Eduardo Otálora. Fotografía tomada de Radio Nacional

Eduardo Otálora, ganador del Premio Nacional de Novela

Con la obra "La hora gris", Eduardo Otálora es galardonado con el Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogotá 2019.

En lo alto de una cordillera la familia de Ever está muriendo debido a la contaminación ambiental; Erián vive en una torre donde se refugian los sobrevivientes de esta catástrofe, pero debe encontrar su función en la sociedad porque de lo contrario será sacrificada; y un anciano y un niño, los últimos sobrevivientes de la humanidad, ven cómo se les acaba el alimento mientras están encerrados en una cueva.

Tres historias enmarcadas en el fin del mundo, relatos donde la condición humana es llevada al extremo, así es La hora gris, la obra de Eduardo Otálora que fue galardonada por la Alcaldía de Bogotá y el Instituto Distrital de las Artes - Idartes con el Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogotá 2019.

La novela ganadora fue elegida por jurados especialistas en el campo literario, quienes fueron designados para analizar las doscientas veintitrés propuestas que se presentaron a la convocatoria pública ofrecida a través del Portafolio Distrital de Estímulos del distrito, que quedaron habilitadas para continuar en el proceso de evaluación por parte del jurado de preselección.  

Eduardo Otálora Marulanda estudió un pregrado en filosofía y una maestría en escritura creativa. En 2012 ganó el premio Juan March Cencillo de novela breve en España con su libro 'Madolia', que fue publicado en 2013 por la editorial Pre-Textos.Posteriormente, en 2017 publicó 'Donde habitan las palabras', su segunda novela, con la Editorial de la Universidad del Cauca y, en 2018, fue finalista del premio de cuento La cueva, en Barranquilla. 

Ahora, en 2019, ganó el Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogotá con su libro 'La hora gris'. Actualmente está dedicado a escribir y a crear contenidos literarios en Radio Nacional de Colombia. Idartes conversó con el escritor:

 

1. ¿Por qué participar en este premio?

 - E.O: Participé en este premio porque, como todos los que escribimos, siempre busco estrategias para lograr que lo que escribo encuentre su lugar en las manos de los lectores. Ahora, este premio tiene algo que me resultó particularmente llamativo: lo conozco desde adentro. En oportunidades pasadas he sido prelector y, por lo tanto, sé que es transparente, que ganan las buenas novelas porque no hay manera de saber quién escribe; bueno, a menos que uno le conozca mucho el estilo a una persona. Por eso me atreví a participar, quería que personas en las que confío me dijeran si funcionaba o no esa “cosa” que me imaginé.

2. ¿Qué significa para usted y para su carrera ganar este premio?

 - E.O: Escribir es muy difícil, no sólo por el esfuerzo que implica el oficio, sino porque casi nunca genera satisfacciones. Entonces, de vez en cuando, se extraña esa sensación de reconocimiento que todos queremos tener. Por eso, en este momento de mi vida y mi carrera, este premio es el abrazo/empujón que necesito para entrarle con toda la fuerza a la nueva novela que quiero escribir. Es como una bocanada de aire nitrogenado que pone a mil por hora mis ganas de seguir escribiendo.

3. ¿Sobre qué es la novela y por qué elegir este tema?

 - E.O: La novela es sobre el fin del mundo, un tema que me apasiona. Desde hace mucho me pregunto cómo será y, sobre todo, me intriga cómo nos comportaremos los humanos cuando lo enfrentemos. Por eso empecé a construir episodios del fin del mundo y a “testear” cómo se comportarían mis personajes. Así empezó a aparecer el proyecto y, cuando menos me lo esperé, ya había historias, conflictos, arcos de transformación, evolución de personajes. Entonces me tuve que encargar de organizar ese material.

4. ¿Estos apoyos de Idartes qué significan para los amantes de la literatura? 

 - E.O: Significan la oportunidad de recibir alguna retribución económica por un trabajo que casi nunca la tiene. Escribir es un oficio por el que casi nunca se paga, así que no está nada mal que el distrito dé la oportunidad a que, de vez en cuando, alguien reciba una remuneración por una obra que le llevó años construir, que logró realizar mordiéndole horas al día y a los otros oficios.

5. Una novela quizás tiene un grado de complejidad mayor. ¿Por qué irse por esa hoja de ruta? 

 - E.O: Lo de la complejidad depende más de la naturaleza del proyecto creativo que de si es un cuento, una novela, un poema, una instalación artística, un guion, una dramaturgia o lo que sea. Crear es complejo, es una labor de armado meticuloso en el que mil piezas aparentemente inconexas tienen que encontrar sus lugares y sus sentidos. Esa complejidad se da tanto de si se trata de juntar dos adjetivos en un mismo verso, como si hay que encontrar una estructura para potenciar un relato. En definitiva, no hay salida. Quien decide crear es porque disfruta de “lo complejo”.

 6. ¿Por dónde empezar a escribir?

 - E.O: Escribir y redactar son dos cosas diferentes. Uno empieza a escribir en la cabeza, en las conversaciones, en los sueños, en las lecturas que realiza, en los subrayados que hace a los libros. Un escribe todo el tiempo, pero redacta de vez en cuando. Entonces voy a transformar la pregunta en “¿por dónde empezar a redactar?”. Yo diría que empiezo a redactar cuando tengo que darle forma a las primeras intuiciones creativas, cuando debo convertir en palabras esas sensaciones tan poderosas que hacen que a me den ganas de estar unos años inmerso en una historia y conversando con unos personajes.

7. Comparte la escritura con el periodismo: ¿Cómo se lleva la ficción con el realismo?

 - E.O: Creo que el asunto es sencillo de solucionar porque no soy periodista de profesión y, creo, tampoco de oficio. Lo que hago es preguntar mucho, leer otro tanto, buscar un montón y, con esos materiales, contar historias. A veces las historias se parecen a las que me contaron, otras no. Y en todo caso lo que siempre me importa es descubrir los mecanismos internos de las acciones y cómo se relacionan unas con otras, para tratar de entender qué fue lo que pasó. A veces se logra encontrar una respuesta, otras no. En todo caso lo que me importa es que los oyentes/lectores puedan vivir esa aventura que les presento.