clases pintura
Artículos

Formación artística: un puente que une comunidades

En 2024, más de 86 mil bogotanos han incorporado el arte a su vida diaria. A continuación, descubrimos cómo este proceso los ha transformado

El trabajo directo desde las artes y la cultura en cada uno de los barrios y localidades de la ciudad es uno de los principales logros del Instituto Distrital de las Artes - Idartes a través de la Subdirección de Formación Artística y sus programas que atienden a la población de todas las edades y condiciones: Nidos y Crea.

Estos dos programas han llevado a los territorios una visión distinta del mundo desde las artes, lo que hace personas más sensibles, capaces y preparadas para enfrentar los desafíos de sus vidas.

“Desde el Idartes ofrecemos a todos los habitantes de la ciudad la posibilidad de complementar su forma de desarrollarse y relacionarse con ellos mismos y con el entorno. De interpretarlo desde los diferentes lenguajes de las artes, reconociendo las comunidades, aprendiendo a construir y co crear con el otro a través de canales que promueven su participación, atención y formación”, comenta María Claudia Parias, directora del Idartes

Desde el inicio de la vida: el poder transformador de Nidos
El Programa Nidos se ha encargado de acompañar a las niñas y niños desde su gestación hasta los cinco años, con un enfoque en el juego, la exploración, el movimiento, el autoconocimiento y el refuerzo de los lazos afectivos. En lo corrido del año 2024, Nidos ha trabajado con casi 30 mil niñas y niños de primera infancia, creando espacios fundamentales para su desarrollo integral.

Milena, una mamá que asiste a las actividades de Nidos, comenta: “Estos son espacios muy importantes para los bebés, para su motricidad. También los temas de colores y sensaciones que, sin duda, aportan a su desarrollo integral”. Sus palabras vienen solventadas por su participación, en compañía de su bebé, en las experiencias artísticas propuestas desde el programa durante Bebés al Parque.

Nidos tiene otros tipos de atención para llegar a la población de primera infancia, esto lo realiza desde los espacios Nidos que son diseñados y adecuados pero también participa con otras entidades, a través de alianzas, que permiten llegar a poblaciones más vulnerables, como es el caso de las atenciones a personas gestantes. Al respecto, Hander Perozo, padre de familia, expresa: “Me parece excelente poder compartir con mi esposa, conocer más sobre nuestro embarazo”, esto lo comenta a raíz de las acciones que propone Nidos desde las artes como arrullos, historias y masajes que se hacen para fortalecer el vínculo paterno y materno con el bebé.

 

bebé en Nidos

De la niñez a la juventud: arte como motor de confianza y crecimiento
Óscar Cabrejo, uno de los primeros participantes del Programa Crea y su línea Arte en la Escuela -que atiende a niñas y niños de colegios públicos de Bogotá-, recuerda cómo el arte transformó su vida desde su infancia. “Siento que tuve más confianza porque era más tímido de niño y ver que había un área donde la gente me respetaba me hacía sentir muy bien… Eso me motivaba”, dice Óscar, hoy de 25 años. En 2013, cuando apenas tenía 13 años, ingresó al programa y encontró en las artes plásticas una forma de expresión y crecimiento personal.

Para Óscar, el arte fue un campo que permitió desarrollar su sensibilidad estética y expresión simbólica. “Yo estaba loco por participar porque era la oportunidad para potenciar las formas que tenía de pintar. Estuve en el taller hasta que salí de once”, recuerda.
Sin embargo, el Programa Crea no solo atiende en instituciones educativas, sino que, a través de la línea Impulso Colectivo, ofrece oportunidades para que niñas, niños, jóvenes y adultos desarrollen prácticas artísticas sin necesidad de estar vinculados a una institución educativa. En el segundo semestre de 2024, más de 6.127 personas han formado parte de esta red creativa.
Para ser parte de Impulso Colectivo sólo es necesario acercarse a uno de los 20 Centros de Formación Crea ubicados en las distintas localidades de Bogotá. Allí, los participantes tienen acceso a una variedad de actividades artísticas que no solo promueven la creatividad, sino que también fomentan el desarrollo integral del ser humano. 

Repensando el arte desde las bases
“Trabajar en esta línea donde encontramos comunidades diversas y otros cuerpos que no son visibles, que están escondidos, silenciados, que están viviendo días difíciles y tratar de llevar un proceso artístico con ellos, me ha hecho ser más consciente del papel que cumplimos los artistas en una comunidad”, reflexiona César Sánchez, uno de los artistas formadores que hacen parte del Programa Crea.

Su trabajo se enfoca en niñas, niños y jóvenes que participan en programas de atención especializada. Dentro de Arte y Salud, una línea que se encarga de desarrollar procesos de formación artística, con enfoque poblacional y diferencial, César ha acompañado a jóvenes en situación de vulnerabilidad, como aquellos que se encuentran en proceso de restitución de sus derechos. “Los niños con los que he trabajado son niños que vienen rotos por dentro, como que vienen con sus corazones fracturados. Están sufriendo un trauma profundo porque sus vidas cambian drásticamente”, añade Sánchez.

El programa ha llegado a 5.808 personas en el segundo semestre de este año, abarcando poblaciones con características específicas como habitantes de calle, personas privadas de la libertad, personas mayores, personas en condición de discapacidad, grupos LGBTIQ+, afrodescendientes, mujeres en sistemas de protección especial y víctimas del conflicto armado, entre otros. A través del arte, estas personas han encontrado un espacio para sanar, expresarse y construir nuevas oportunidades.

Finalmente, la Subdirección de Formación Artística, propone espacios de atención y formación que promueven el reconocimiento de las identidades, las necesidades y los contextos de los participantes para, desde allí, encontrarse, desarrollarse y construir desde las artes.