Crónicas

Sesiones de La Torre: de Palo Santo a Pa’ los santos

La iniciativa del Escenario Móvil del Idartes busca descentralizar la oferta cultural y llevarla a todas las localidades de Bogotá.
Sesiones de La Torre: de Palo Santo a Pa’ los santos
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Se conocieron en la Orquesta Sinfónica Nacional. Entonces, Óscar Salazar interpretaba el corno francés y Omar Flórez, uno de sus compañeros, la flauta. Ambos tenían la idea de desarrollar un proyecto musical paralelo, por lo que unieron fuerzas con dos músicos más y comenzaron a explorar sonoridades, que partían de géneros como la música andina y el son cubano, algunos de sus gustos comunes. 

 

Los integrantes del incipiente proyecto musical, en cabeza de Salazar, tenían individualmente un bagaje y una trayectoria destacadas. Aquello les permitió abrirse espacios muy rápido como agrupación; tanto que, por medio del consulado de Colombia, llevaron a cabo su primera presentación formal en un festival internacional, al otro lado del mundo. 

 

Se trató de un evento de música latina, que tuvo lugar en 2005 en la región autónoma de Hong Kong, donde se dieron cita toda clase de agrupaciones, provenientes de Perú, Brasil y Argentina, entre otros. Durante su primera intervención, hubo algo más de 10.000 personas en el público, en su mayoría nativos, “que estaban interesados en conocer esos ritmos latinos que a ellos les resultaban ajenos”, dice Salazar.

 

En aquel entonces, la agrupación se presentó con el nombre Palo Santo, haciendo alusión al árbol al que se le atribuyen facultades medicinales y que es comúnmente utilizado como incienso. Sin embargo, resultó que otra agrupación ya tenía ese nombre, así que Salazar decidió cambiarlo por Pa’ los santos, haciendo referencia a que su música trascendía lo tangible.

 

Después de cinco semanas de festival, Pa’ los santos volvió a Colombia con la idea de seguir trabajando y robusteciendo su propuesta. Al llegar, siguieron tocando, pero sin tener un norte muy claro. Durante un tiempo, algunos integrantes salieron y otros se incorporaron a la agrupación, a excepción de Salazar y Florez, quienes han estado en la agrupación desde su fundación.

 

Luego de un par de años de trabajo, se dieron cuenta de que Villa de Leyva era un destino turístico importante en Colombia, en donde generalmente había, en temporada alta, presentaciones en vivo de grupos de diversas vertientes musicales, menos de son cubano. Aquello se presentó como una opción importante para  Pa’ los santos, en su propósito por dar a conocer aún más su propuesta a lo largo del país.

 

Aunque la agrupación ha explorado ritmos como la cumbia y la música andina, lo cierto es que en Villa de Leyva encantaron al público con sus interpretaciones de piezas de son cubano, particularmente con su primera producción, denominada El son hay que llevarlo en el corazón. Así las cosas, desde el 2011 comenzaron a viajar regularmente a este municipio de Boyacá para llevar a cabo diversas intervenciones musicales y además grabar su segunda producción, llamada Vuelve. Al mismo tiempo, presentaban su trabajo en Andrés D.C y en Café Libro, en Bogotá; y en eventos sociales, como matrimonios y fiestas de cumpleaños. 

 

Durante una trayectoria de 15 años, la agrupación bogotana ha tenido algunas apariciones en escenarios y producciones importantes. En 2013, participaron en el tradicional Carnaval de Negros y Blancos, en Pasto, Nariño y, un par de años después, fueron artistas invitados de Celia, la novela de Fox Telecolombia que cuenta la vida de la artista de Cuba. En el Picnic de Andrés, la agrupación ha sido en varias oportunidades telonera de artistas como Chocquibtown, Martina la peligrosa y Yandel.

 

Desde hace cuatro años, Pa’ los santos solía ensayar en La 33, un reconocido espacio del centro de Bogotá, donde asistían regularmente bandas como Monsieur Periné y Chocquibtown. A causa de la pandemia, esa posibilidad quedó anulada, por lo que la agrupación tuvo que pensar otras formas de creación y financiación.

 

En medio de este tiempo de cuarentena, Pa’ los santos participó de la invitación pública #IdartesSeMudaATuCasa, con Cúrate, una pieza de son cubano que invita al público a reflexionar y a hacer una introspección en medio del confinamiento. La agrupación, que de acuerdo con Salazar es un emprendimiento familiar, pues a él se han sumado su hijo y los de Flórez, será la protagonista de una nueva entrega de Sesiones de La Torre, esta vez desde la localidad de Usaquén, el próximo 22 de julio a las 4:00 p.m. A través de idartesencasa.gov.co, el público bogotano podrá conectarse con una propuesta local que recorre los caminos del son cubano, la música andina y la cumbia. 

 

Las Sesiones de La Torre son una iniciativa del Escenario Móvil del Instituto Distrital de las Artes -  Idartes, cuyo propósito es descentralizar la oferta cultural de la ciudad y llevarla a todas las localidades de Bogotá. La invitación es el próximo 22 de julio a las 4:00 p.m., para que se conecten desde la localidad de Usaquén con una sesión musical a cargo de Pa’ los santos

 

Por: Sebastián Hernández Noreña
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