Con voz y voto: la magia de los procesos creativos colectivos
La tarde comienza a llenarse de risas y nervios en el Crea Cantarrana. A pocos minutos del último ensayo de una obra de teatro, el ambiente está cargado de emoción. Entre los protagonistas se encuentra Sharick Jhonna, de 12 años, quien ajusta los últimos detalles del equipo de sonido con una mezcla de concentración y alegría. “Nos sentimos confiadas de pasar al festival porque lo hemos ensayado mucho, creo que sí tenemos posibilidades”, comenta con una sonrisa.
El musical que preparan es una adaptación del clásico Pinocho titulada Pinocho sin hilos. La obra incluye tres canciones que se interpretarán en vivo, así como coreografías y una escenografía elaborada por los mismos participantes. En estos ensayos intensivos, ninguno de los participantes supera los 16 años, pero a pesar de su corta edad tienen metas grandes; se están preparando para presentarse en una especie de casting, en el que de salir seleccionados, podrán ser parte de la programación oficial de un festival de teatro, en el que esperan demostrar sus habilidades y creatividad a un público más amplio.
Al lado de Sharick, está Litzy Sofía, de 9 años, quien se asegura de que la música esté lista para la primera escena. “Me ha gustado del Crea que es muy chévere, porque digamos que allá en la casa siempre nos quedamos encerrados y nos aburrimos, en cambio nosotros estamos acá para divertirnos y disfrutar la obra que estamos haciendo”, explica entusiasmada.
Las niñas no solo actúan, sino que también se encargan del sonido de la obra. “Nosotras estamos pendientes de lo que nos toca, y cuando alguna de nosotras estamos en escena, las otras dos se hacen cargo de los sonidos,” explica Litzy. “Nosotras no sabíamos hacer esto pero estamos practicando y ya practicamos y aprendimos”.
Luna Castellanos, de 11 años, se une a la conversación mientras ajusta su vestuario. “El año pasado estuve en danza y este en teatro. Así que me encanta que en esta obra pueda no solo aprender cosas nuevas, como hacer el sonido, sino poner en práctica lo que ya aprendí el año pasado.”
Orlando Thossek, el artista formador a cargo del grupo, observa a sus alumnos con orgullo. “El objetivo de este musical es poder destacar todas estas experiencias que ya ha tenido el grupo en danza y música. Entonces, por eso queremos tener una puesta en escena que tenga baile, que tenga coreografía, que tenga música,” explica Thossek.
Lo más destacado de este proceso es la participación de los niños en cada etapa. “Ellos mismos han elaborado la escenografía. Tenemos dos grandes cubos tridimensionales con cuatro caras. Entonces al juntar estos dos cubos se va a generar una imagen y pues estas imágenes acompañan las escenas,” detalla Thossek. “La idea es que ellos se apropien de esto, del quehacer teatral a partir de la práctica escénica.”
Y es que los procesos de formación del Instituto Distrital de las Artes – Idartes a través del Programa Crea, no son verticales, es decir, no son espacios donde los artistas formadores hablan y los estudiantes obedecen. “Ellos mismos escogieron la historia y ellos mismos toman las decisiones. No hay una relación vertical, sino una horizontalidad entre ellos,” enfatiza Thossek. “Cada uno de ellos escogió su personaje también, el personaje que más le llamaba la atención a partir de la historia.”
Así, el enfoque colaborativo del Programa Crea ha permitido que los niños tomen decisiones importantes sobre la obra, fomentando valores como el trabajo en equipo, el liderazgo y la confianza en sí mismos. “Es lindo esa mirada colectiva de que todos vamos caminando hacia ese mismo lado y por eso es que va a ser un proceso exitoso y pues espero que sea muy lindo para ellos porque es algo que les va a marcar la vida”, concluye Thossek.
La pasión y dedicación de estos jóvenes artistas es una inspiración. Quienes deseen que sus hijos vivan una experiencia similar, pueden inscribirlos en los procesos de formación del Programa Crea del Instituto Distrital de las Artes – Idartes. En estos espacios cada niño y niña encuentra su voz y se convierte en protagonista de su propia historia.