“Tenemos arte para no morir de realidad”, una cita de Friedrich Nietzsche, filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, que expresa de forma breve, atractiva y sencilla, la labor del arte como desahogo, clamor y pretexto, para andar y enfrentar la dureza que a veces puede ser la realidad. Si además de esto pensamos el arte como una forma de apoyo a las personas en su desarrollo profesional, laboral y humano, que favorezca su calidad de vida y que brinde un sinfín de opciones maravillosas para sortear positivamente estas situaciones que redunden en el beneficio de la sociedad, podemos decir que nuestra misión se está cumpliendo.

Es por esto hoy celebramos dos grandes hitos del Idartes que nos consolidan como líderes del arte y la cultura y que reafirman a Bogotá como protagonista de estas manifestaciones.

Por primera vez en sus 45 años de historia, una ciudad en América Latina será la sede del Cineposium, el más importante encuentro de capacitación y networking para comisionados fílmicos del mundo. Del 20 al 22 de septiembre, tendremos la ocasión de vivir esta gran experiencia con reconocidos exponentes nacionales e internacionales del sector fílmico, en un encuentro de talla mundial, con panelistas de Disney, Netflix y Universal, entre otros grandes exponentes.

Otro programa para sentir orgullo que podemos empezar a disfrutar desde el primero de octubre y hasta el mes de noviembre, con espectáculos de música en vivo, obras teatrales, exposiciones artísticas, mercadillos culturales y otras actividades, es la Red de Espacios Independientes - REI, la nueva estrategia del Idartes, que tiene como objetivo impulsar la reactivación económica y la sostenibilidad de librerías, museos, cafés, galerías, bares y otros escenarios culturales de Bogotá.

Uno de los propósitos de esta iniciativa de la Línea de Sostenibilidad del Ecosistema Artístico del Instituto, es el de contribuir a la formación de públicos y promover el consumo cultural local, desde ámbitos independientes que se destaquen por su rol fundamental en los territorios, al conectar a las comunidades con diferentes prácticas artísticas y culturales, y que además brinden la oportunidad de crear rutas de trabajo colaborativo que descentralicen la oferta cultural de la ciudad e impulsen el desarrollo del arte en Bogotá.