El Planetario de Bogotá, más que un domo
El Planetario de Bogotá, más que un domo
Pensar que hace menos de un año, el Planetario de Bogotá aún utilizaba ‘la hormiga’, como le dicen algunos a aquella reliquia de extraña forma que habita el centro del domo, y que incluso fue intercambiada por bultos de café con la República Democrática de Alemania. Pensar en que tantos centros culturales, como la Cinemateca de Bogotá y la Galería Santa Fe, residieron en el Planetario, el cual desde 2012 hace parte de nuestro instituto.
Ahora, no puedo evitar pensar lo mucho que ha crecido este escenario, este gran caracol en el que se pueden observar las estrellas, los planetas y navegar el universo. El 5 de diciembre, tuve el placer de inaugurar el XII Encuentro de la Asociación de Planetarios de América del Sur - APAS, que se realiza por primera vez en la historia de esta organización - creada en 1975, en Colombia y en el norte del subcontinente. Además de ser la sede de este importante evento para la región, su líder, Carlos Molina, asumirá la presidencia de la asociación.
Estamos tejiendo nuevas comunidades, abriendo nuevas ventanas y acercándonos más a nuestros países hermanos en América Latina, y con el mundo en general. Estamos creciendo, nos estamos expandiendo; buscamos poder llevar nuestra cultura, el arte y nuestro nombre a todas partes.
El XII Encuentro de APAS es un perfecto ejemplo de esto, pues planetarios y observatorios a lo largo y ancho de América del Sur, llegaron a Bogotá para intercambiar experiencias, conocimientos, ideas y nuevas prácticas tras un año sin precedentes. Estos diálogos se darán en torno a la temática de este año, Más que un domo: planetarios construyendo comunidades alrededor del conocimiento científico, cultural, artístico y tecnológico.
El Planetario es, sin lugar a dudas, más que un domo. Es un referente mundial, un escenario que busca hermanar el arte, la ciencia y la tecnología. Es un lugar innovador que integra la astronomía con procesos de territorialización, desde la memoria, la inclusión y el fomento de la apropiación social del conocimiento científico.
El Planetario de Bogotá ha crecido, no solo desde su infraestructura, sino en el cariño de los bogotanos, colombianos y latinoamericanos. Es un orgullo poder contar con este escenario en el Idartes, de poder apoyar estas iniciativas y de cumplir 10 años junto a ellos.
