El 17 de mayo del año 1990 se eliminó la homosexualidad en la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Desde el año 2004 se eligió este día para conmemorar el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia (este último termino se incorporó desde el año 2015).

Conmemorar este día nos recuerda que debemos seguir avanzando en la garantía de derechos y en la erradicación de todas las formas de discriminación que afectan a las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales alrededor del mundo en todos los contextos.

Aún en muchos países, territorios y ciudades, la homosexualidad es vista como un mal para la sociedad; la homofobia expresada en temor, rechazo o aversión hacia las personas en razón de su orientación, preferencia  sexual, diversidad corporal y expresión de género, implantan estereotipos, prejuicios y estigmas, que hacen mantener conductas discriminatorias que vulneran la dignidad, la equidad, los derechos y las libertades de cada persona y pueden aumentar o incentivar los diferentes tipos de violencias hacia ellos y ellas en hechos extremos que conducen a la eliminación y la muerte.

Que el día de hoy sea una nueva oportunidad para comprender que, más allá de la orientación sexual de cada persona, sea lésbica (mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres), gay (hombres que se sienten atraídos por otros hombres), bisexual (personas que se sienten atraídas tanto por hombres como por mujeres), pansexual (personas que se sienten atraídas por otras personas, al margen de su género) o asexual (personas que no se sienten sexualmente atraídas por nadie)[1], debe primar el sentido de humanidad, el afecto, la dignidad y el respeto. Todas las personas deben sentirse orgullosas y reconocidas por ser quien son, de cómo aman y a quién aman, de poder expresar el afecto y la identidad con total libertad y seguridad de no ser víctimas o estar expuestas a ningún tipo de prejuicio o discriminación.

Que éste y cada 17 de mayo sea la ocasión propicia para aunar voces en contra de la homolesbitransfobia y sensibilizarnos frente a cómo nos relacionamos con las personas LGBTI+, buscando tejer nuevas relaciones desde la libertad de expresión, los derechos y reconociendo que la diversidad es la oportunidad de sentir, vivir y ver con mil miradas, encontrando motivos de dignificación y comprensión en donde el respeto a la vida sea lo más importante, invitando a cada persona a hacer ejercicios cotidianos que garanticen la protección, la justicia y los derechos de todos y todas.

[1] Definiciones tomadas  de AMNISTIA INTERNACIONAL en https://www.amnesty.org/es/what-we-do/discrimination/lgbt-rights/