Aleph es la primera letra del alefato o alfabeto hebreo y Borges describe, en el personaje de Carlos Argentino Daneri, como “…el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, visto desde todos los ángulos”. 

 El 6 de agosto inició la Feria Internacional del Libro, FILBo 2021, un certamen que desde 1988, la Cámara Colombiana del Libro y Corferias realizan en alianza con diferentes organizaciones públicas y privadas, incluido el Idartes, movidos por la pasión de la lectura, por ese olor particular de la tinta, por la sensación del papel en nuestras manos y el placer de escuchar el paso de las páginas, mientras la mente transforma en imágenes, paisajes y sentimientos, cada una de las palabras puestas allí por el escritor.

Hoy quiero que hablemos de la experiencia de la lectura, de lo que hacemos en el Idartes, a través del Programa Libro del Viento, para promover la lectura y del infinito poder de los libros para conectarnos con otros mundos posibles, de inventarlos y recrearlos a través de nuestra imaginación. 

Tuve la fortuna de crecer rodeada de libros. Recuerdo mi casa de infancia dotada de una biblioteca robusta, un lugar de encuentro de mis padres que leían mucho. Esa imagen de ellos, absortos en la lectura, avivó mi curiosidad. Allí descubrí El Aleph, uno de los cuentos más destacados de la obra de Borges, que sin duda fue el primer libro que leí con mucha conciencia. Mi encuentro con el Borges ficcional a mis 11 años fue un momento emocionante, intrigante y transformador.

En los libros que hoy me acompañan puedo ver el paso del tiempo y el cambio de mis gustos. Permanecen los autores que han alimentado mi fascinación por el arte y otros tantos, que poco a poco, se han ido acomodando en mi biblioteca para recordarme que sigo siendo la niña que aún disfruta de tocar una portada y de abrirla lentamente, como quien destapa un cofre con un tesoro escondido.

El aporte de la lectura en nosotros es incalculable. Abrir la posibilidad del encuentro con otras culturas y poder construir nuevas miradas a partir de las letras de otros, solo es posible a través de los libros. Por eso, recuperar el espacio que habíamos dejado vacío en las librerías, en las bibliotecas y en los lugares de íntima lectura, debido a la crisis humanitaria que ha restringido nuestra movilidad, es una conquista y la FILBo 2021 hace parte de ella. 

La versión de la FILBo para este año contará con actividades virtuales y presenciales, con aforo controlado. Entre las muchas posibilidades que siempre nos ofrece la feria, una de mis favoritas es el encuentro con los escritores; ese espacio cercano, donde nos convertimos en confidentes del autor que desnuda no solo detalles de su obra, sino también de su vida. Por eso, los y las invito a conocer la programación del Idartes en esta fiesta literaria y a acompañar a los escritores, editores y productores para seguir apoyando la reactivación cultural.

Nuestro programa Libro del Viento estará presente en la agenda cultural de la feria. Las actividades como visitas a los colegios, la presentación de Libro al Viento Trece relatos nórdicos, el seminario Literatura Infantil y Juvenil Libro al Viento y los Bicirrecorridos Libro al Viento por diferentes rutas de Bogotá serán una buena oportunidad para acceder a los títulos que ofrece nuestro programa, de forma gratuita.

Los libros, como todas las expresiones artísticas, son una cura para el alma. No me cansaré de repetirlo. Desde el Idartes y aprovechando la celebración de nuestros 10 años, estamos abriendo nuevas posibilidades para la lectura, para que los escritores y editores independientes también puedan tener un lugar en la ciudad. 

Los libros hablan de quienes somos. Son nuestros confidentes, nuestros amigos y nuestros guías.

¿Qué autor los acompaña a todas partes? ¿Qué libro espera en la mesa de noche a que tus apurados pasos del día encuentren ese momento de tranquilidad y reposo en sus páginas? El mío para esta semana es En diciembre llegaban las brisas de la escritora colombiana Marvel Moreno.

Catalina Valencia Tobón