora de la cual salieron muchas relaciones de trabajo y que espero se vuelva a repetir. Creo que el aspecto a mejorar es la difusión, pues es un resultado realmente bonito que puede llegar todavía a más personas. 

Además de la experiencia colaborativa y el trabajo en equipo, Mejía y los otros 161 participantes se llevaron nuevos contactos y redes de trabajo para el futuro. Sus creaciones musicales están compiladas en una playlist que se puede disfrutar aquí.

La cosa se compone en 2021, pues la convocatoria pública ya está abierta para que otros artistas de la ciudad sumen fuerzas para crear música. ¡Prepárese para participar y crear junto a otros músicos de la capital! Conozca las bases de la invitación pública, aquí.