Programar en el futuro.
¿Cómo cambia la circulación de las artes en tiempos post pandemia? ¿Cómo programar películas en la web? ¿Cambian los modelos de distribución y circulación? ¿Cambian las formas? ¿Cambian los públicos?
Recientemente realizamos la primera muestra de cine CICLA - Cita con el Cine Latinoamericano de manera virtual, una muestra que tiene como propósito desde hace ocho años circular películas latinoamericanas en Colombia, la realizamos a través de la plataforma de acceso gratuito Retina Latina. Esta edición se llevó a cabo del 18 al 25 de junio, el criterio de las ediciones anteriores se mantuvo, películas nunca antes estrenadas en Colombia, que fueran relevantes cinematográficamente y mostrarán la diversidad de la producción del continente, el resultado fue de trece películas como representantes de los doce países participantes.
Durante el proceso de gestión de estas películas nos preguntamos cuál sería la asistencia del público hacia películas que no tuvieron circulación en el país, es por ello que pensamos en una muestra diversa, intergeneracional, de diversos géneros y formatos, lo cual nos permitiría ver los tipos de públicos interesados. La expectativa por un lado era la de causar un mayor impacto, dado que esta modalidad permitiría que no solo se acercarán espectadores de Bogotá, sino también de toda Colombia, como también la de poder conectar a los autores con el público de manera virtual. Al mismo tiempo, nos encontramos con varias dificultades como lo fueron la gestión de los derechos (las distribuidoras no tienen muy claro los modelos por Internet), la sobreoferta en redes sociales, y la imposibilidad de tener la experiencia colectiva de ir a cine.
En tan solo una semana la muestra tuvo 2.230 visualizaciones en total, entre 50 y 400 reproducciones por película, permitiéndonos sacar algunas conclusiones que aunque prematuras nos dan luz sobre la manera en que se comporta el público frente a este tipo de oferta: Internet permite que haya más alcance y cercanía de la audiencia con diversos públicos, es posible llegar a otras ciudades pero Bogotá sigue siendo la ciudad donde se concentra el consumo de este tipo de contenidos, las personas buscan sentirse parte de una experiencia colectiva al buscar películas y al programarse en eventos alrededor de un contexto común.
Este último punto es quizás el más importante, y hace visible la necesidad de generar más acceso a los contenidos, no solo en temas de circulación y curaduría, sino en la necesidad de formación e interacción de diversas audiencias en espacios digitales.