“Si yo me transformo como ser humano, se transforma la ciudad”
Como muchos capitalinos y a raíz de la pandemia por COVID-19, Manuel Antonio Velandia Mora estuvo sin salir de casa los últimos meses. Sin embargo, fueron los doce años que pasó viviendo como refugiado en Europa, los que le dieron un conocimiento de primera mano de lo que significa tener limitaciones para moverse libremente en un territorio.
Por tal razón, este sábado 26 de septiembre, cuando hizo parte de la primera Meditación Ancestral al Parque, no pudo más que sentirse lleno de júbilo de volver a recibir el aire frío de la ciudad y de percibir el césped bajo sus pies.
“Yo viví como refugiado doce años en Europa y no había vuelto al parque, entonces venir fue como: ‘woow qué rico’. Luego me encontré con esta figura ancestral y pude reconectarme con el pasado, con lo que soy”, afirmó Velandia.
Y es que efectivamente, el evento realizado en el Parque Simón Bolívar y al que asistieron más de 50 personas, incluida la alcaldesa de Bogotá Claudia López, estaba especialmente diseñado para armonizar la energía del territorio desde la ancestralidad.
Como explicó, Alexander Rubio Álvarez, director del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico – IDEP, el ejercicio de meditación incluyó varias técnicas para cumplir con su objetivo.
“Primero el pictograma, que es la simbología muisca del uno. Además realizamos tres procesos que son: la pedagogía del loto, el vipassana meditation y la focalización. Esto permitió tres cosas: regular la energía de la ciudad, armonizarnos a partir del cuerpo y tercero trazarnos sueños desde la reconciliación y desde el trabajo en colectivo”, indicó Rubio Álvarez.
Según Manuel Velandia Mora, en su calidad de asistente, en este sentido la experiencia fue exitosa pues durante más de media hora, no solamente logró conectarse con su cuerpo individual, sino también con el cuerpo público y el de la ciudad.
“Tú cierras los ojos y estás conectado contigo mismo y luego abres los ojos y descubres que hay otra gente que está en el mismo proceso, que estamos respirando el mismo aire, que estamos sintiendo emociones similares, que tenemos metas comunes y eso nos une con la ciudad y yo creo que eso es importante”, enfatizó Velandia Mora.
Para el ex refugiado la primera Meditación Ancestral al Parque además de ser una excelente oportunidad para respirar la ciudad y meditar, también fue el escenario propicio para reconectarse con la esencia de Bogotá y la propia y, al igual que esta metrópoli, después del aislamiento, renacer y reactivarse.
“Mi cuerpo yo lo habito, pero también habito la ciudad, si yo me transformo como ser humano, se transforma la ciudad”, puntualizó Manuel.
Esta analogía entre la ciudad y el cuerpo, también es realizada por el director del IDEP, para quién precisamente la importancia de esta jornada radicaba en la sanación del corazón propio y de la ciudad. Pues así como como la ciudad es la simbología de un cuerpo, el cuerpo es una representación de la ciudad.
“Entonces sí eres una representación y tu cuerpo está bien, tu relación con los demás va a ser mejor, tu relación con el entorno va a ser mejor y tu relación con la ciudad va a ser totalmente transformadora”, indicó Rubio.
Invitación a meditar en casa
Y es que los beneficios de la meditación son numerosos. Esta práctica puede disminuir la presión, el estrés, mejorar la memoria, la calidad del sueño y relajar la tensión muscular. Incluso un estudio que se llevó a cabo durante casi 15 años por la Universidad de Wisconsin, en colaboración con otras 19 universidades, encontró que la meditación tiene efectos positivos sobre la molécula telomerasa, que es la enzima que facilita la inmortalidad de las células en la mayoría de los procesos cancerígenos.
Por tal razón, durante el evento, la alcaldesa de Bogotá Claudia López, invitó a los ciudadanos a incluir esta práctica en su rutina diaria. “Queremos invitarlos a que nos tomemos un tiempo para respirar y meditar antes de salir de casa. En mi experiencia personal, es algo que nos puede cambiar el día y la vida para bien”, afirmó.
Asimismo, señaló que éste puede ser un momento idóneo para desarrollar dicho hábito. “Este ha sido un año muy difícil, muy duro, pero estoy absolutamente convencida que cada desafío que hemos vivido este año tiene un propósito, un propósito para bien, para cada una de nuestras vidas, la de nuestras comunidades y para nuestra ciudad y el planeta. Estoy absolutamente convencida que de este año tan desafiante vamos a salir siendo mejores seres humanos, vamos a tener más aprendizajes, vamos aprender a desarrollar hábitos de vida como este”.