La importancia de la verdad
La importancia de la verdad
Hace unas semanas nos encontrábamos hablando de la verdad y la memoria frente a niñas y niños de primera infancia. Se escuchaban sus voces felices e inquietas, listas para descubrir porqué estaban allí. Había movimiento en sus piernas, en sus brazos y sus cabezas. Había ganas de jugar, había vida. Mientras ellos nos escuchaban, los adultos reflexionábamos desde nuestras historias personales, y como miembros de instituciones públicas, sobre porqué es importante que hablemos de estos temas.
Ese día encontramos algunas respuestas. Nuestro Programa Nidos estaba inaugurando Mumo: El Museo de los Objetos, una exposición que fue posible gracias a una articulación virtuosa que contó con la participación de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Mumo habla sobre las historias que guardan nuestros objetos preciados, o las que podrían contar aquellos que hemos perdido, en voz de los miembros de la familia Pinacoteca Teca, cuatro títeres que les hablan a los niños y las niñas desde sus recuerdos y anhelos. La exposición es el resultado de múltiples experiencias artísticas presenciales y virtuales que los artistas de Nidos han llevado a cabo durante el último año con las niñas, los niños y sus familias en el Laboratorio Artístico El Parque, uno de los 19 espacios físicos que tiene actualmente el Programa en toda la ciudad para el disfrute de las artes desde edad temprana.
El año pasado, cuando nos vimos obligados a vivir a través de las pantallas como consecuencia de la emergencia sanitaria, los artistas de Nidos crearon la primera versión de este Museo de los Objetos en plataforma digital, lo que les permitió llegar a los hogares de los niños y las niñas, quienes desde su infinita curiosidad y creatividad aportaron las historias que se podían leer en los módulos de un metro de altura que hacían parte de la exposición que estuvo presencialmente entre finales de agosto y principios de septiembre en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Mumo responde, además, al trabajo que viene realizando el Programa con niñas y niños víctimas del conflicto armado durante los últimos años, y que reposa en una de sus recientes Memorias de la Práctica Artística.
En conclusión, hablamos de la verdad y la memoria porque es importante conocer nuestro pasado y nuestro presente para que las futuras generaciones no vivan lo mismo que nosotros. Desde las instituciones, hablamos de estos temas porque tenemos un compromiso ineludible con un país que ha vivido un conflicto armado por más de 60 años. Hablamos de esto porque la cruenta guerra que hemos presenciado ha atravesado la historia de nuestros pueblos, de nuestras familias y de nuestras vidas. Trabajamos por la verdad y la memoria desde el arte porque los niños y las niñas también hacen parte de esta historia, merecen ser escuchados y pueden ser constructores de paz de la mano de los adultos que habitan su cotidianidad. El arte es fundamental en estos tiempos porque, a través de esas narrativas, podemos conversar con la ciudadanía -desde lo simbólico y lo sensible- sobre un tema tan difícil como la violencia, pero también porque entre todos podemos impulsar la construcción de la paz.
Como dijo alguna vez la escritora, activista y política estadounidense Eleanor Roosevelt: “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”.
Catalina Valencia Tobón