El Gaitán recuerda al maestro llanero Carlos ‘Cuco’ Rojas
La música no conoce fronteras. Al menos eso fue lo que planteó hace un año el concierto Países hermanos: fiesta llanera, parrando y cantos de vaquería, que se celebró en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y reunió no solamente a dos países, sino a dos concepciones diferentes de esta música de arpas y cuatro que comparten Venezuela y Colombia.
De Venezuela, el invitado fue Luis Silva, con sus canciones clásicas y representativas de los llaneros. Cómo no voy a decirlo, el tema que lo hizo famoso, tal vez es uno de los que más ha trascendido de la música llanera y recuerda varios elementos de las tradiciones culturales de esa región. Una canción que acompañó su amplio repertorio y recordó al amor romántico, a los paisajes del Llano, al joropo y a la ganadería.
De Colombia, estaba Cimarrón, una agrupación que personifica al joropo contemporáneo, no solamente por ser pionera en usar instrumentos indígenas u otros como la caja peruana en sus composiciones, sino por tener una mujer como intérprete de la voz recia, de ponerla a la par del hombre en el joropo desafiando su rol tradicional en este baile y de explorar Los Llanos más allá de sus planicies y de la vaquería.
La Fiesta Llanera se componía de un conversatorio académico y un concierto, 4 y 5 de abril del 2019. El primer día, ambos invitados respondieron todas las inquietudes del público que asistió a la charla titulada Lo que nos une en la diferencia, donde mostraron los distintos matices y procesos creativos de su música. El segundo, un viernes en la noche, los artistas pasaron de la teoría a la práctica y dieron un a variada muestra de sonidos llaneros al numeroso público congregado en el Gaitán. Ninguno de los que estaban allí sabía que era la última vez que Carlos ‘Cuco’ Rojas pisaría la tarima del emblemático teatro de los bogotanos. A inicios del pasado mes de enero, por causas naturales, el maestro falleció.
Para ese momento, Rojas y Ana Veydó, líderes de Cimarrón, ya eran los colombianos que más lejos habían llevado el joropo. Con su particular espectáculo, lleno de colorido y zapateo, fueron invitados a países tan lejanos como Emiratos Árabes, Marruecos, India, Malasia y Japón, además de hacer presencia en decenas de ocasiones en escenarios de América Latina, Estados Unidos, Canadá y en diferentes naciones europeas.
Cimarrón también había sido el primer grupo colombiano nominado a un Grammy anglosajón en la categoría de Mejor Álbum de World Music (Músicas del Mundo) en 2005 y contaba logros que aún están lejos del alcance para la mayoría de músicos colombianos. Su carrera era y sigue siendo un ejemplo digno de admiración.
El último año de vida del maestro fue disfrutar del reconocimiento en su país. Poco después de este concierto, llegó el álbum Orinoco, que llevaría a Cimarrón de nuevo por el mundo. Se presentaron en el Gran Teatro Nacional de China, el India International Center de Nueva Delhi y el Teatro de la Radio Nacional Argelina, uno de los centros culturales más importantes de África del Norte.
Luego de esas fechas, volvieron a Estados Unidos por una larga temporada, cuando otra noticia les alegraría las extenuadas jornadas de viaje. Su disco Orinoco, producido desde la independencia, había sido nominado al Grammy Latino, en la categoría Mejor Álbum Folclórico.
No ganaron, pero bastó con el reconocimiento. La disciplina, la investigación, el amor por los Llanos Orientales y la visión creativa encaminada a romper los paradigmas, a quebrar algunas normas de las tradiciones y a buscar la autenticidad en sus creaciones había dado de nuevo frutos. El 2019 sería recordado como un excelente año para Cimarrón.
La noticia del fallecimiento llegó los primeros días de enero, justo antes de 16 conciertos confirmados en Inglaterra, Escocia y Gales, en los cuales Cimarrón compartiría la tarima con la arpista oficial del Príncipe de Gales, Catrin Finch.
Con el dolor de su ausencia, Ana Veydó hizo lo que el maestro hubiera querido. Preparó las maletas y convocó a los demás músicos para seguir adelante. El show debe continuar… y continuó.
Cimarrón es el legado de Carlos ‘Cuco’ Rojas, un grupo de joropo contemporáneo y que volveremos a ver en nuestros escenarios, cuando sobre la tarima se demuestre la grandeza del arte inspirado en Los Llanos colombianos, una vasta y rica región.