Julieth Lozano, soprano colombiana

A Julieth Lozano, la ópera y el vallenato le hablan al corazón

Entrevista con la solista de Carmina Burana, que se presenta en el Gaitán el 24, 25 y 26 de octubre.

Luego de ser la primera colombiana en asumir el rol principal en el Teatro Royal Albert Hall de Londres, donde reside actualmente, la soprano colombiana Julieth Lozano Rolong estará en Bogotá para protagonizar Carmina Burana de Carl Orff en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, los próximos 24, 25 y 26 de octubre. Se trata de una producción bajo la dirección musical de Leonardo Marulanda, la dirección escénica de Tino Fernández y la dramaturgia de Juliana Reyes, de la que ella asegura sus colegas europeos quisieran hacer parte.

Hablamos con Julieth sobre su encuentro con la ópera y por qué piensa que este género podría ser disfrutado por cualquier tipo de persona.

Es la cuarta temporada de esta producción en Colombia, ¿qué es lo más destacado?

El trabajo con el coro. Es un trabajo escénico maravilloso y creo que los directores hicieron algo muy especial al darle una línea escénica a la historia. Pero el coro tiene una fortaleza que yo no he visto en otras producciones. Que ellos hayan tomado el riesgo de darle al coro un papel igual de importante como lo es musicalmente es una apuesta que vale la pena para ver no solo en Colombia sino afuera. Mis compañeros colegas han visto apartes de lo que estamos haciendo y la cantidad de gente de fuera del país que estaría interesada en hacerlo es gigante por lo especial que es.

¿Por qué es importante ver Carmina Burana?

Porque son textos que hablan de la realidad humana, de nuestros deseos, de nuestra forma más salvaje de vivir y creo que cada persona puede conectarse a eso fácilmente. Es música que te mueve el cuerpo, hecha para un coro potente, exige que cada solista cante en los extremos de su voz, de su registro y eso hacer mover el cuerpo.

¿Qué le diría a una persona que nunca haya visto Carmina Burana para que la viera y a una persona que jamás haya asistido a un espectáculo cultural como este?

Este espectáculo en particular es diferente a cualquier otra puesta en escena de Carmina Burana, así que a alguien que jamás haya asistido a algo así le diría que esté listo para sorprenderse, que abra los ojos, la mente, los oídos para una experiencia nueva, especial y un poquito extrema.

A veces la percepción es que uno es el universo de la ópera, la música clásica, etc., y otro el de las músicas populares, las comerciales. ¿Qué cree que separa estos mundos y qué cree que los une?

Los separamos nosotros mismos. Muchas melodías de compositores clásicos vienen de músicas tradicionales y populares que la gente va escuchando y de lo que pasaba en el momento. Era la música popular del momento. Ahora, dependiendo de cada país, de cada cultura, es diferente, pero hay conexiones por todas partes. La música, sea la ópera, sea la clásica o la popular quiere hablar de emociones humanas, de comportamientos. La música es una opinión que quiere ser expuesta, como en cualquier otro tipo de arte. Eso no necesita ninguna diferenciación.

Y el acceso…

Una cosa son los gustos y otra qué tipo de música se vuelve accesible a las personas. Yo no vengo de una familia que sea conocedora de música clásica y me conecté a la ópera por otros medios. Yo crecí escuchando vallenatos y aún así al escuchar mi primera ópera, esta me habló al corazón, tal cual me hablaría una canción de Diomedes. Creo que lo que los separa son creencias sociales que no tienen fundamento.

Una persona con la formación formación vocal que usted tiene ¿cree que todos los cantantes deberían tomar clases de técnica vocal?

Es importante tener técnica vocal, pero no creo que la técnica vocal te haga una artista. Hay personas que nacen con un don, que necesitan entrenarlo, pero de una forma distinta a lo que nosotros conocemos como técnica vocal. Cada estilo requiere algo diferente. Estoy segura de que cantadoras que no han tenido el mismo entrenamiento que yo he hecho de sentarse con escalas estudian de otra forma. Me refiero a que practican sus textos, sus melodías, cantando día a día. Se requiere de un entrenamiento diferente. No quiere decir que todo el mundo tenga que hacer lo que yo hago para entrenarme. Sí es incómodo cuando alguien llega sin preparación, pero eso no tiene nada que ver con la técnica vocal per se. Tiene más que ver con saberse la música, los textos.

¿Cree que haber estudiado algo de ingeniería le aportó algo puntual a su carrera artística?

Claro que sí. Después de haber hecho cuatro años de Ingeniería Industrial, la forma en la que uno piensa es un poco más efectiva y directa. Haber estudiado algo más y saber que escogí esto por una pasión, me hace ser más consciente de que en los momentos duros me quiero quedar, porque la opción de regresar, la opción de hacer otra cosa siempre está y a veces esto no es tan fácil. También me ayudó a entender cosas de contabilidad que son importantísimas para nuestro quehacer como artistas.

¿Cuál fue esa ópera que la hizo decidirse por la música? ¿Cómo fue ese salto de la ingeniería a la música?

La ópera que me hizo decidirme por esto fue Elixir de amor. Escuché el primer DVD de ópera en la Javeriana y me enamoré de la ópera. Me pareció la unión olímpica de todas las artes. De actuar, de estar en escena, de bailar, de cantar, todo en su máxima expresión. Si yo puedo aprender a hacer esto, esto es lo que quiero hacer en mi vida. 

¿Cuál cree que es la clave para que este tipo de espectáculos lleguen a más personas?

La difusión. Es importante que la gente entienda que las personas que estamos en escena somos tan normales como cualquiera que viene a ver el show. Es nuestro trabajo, lo hacemos con amor, con pasión, pero somos personas normales. Creo que se genera una barrera entre los artistas de la música clásica y la gente se olvida de que cualquier persona puede disfrutar de esto. No se necesita ningún tipo de clase social o económica. Entre más gente entienda que todo es para ellos también, que todo es para todos, es más fácil atraer gente a estos espectáculos. 

Las boletas para Carmina Burana se pueden conseguir en Tuboleta o en la taquilla del Teatro. Invita la Alcaldía de Bogotá.