La Media Torta: la vida, la música y el movimiento vuelven
La Media Torta: la vida, la música y el movimiento vuelven
Cerrando la tarde del viernes 21 de mayo, el centro de Bogotá continuaba la conmemoración de los 170 años de la abolición de la esclavitud en Colombia con el Día de la Afrocolombianidad. El Teatro Al Aire libre La Media Torta se convirtió en receptáculo de las diferentes expresiones musicales de la cultura afrocolombiana: desde la marimba de chonta de las selvas del Pacífico hasta la cultura picotera de los barrios en Cartagena.
La mina fue el tema central en la presentación de Identidad Pacífica. Lideradas por Plinio Hurtado, las cantaoras de la agrupación le explicaron a los cientos de ciudadanos asistentes la relación entre la minería de oro, la esclavitud y los cantos afrocolombianos del Pacífico. La música siempre ha sido bálsamo para el dolor y forma de expresión para las emociones y en los 50 minutos que estuvo sobre la tarima Identidad Pacífica nos lo demostró.
En su lugar, Tribu Baharú desplegó con un show de luces, guitarras eléctricas y puños en el cielo todo el poder de la champeta y la cultura picotera de la Costa Caribe colombiana. La energía vocal de Makambille, el liderazgo emocional de Pocho Cien y el virtuosismo champetúo de Boris Nelson fueron ingredientes sustanciales de una noche de baile, desfogue y alegría afrocolombiana.
El domingo 23 de mayo el turno fue para el baile y sus expresiones más modernas con el Tortazo Vive la Danza Urbana. De la mano de la Escuela Superior de Arte y Tecnología y la Gerencia de Danza del Instituto Distrital de las Artes - Idartes se reunieron varias escuelas de danza de Bogotá y Soacha para el primer encuentro presencial desde que se declaró la pandemia en Colombia.
El break dance, locking, popping, house, krumping, whacking, electro, hip hop, litefeet, comercial dance, dancehall y el afrodance fueron las expresiones artísticas que los asistentes disfrutaron durante la jornada. Se vieron bailarinas que por primera vez en meses calentaban para presentarse ante un público vivo, breakdancers ensayando saltos que habían desarrollado en casa y vestuarios que no se habían estrenado.
Durante un fin de semana La Media Torta se convirtió en epicentro del reencuentro entre la música, la danza, los artistas y la ciudadanía. Esa combinación nos mostró la fuerza más poderosa que tiene la vida: las artes. Los brazos levantados, los ojos cerrados, las sonrisas que brillaban, los cantos y los pasos lo demostraron.