Así se vivió el primer Festival de Artes Eróticas de Bogotá
Del 10 al 14 de agosto, Bogotá vivió su primer Festival Internacional de Artes Eróticas, organizado por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes y con el apoyo de AEFEST. Más de 2.000 asistentes participaron de las 20 actividades, que incluyeron talleres, obras de teatro, danza, cine y conferencias de gran y pequeño formato que giraron en torno a Lo pulcro y lo monstruoso.
Vanessa Rosales, Laila Pilgren y Noemí Casquet, invitadas especiales al festival, estuvieron a cargo poderosas conferencias en relación a la mujer, la sexualidad, el erotismo, la igualdad y la escritura, en las que resaltaron la importancia de hablar sobre estos temas sin tapujos ni vergüenza.
“Darle voz, darle nombre, hacerlo público y que nadie tenga vergüenza de hablar sobre la sexualidad es muy importante para empezar a construir una sociedad mucho más igualitaria”, afirma la invitada española Laila Pilgren, en relación a su conferencia ¡No más machismo! Gracias a la educación sexual.
Por su parte, el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y el Teatro El Ensueño fueron la sede de la obra de danza La Wagner del director y coreógrafo argentino Pablo Rotemberg, invitado especial al festival. Esta obra resaltó la fuerza y la sensibilidad de las mujeres, y denuncia estereotipos y prejuicios asociados con la feminidad, la violencia y la sexualidad.
“Abrimos un diálogo fundamental alrededor de temas que no podíamos seguir ignorando. La educación sexual y la liberación sexual, abordadas desde una apuesta estética, nos permitieron acercarnos a los bogotanos y aprender con ellos sobre el erotismo”, expresa Carlos Mauricio Galeano, director encargado del Idartes.
Los talleres, que abordaron temas como Sexo y discapacidad, el Sexo más allá de la edad, ¡Átame! el arte de amarrar con cuerdas, la Magia de lo obsceno, por mencionar algunos, fueron encuentros relevantes que le permitieron a los participantes explorar sus cuerpos desde una puesta estética, así como otros ideales y conceptos en torno a la erótica.
“En definitiva, hemos comprobado que Bogotá y Colombia piden a gritos hablar sobre estos temas y que la vergüenza y la culpa ya son parte de otra historia”, cuenta Daniel Tapias, director de AEFEST Medellín.