Música urbana que resignifica los mitos colombianos
Hace tres años nació en Bogotá W.Y.K., una banda que comenzó haciendo rap, pero que luego se interesó por fusionar varios estilos de la música con la influencia urbana. Cuatro jóvenes, que representaban un trío tradicional de jazz: piano, bajo, batería, más la voz, buscaron durante varios meses un estilo propio que les permitiera marcar la diferencia; pasaron por composiciones intuitivas y adaptaciones de canciones tradicionales, hasta llegar a una propuesta donde confluyen varios géneros que se juntan dentro de un mismo sonido.
Pedro Ocampo, es el tecladista de la banda; es músico desde pequeño y también carpintero de muebles e instrumentos musicales; ha tocado con varios grupos en la ciudad y es un gran compositor. Hace poco, Pedro y los otros siete integrantes de W.Y.K., se convirtieron en los ganadora de la Beca de creación videoclip musical, otorgada por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes; un logro que representa mucho para estos jóvenes bogotanos y se convierte en el gran impulso para el lanzamiento de su próximo disco.
Al asegurar que este fue un proceso difícil pero alentador, Pedro hace un recuento de la historia musical de su banda y cuenta cómo, siendo la primera vez que participaban, logran ser ganadores de esta convocatoria del Programa Distrital de Estímulos 2020.
¿Cuál es la propuesta musical de W.Y.K.?
Hace tres años teníamos unas composiciones muy intuitivas y hacíamos varias adaptaciones; por ejemplo, tenemos una pulla del Sinú que incluye unas melodías de gaitas y que nosotros adaptamos a un sonido más urbano, que terminaba siendo una búsqueda de fusionar distintas músicas e ideas con un mismo sonido. Es una propuesta un poco más urbana, del jazz, del hip hop y del rap. Así empezamos.
¿Y cómo es actualmente?
Nos parece muy interesante y disfrutamos mucho apropiarnos de las convenciones de los géneros, entonces ya no pensamos la música como jazz o como hip hop. Si revisamos todas las canciones que tenemos y hacemos la tarea de catalogarlas de alguna forma, sería algo más como una vanguardia urbana donde confluyen varios tipos y géneros de música distintos en un mismo sonido; las letras han tenido una evolución tremenda porque hemos encontrando un estilo propio muy bueno, que tiene mucho que ver con un performance que incluye unas formas más libres de estructurar y de comunicar. Además, hoy el vocalista se presenta como un poeta, antes era como un rapero. La composición la seguimos haciendo entre todos.
Respecto al proyecto ganador de la Beca de creación de videoclip musical… ¿Cómo nació la idea?
El Débil originalmente es un encuentro de copleo llanero, el músico con el diablo. La idea de montar esa canción realmente nació con el grupo, pero esta versión que enviamos a la convocatoria corresponde al disco que lanzaremos en un mes y medio aproximadamente. Es muy interesante lo que pasa con esa canción porque es una reinterpretación de un mito que poéticamente tiene un significado aplicable para la vida, la ciudad y todos nosotros.
¿Cómo fue el proceso para participar en esta convocatoria del Idartes?
Fue un poco complejo porque nos teníamos que reunir virtualmente y porque como grupo musical nunca habíamos aplicado a ninguna convocatoria, esta fue nuestra primera vez, pero dimos lo mejor. También fue muy buena experiencia, el texto de la convocatoria lo escribimos entre todos, cumplimos con todos los requisitos e hicimos una propuesta ordenada; tratamos de hacer un texto que fuera chévere de leer e invitara a los jurados a ver el resultado. Estuvimos mucho tiempo pensando en estrategias de difusión para plantearlo de la manera más entretenida posible y lo logramos.
¿Cuál fue el valor agregado de la propuesta?
Siempre es muy interesante reinterpretar y resignificar los mitos a través de la música y el cine. En esta ocasión, El Débil se trata de un mito llanero que nosotros resignificamos musicalmente, pero que a su vez es reinterpretado también en el cine, lo cual tiene cosas muy interesantes porque se trata como de una película vieja del desierto y de vaqueros, que será grabada en clima frío, exactamente en Zipacón, Cundinamarca, donde generalmente hay mucha neblina y amplias extensiones de tierra. Este proceso nos ha puesto a pensar en los simbolismos de la canción y del mito, para reinterpretarlos y terminar con un producto bastante rico en cuanto a significado, será algo que da mucho para pensar y entender.
Finalmente… ¿De qué se trata el nuevo disco donde se incluye El Débil?
El disco lo grabamos hace seis meses en una vieja escuela donde todos los aparatos para grabar son análogos y tienen muy buena calidad. Fue una experiencia muy chévere que nos permite conciliar sonidos distintos en un mismo trabajo y con mucho de vanguardia urbana. Se trata de armonizar el sonido análogo más viejo, de los sesenta por ejemplo, con un sonido del 2020. Es un paréntesis en el tiempo, donde se tienen composiciones como El Débil, canciones que teníamos grabadas y otras nuevas y colectivas; también hay mucha improvisación de los músicos, es como un juego para evocar colores distintos en las canciones.
Por Yeimi Díaz Mogollón