Ausentes, estrellas presentes.
Desde 2021, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, junto al Planetario de Bogotá y más de diez organizaciones sociales de víctimas de desaparición forzada, hemos trabajado en un proyecto para honrar a las víctimas de la desaparición forzada en Colombia. Con un monumento en el cielo, reflejamos su memoria y la lucha de sus familiares por buscarlos.
‘Ausentes, estrellas presentes’ es un ejercicio simbólico que se comparte con la ciudadanía en Bogotá. Este proyecto combina elementos físicos e infinitos en el espacio público, uniendo a la comunidad en una herramienta de apoyo a las víctimas y organizaciones sociales en su incansable búsqueda por la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de que estos crímenes de lesa humanidad no se repitan.
Durante tres años consecutivos, 12 organizaciones sociales y familiares de personas desaparecidas en Colombia, han realizado una acción pública de memoria cada noviembre. Esta acción se origina a partir de un proceso de creación colectiva con las organizaciones participantes y el Planetario de Bogotá. El resultado es un conjunto de asterismos, similares a constelaciones que conocemos y que representan a las más de cien mil personas desaparecidas en Colombia.
Carlos Molina, líder del Planetario de Bogotá, indicó que esta es “una conmemoración muy importante para recordar que las estrellas que vemos son las mismas que nuestros abuelos y los abuelos de sus abuelos alguna vez vieron. Con los asterismos creados por las organizaciones le damos un lugar simbólico a los desaparecidos en el cielo nocturno para que nunca más sean invisibilizados ni ocultados”.
La relación con las estrellas tiene una enorme ventaja: una memoria contenida en el cielo es intocable e inmodificable. “Esa circunstancia que se pretende eliminar con la desaparición forzada, que es el derecho a enterrar, a reivindicar a los muertos en un espacio físico, tiene a partir de la acción de las organizaciones, de la resistencia, la imposibilidad de realizarse. Y en ese sentido, es también un acto de trasgresión desde las víctimas frente a esa pretensión de hacer de la desaparición la imposibilidad de tener un lugar de memoria: las estrellas son el último lugar de memoria que nos podrían quitar”, afirma José Antequera, exdirector del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
Este 4 de noviembre, se conmemora nuevamente esta acción pública de memoria viva que se transmite a la ciudadanía, en una Bogotá que trabaja continuamente por ser un epicentro de la paz y de la reconciliación. La cita es a las 5:00 p.m. en el Planetario de Bogotá.